82 REPERTORIO AMERICANO.
blaré en alguna otra oportunidad. nistas de aquel cuento diez años des nena, en el cuidado de los animalitos.
Veamoslo ahora en su tierra prome pués. La fotografía es reciente y vale El coati (Tutankhamón. el venado tida.
muy bien un cuadro. Entre la Gua. Dick. el buho (Pitágoras) y el yagua que ya esboza una sonrisa de caré (Cleopatra. son sus amigos. El señorita, y el Pipi, francamente feliz chico prefiere la moto, la canoa y la Lo mcjor de la casa de Quiroga en en su adolescencia, el padre tiene la escopeta. Sueña cazar todos los cuerSan Ignacio (Misiones. es su maraexpresión del hombre que no ha vi vos al vuelo.
villosa ubicación. La preferencia por vido en vano sus días bajo el sol. Quiroga gusta realizar con su chico tal lugar revela de por si al artista esto, literalmente, no por estilo biblico. diarias salidas al monte. En el monte Hondas huellas surcan su rostro curque supo elegirlo hace más de veinte se encuentran siempre cosas por vez años, cuando todos despreciaban esa tido por la intemperie, y las manos primera. Sobre todo, cuando no se va loma pedregosa, sin más encantos que endurecidas en el trabajo acentúan en busca de algo determinado. En tal los puramente panorámicos del pai. la fatiga de los ojos. Sin embargo, caso, se encuentran ante una vibora saje.
el cuerpo joven y vigoroso, responde de metro y medio. Pero yendo con Allá fué Quiroga y a punta de pico mirable el entusiasmo con que Qui de un certero golpe en la cabeza y cono una máquina. Es realmente ad Quiroga no hay cuidado. La matará logró transformar ese yermo solitario en un mirador ideal. Duro trabajo el. rogarealiza su labor de cada dia. luego en su taller le quitará cuidadosade arraigar árboles en esa tierra; Desde muy temprano puede vérsele mente la piel para colgarla, como un pero en Misiones todo florece hasta en su taller disecando algún bicho trofeo, en su fantástico home.
los postes del telégrafo, y. Quiroga preparado la vispera o. cepillando un Con frecuencia esas salidas al a fuerza de paciencia, después de leremo para la canoa que él mismo monte resultan verdaderas excursiones vantar tabla a tabla y piedra a piecortó con su asombrosa exactitud.
con programa de moto, rio y subidas dra, la casa, plantó alrededor de ella, Después, la interminable serie de exal Teyucuaré, erizado de cantiles hasta pindós, eucaliptos, bocayás y otros perimentos. El escritor urbano se con una altura de ochenta metros. veárboles de la región. Además un vierte alli en ensayista. Todo le inces, se agregan a los excursionistas bainbuzal numeroso y unos cuantos teresa y todo lo intenta: fabricación Escalera, el hombre de confianza de mandarinos decorativos que en inde creolinas y superfosfatos; extrac: Quiroga, y su hijo Juan, gran amigote vierno se levantaba a cuidar con la ción de caucho y anilinas; destilación de Dario, que tiene con él interminaestufa para que no se helaran en las de leña y naranja, y qué sé yo cuán bles proyectos de cacería.
madrugadas.
tas cosas más. Su carpinteria está Las lluvias, tan súbitas y frecuentes Ahora puede verse la casa de eslejos del taller mecánico y más lejos en Misiones, suelen deparar un repaldas al pueblo que, no obstante, es aun del laboratorio químico. Con todo, greso heroico con el Paraná lleno de la primera en anunciar, limitando el Quiroga se las arregla. él le basta correderas y restingas. Quiroga sabe paisaje que, visto desde la meseta es para sus inventos el magnífico horno salvarlas hábilmente a fuerza de reúnico.
que se ha construido y las muchas mo. Tiene gloriosos antecedentes en Al frente, entre los rosados cantiles limas y cepillos que adquiere aqui la materia. Una vez se hizo, en dos del Teyucuaré y los montes, casi vírcada vez que le reprochan là aspe dias, los 120 kilómetros que hay engenes, de ambas costas, la parte vireza de su estilo.
tre ida y vuelta desde San Ignacio a sible del Paraná resulta un lago perEn Los fabricantes de carbón, uno Posadas. Los más fuertes relatos de fecto, allá en el fondo del valle. La de sus cuentos más famosos, pinta Anaconda han nacido en estas correembarcación que viene de Posadas, magistralmente esas veleidades. Al rias en su Pirabebé.
vista desde arriba y en el aire trans guien ha dicho con tal motivo. QuiLos viajes al Yabebiri en busca de parente del mediodía, es un simple roga se resarce de lo que pierde en tabatinga lo tienen a Quiroga siembarquichuelo; y su estela, de espuma, sus ensayos: contándonos luego como pre entrenado. La tabatinga es el apenas un trazo de tiza sobre el agua lo perdió. La cosa tiene gracia. barro menos arcilloso de la costa y opacamente gris. Eso sin anteojo, se de ser también cierto, todos sus en Quiroga se provee de él para entiende.
sayos deben juzgarse un éxito para las noches de lluvia que es cuando La casa y todo lo que hay en ella él y sus lectores.
fabrica cacharros. Cerámica, como él es obra de Quiroga. aún ahora, dice. El gran horno funciona hasta después de haber trabajado diez años tarde y mientras los chicos, como en en ella, le dedica sus vacaciones.
una escena de El Desierto, aporrean Sería muy largo detallar los trabaComo que su cariño a las muchas jos y los días del maestro en San los discos del viejo gramofono Qui. cosas que contiene nace justamente ignacio. Este pueblo hasta ayer sólo roga modela esos animales inauditos del esfuerzo que cada una le repre conocido por sus ruinas del Imperio que luego adornan de color local su senta. Son su vida y lo que es más, jesuitico, ya lo está siendo por obra casa de Vicente López, su vida de ayer: sus recuerdos de constructiva del escritor. Su llaneza Algunas noches, cuando hace frio, felicidad compartida con la esposa, igualitaria no es óbice para que la la familia se reune alrededor de la primero, y, muerta la esposa, con los gente del lugar lo admire. Sobre todo, estufa en el fantástico home lleno de hijos, después.
como a hombre extraordinario. Cien pieles, plumas de pájaros y tapices ¡Quiroga y sus chicos: Eglé y Da anécdotas disparatadas corren acerca con figuras prehistóricas. Eglé enrio! Un verdadero poema de la vida de su vida. eso que su casa queda tonces lee novelas sentimentales y y no verbal esta franca trinidad sin muy lejos del pueblo y que él Dario descifra invariablemente apemisterios. Hubiera sido necesario un nas lo atraviesa en motocicleta una catálogo de armas en francés. Quilibro entero para expresarla de no o dos veces por semana y a todo roga aprovecha, para felicitar, a máhaber encerrado él mismo Quiroga escape. No tiene tiempo para más.
quina, a algún Monteiro Lobato que toda su poesia en treinta págidas in Su mundo se reduce a su taller y a allá en el fondo del Brasil dejó los superables: las de su relato El De sus hijos. Nunca se ha visto padre negocios editoriales por una plantasierto. sin embargo, que sensación más cariñoso, ni más adorado. Es para cion de árboles.
de estarnos contando cosas naturales, ellos maestro y compañero. Con él De cuando en cuando, suele caer casi sin importancia.
están seguros en cualquier parte. algún amigo literato de Buenos Aires.
Aquí puede verse a los protago los dos lo siguen en sus gustos. La Si esto sucede a medio dia, Quiroga un Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica