REPERTORIO AMERICANO ¡Se la llevó consigo para todos los dias! no se vió y nunca en calle o plaza esa primera sombra mía.
Lit casa, el árbol y las torres vieron solnmente una sombra pensativa.
lol alegre, la viclosit, la angélica, era ida.
iSe la llevó mit nube para todos los dias!
Serranilla Había en las sierras un eco sagrado.
Brillaba el lucero del agua del alba inojado.
Se pintó una linea en el horizonte, Andaban ovejas y cubras camino del monte.
En el cielo de oro se teñínt in lampo.
Llenalon los nires frescura ile hierbas del cumpo.
Borros en el alla la húmeda senda subin.
Por sierras de Córdoba, mañana de gloria se nbrint.
Que ella un punto se despierte, preguntanilo. Qué será? al patio con luna sali ile puntillas a mirar, en viendo músicos ilmeniles diga que sorunilo está; uendes yoriles, lneniles rojos, de capucha y de antifaz.
Duendes neuros, duenes blancos, pasando muy a compis.
Que como en suchos los mire y que se vuelva a acostar.
Desportes dejulle en el lecho Jiez sortijas un collar.
Dormiditit. Joruniita.
No la queráis despertar. en billetes bien doblacio sobre el pecho encontrarii, verso mio que le ofrende las sortijas y el collar.
Sereinos fiesta en el aire, alborozo en la ciudad; Jus campanas u deshorn gozosas resonarán.
Por lit gracia de esta dicha, por esta rara piedai, para siempre serii de oro ipara siempre la ciudad!
Pero mejor que no lo hnga.
Vejor es espere mi afin.
Si duendes me dan amores, cluendes me los quitaran.
La nube Vino ite acuterilas! Tú mirabas con ojos adorinilos, en el suelo la soinlyra, In ininóvil sombra de los edificios: el campanario, el árbol y la casa en el suelo tendidos.
También las sombras de los liombres y de los carros y las yuntas fuertes; y las veins dilatarse y contraerse, pasar los puntanos dulcemente, o enderezándose de pronto enderezarse solire las pareles. era tu vida entre las sonbras, leve, leve. te quedabun, cierto, taciturno, en los atardeceres como en el linde mismo de un jurilin de violetas y mirtos trascendentes. entre este milenio de las cosns, entre las sombras frins, tú corrias, bailabas y volalas. era tu sombra movediza Tu única fiesta de las sombrns inmóviles y rígidus: ilo nquellas ile tu casa y de las. torres de Córdoba. itu sombra movediza! una tarde. recuerdo on que yo estaba por acabar la infancia mia, una nube del cielo echó sul sombra sobre mi sombra alegre y tornndizu; le echo sil manto, la nrristró en sul seno, bujo Nil manto lila.
Baño Serrano Cuando se pone el sol, bajo el arroyo y al agua, nadmor, feliz me entrego.
Me visteis zumbullir. Ah, que delicia en el rostro mojiulo el aire fresco. Qué alegria en la tarde calurosa la frescura del agua y el sosiero de los divinos montes solitarios, mi ntras se lemn de arrebol los cielos. Qué alegria y qué tiesta end crepúsculo, sacudir empapadlos los caballos quedarse tenido en la corriente, oliendo arroyo y escuchando viento!
Luego el campo se llena de susurros y su dirin que no pasa el tiempo.
En la paz ile la tarile, toila a) alma: En la dichia del agua, tolo el cierpo.
Jas ya se apaga el arrebol lejano y se obscurecen los pesados cerros.
La tarde so corona de violetas y echa en el agua pensamientos negros, Entonces, a puñados generosos, algun levantos In salpico lejos.
Quiero esparcir si claridad postrera entre las sombras del paisaje ininenso.
Entretanto se clova en el rigo la inúsica del prillo. floreciendo desde la eternidad sobre este mundo, azucena de Dios, brilla el lucero. murmural el arroyo entre las piedras.
Yun murmullo sin fin colmo el silencio.
He salido del baño, me le vestilo. Monto a caballo y las casas vuelvo. Cómo está do luciérnagas la noche!
Vividas bullen por los campos negros, y el tuco enciende su esineralda errante allá por lo fantástico del ciclo.
Sierra triste Triste el susurro que hacen las altas ramas del nogal anciano.
Triste rumor el tuyo entre las piedras, m udal serrano.
Triste la voz delave, solitaria tu tlor, manzano.
Triste de ver la enferma entre las flores.
Martil sumano.
Triste sui acento que se va del mundo.
Sólo sabe decir: Todo fué en vano. Triste el atardecer, misterioso. toilo cerca. Pero muy lejano.
Un manso, un claro ruido.
Yide pronto en la larga carretera del campo anochecido, in nire olor a rosas, 1111 inanso, un claro ruido de sances, un lamento ale pijaro escondido.
La dicha revelada.
todo el amor sabido.
entre un olor rosas. il inanso, al claro ruido de los dormidos sauces, al lamento del pájaro escondido. el suspiro del pecho molescente, Adolescencin: amor que no lin venido.
La cita mentida il ómo tarda el amor! En su retario, se uhonda en el crepúsculo el jardin, y en la sombra senlargan los follnjes. Tárdate, amiga, pero llega al tin!
En la sombra se alargan los follajes. arriba y más allá pasan las nubes con sus cargas de oro al viento de la tarde que se in. Vinca llega el amor. Pero pse ruido. agua no mis. quel rumor, quizais. dire no mas. allá junto a los rosas. Rosas, no mais!
La invitación al destino. Dailme la dicha de encontrarla!
En el crepúsculo de fuego, In tarde nmpurn los amores. La tarde ampiarn. Yo, no es tiempo. La llevaré liciendo amores pior esa culle de los ceibos, hincin el lucero ile la tarile.
ihacia el lucero. Yo, no es tiempo. dadme el valle de la noche. n angel yn rompió el espejo y los cristales de la tarde. Mirad la sombra. No, no es tiempo. Entonces cuindo. Entonces como. Entonces yne. Las lioras pierdo.
Toila la vila para cuindo Dijo el destino. No, no oy tiempo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica