204 REPERTORIO AMERICANO Página lírica de María Olimpia de Obaldía Del tomo Orquineas, Poesías. Panamá. 1926 Post umbra Pebeteros de seda, los jazmines embalsaman el aire con su esencia, y la reina sin par de los jardines con su aroma denuncia su presencia.
Mi corazón el tuyo presentía, buscaba tu alma mi alma soñadora y te esperaba al despertar la aurora y te llamaba cuando el sol moría.
Runor de alas y música de arrullos escucho en medio de la noche fría; hay un bello concierto de murmullos, de perfumes, de luz y poesía.
Tu alma acudió al reclamo de la mia y el esquife de amor, con rauda prora, hacia la playa do la dicha inora las llevó, bajo el sol que sonreía.
Juntas habitan esa tierra hermosa y unidas seguirán aunque celosa la muerte con crueldad de ti me aparte, Es hora de soñar. ven, mi adorado. La barca del amor está en el puerto; en esa nave de oro, tú a mi lado, no me intimida el porvenir incierto.
Redes de amor pues, cuando a solas llores mi partida, en una estrella mi alma convertida por escalas de luz vendrá a besarte.
Rimas de otoño Quieres perfumes? Vi alma es jardín.
Mi amor bella florexhala su aroma tan sólo por ti.
Te gustan los astros? Mi alma es estrella y por ti tan sólo su lumbre destella.
Te dije ayer: llegó la primavera. Cogidos de la mano vamos a la pradera a cortaz flores amado, sin teinores, que es temprano.
Hoy te digo: murió la primavera y también el verano, pero vamos al huerto que aún pueden nuestras manos extraer de las uvas el jugo que rebose en nuestras cubas.
Antes que el hielo llegue vamos al campo unidos de la mano; nuestra hoz de plata las espigas siegue que aún es temprano.
Amas la arinonía?
Oye: el alma mía es lira milagrosa que por ti tan sólo vibra melodiosa. por ti, mi. amado, mi alma será todo: tomará inil formas para de ese inodo etener tui amor que es luz y calor y en redes de aromas, fulgor y armonía tu alma será mia ieternamente inía. Penélope Mañana te diré: dulce bien mio, la nieve nos rodea, llegó el invierno frio pero aún el fuego del amor caldea nuestras almas dichosas: ya la vida nos niega frescas rosas, madura fruta y rica inies dorada; ya en nuestras venas la pasión no arde, ya la tierra nos brinda suave almohada; amado, vamos a dormir, que es tarde. En el silencio de mi vida oscura.
Penélope de amor, el alma inía tejía y destejía la seda del ensueño: de inmaculada albura fué en mi niñez; girón de cieln y pétalo de rosa en mi radiante juventud gloriosa.
y era in constante tejer y destejer la tela rara.
Penélope de amor, el alma mía fe en su estrella tenía sa Ulises aguardaba.
Mensaje. Por qué tardas? La brisa bullanguiera fatigada, ja duerme en los rosales; de la luna la rubia cabellera se deshace en finisimos cristales. Los mensajes de amor tal vez serían los que doin aron a la mar bravía e hicieron acallar a las sirenas. Llegó Ulises; Penélope su tela gozosa concluyó, y en la malla luciente bordó después el Dios Omnipotente con hilos de oro la palabra ¡Amor.
Como cabras salidas del aprisco unas tras otras saltan las estrellas y en la laguna de argentado disco coquetas, copian sus pupilas bellas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica