189 REPERTORIO AMERICANO Mi Don Francisco Giner (1906. 1910)
miano Los trépes de Don Francisco Un (xa de las facultades que Don Francisco estimaba su juventud, y aún en la edad madura, debía ser terrimás, era la fue llamamos tacto, y que el definía ble exasperar a. Don Francisco, con una maldad persisdiciendo, que cra el arte en la acción. Claro que lo tente y premeditada. Se encerraba en su cuarto con principal según el Abuelo, era el Espiritu, el deseo in sólo cuatro muebles, un cuarto blanco, que daba al jardín saciable de bien y perfección. pero casi inmediato a y se le oía gemir y suspirar por largo rato. Cuando la éste, rcqucria tacto para su ideal de hombre moderno. tormenta había pasado, se reconciliaba con los mismos Tacto es compostura en la obra social, habilidad unida que habían provocado su furor, y quedaba abatido por a decoro, serenidad, paciencia y nobleza para trabajar algunos días.
por el ideal. La primera facultad, o sea el Espíritu, es Renán habla de la politese como notre supreme certu, lo que determina nuestra condición humana; somos hom recordemos que la palabra urbanidad es de origen franbres por el espíritu, pero somos hombres civilizados cés, inventada por Balzac. Yo entiendo que la mansecuando obramos con tacto, urbanidad y discreción. dumbre no debe ser una virtud muy española; no creo Tacto no quiere decir reserva disimulo, engaño, que fuera la más predominante entre los ingeles y hipocresía. Más aún, en ciertas ocasiones el enunciado águilas del tiempo de Santa Teresa y San Juan de la franco y directo de la verdad es el que produce los Cruz; ni es tampoco tacto lo que aparece más en evimejores resultados. El profeta Nathán obró con tacto al dencia en el proceso de Fray Luis de León, Bernaldez declarar, a David su pecado, pero no era tacto precisa cuenta de la Reina Isabel, que ovo tanto enojo que echo mente lo que caracterizaba a Jeremías al comunicar sus a sus cabellos. Recordemos también que Berceo revelaciones al pobre Sedlecías, sitiado por los asirios. decía de San Millán que: Tacto es una facultad que a los que no la poseemos innata, nos es muy difícil adquirir, y dudo que en Don Dible oia respuesta tan fuerte tan iradla, Francisco fuese cosa natural a su carácter; generalmente Que li costó bien tanto commo una porrada.
apreciamos más aquello del que carecemos, o que nos ha costado trabajo obtener. en otra ocasión. Dissolis el sant omne una respuesta Algunos de los hombres, acaso los que él estimaba dura. a unos ladrones que le robaron la mula con que más, como Unamuno y Costa, por ejemplo, no poseían él llevaba leña a los pobres.
esta facultad del tacto, que hubiera dado tanta más Era con éstos, con los ladrones y prevaricadores de eficacia a su esfùerzo. Qué, dolor, decía el Abuelo, ayer la cosa pública, con los que nuestro moderno sant omne estuvo aquí Costa! Qué lástiina de hombre! Cuántos se exasperaba. Para todo lo demás, tenía un gran años, acaso siglos, se necesitarían para que España pro optimismo: duzca otro hombre asi! todo este tesoro de alma. Qué feliz soy, decía el Abuelo, aquí en medio de perdido por su propia excesividad. Pero quién tiene esta ciudad; al abrir cada mañana este balcón de mi derecho de decirle a un Costa. Debe Vi ser así cuarto y respirar el aire todavía húmedo y perfumado así; debe decir más o decir menos? Quién: sabe si de estos árboles. No merezco tener un balcón así y siis rugidos de desesperación no son los que más nece saber gozar de él. sitamos en España, hoy por hoy!
Dormía poco, se despertaba muy temprano, sobre El sabía bien que el Espíritu obra a veces por sa todo en primavera. Un profesor polaco, de paso por.
cudidas, y que el reino de Dios se consigue con vio Dadrid, viéndole tan absorbido en las conversaciones lencia. Acaso él, Don Francisco, por natural impulso con sus discípulos, le preguntó a qué hora estudiaba y hubiera echado a los mercaderes del templo, y aún en si podrían juntos leer y comentar el Timeo. Don Franocasiones maldecía la higuera estéril, con todo el furor cisco le replicó, que tendría mucho gusto en hacerlo, de un gitano andaluz.
si podía levantarse como él bien de mañana. El foras Hoy he visto a decía; qué harapo de hombre. tero que era un original llamaba a la puerta de la Me ha venido a pedir que interceda con para no sé INSTITUCIÓN al día siguiente antes de las cinco, y era que cosa! Cree el ladrón que todos son de su condición. el Abuelo el que salía a abrirle porque era el único. Lo que ha liecho es una. infamia, le decía a que estaba despierto en la casa.
un joven a quien sorprendía claudicando. Una infamia Sin embargo, era en su propia obra, de podar e ingerindigna de uno que se da a sí mismo el título de hom tar el Espíritu en los ramos tiernos de la nueva genebre. Hasta su propia vulgaridad me ofende! Ni la espe ración, donde encontraba Don Franciscó su mayor conranza le puede caber de haber sido original. tentamiento. Vivir entre jóvenes, exclamaba, que suerte Procuraba mantener en sus palabras un cierto de la mía! No tener la oportunidad de anquilosarme, de coro y circunspección, pero fulminaba rayos con la secarme como haría sin Vds. cuando Vds. se vayan, mirada, y el tono de la voz era casi insultante de des. otros vendrán más jóvenes, empujando todavía! Tener pecho. Después se quedaba silencioso, perdido en una que ser siempre joven, aunque no quiera! Benditos sean gran tristeza, por la falta ajena, y acaso también por Vds. que me renuevan y me mantienen en contacto con su propia intemperancia.
las verdaderas fuentes de la vida, que son el entusiasmo En ciertas ocasiones, la ira le embargaba; después y la juventud. Sean siempre jóvenes si pueden, agrede algunas palabras entrecortadas, se escondía para reñir sivos, extravagantes. sí, extravagantes (de vagare ectra. y combatir con su propio corazón. Estos eran los famo Fuera de la rutina y de lo que ya es vulgar y común.
sos trépes de Don Francisco, tan temidos de los que le Sean jóvenes, en su juventud al menos, cumplan con rodeaban; era peligroso hablarle en aquellos momentos; esta misión social. Sean hombres no de ayer, ni de hoy, sacudía un zarpazo a las que sin ser la culpa de su sino de mañana. Demasiado pronto se volverán juicioenfado, se acercaban para calmarle. Pocas veces ocurría sos, conservadores y moderados. pensar que por esto, esto en público, al menos en los últimos años, pero en por estar cntre Vds. es por lo que me pagan, cuando 10 ser Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica