238 REPERTORIO AMERICANO es el patriotismo y otra la necia pedanteria que pretende aislarnos del mundo civilizado.
La reforma de la escuela pública más trascendental que se lleva a cabo en nuestros dias es sin disputa la de los Estados Unidos, aunque no sea allí donde residen los más importantes centros para el estudio de las ciencias de la educación. En una nación vieja no hubiera penetrado jamás tan rápidamente y hasta el nervio de las clases populares esta honda reforma de la escuela permanecen dentro de los indestructibles dogmática y severa. Las naciones viejas muros de un conservatismo milenario.
producen los genios y los grandes espiritus Confiemos, pues, con ciega fe, en que la equilibrados, y crean los núcleos de reno reforma de nuestra escuela es posible, y no vación espiritual que brillan como faros, cerremos el paso a los hombres de ciencia, justamente por estar aislados; pero son in asi sean ellos rubios y ojiazules y hayan capaces de convertir los nuevos principios tenido la mala suerte de nacer lejos de renovadores en sentimiento nacional, mucho nuestra zona. Formemos patria, pero una menos en rodajes administrativos que no patria generosa y fuerte, nutrida de la sapasen de ser mera teoria. Es así como ve via cerebral y de los fecundos ideales que mos naciones europeas que revolucionan al conmueven hoy al mundo.
mundo con su pensamiento y no obstante NIETO CABALLERO LA EDAD DE ORO Lecturas para niños Suplemento al Repertorio Americano)
La muerte de Milord mi amigo ESTEBAN CASTRO Un escritor ha dicho que la última desgracia del que se muere es la necrologia; si asi es, yo voy ahora a completar la obra de los victimarios de Milord; y añadir una postrera desgracia, a la que ayer tuvo el personaje, cuyo nombre encabeza estas líneas, que, por no imitar a Jeremías, no las he bautizado con el noinbre de Trenos.
Quién fué Milord, dirá alguno a quien no le llegó la fama y las acabaladas prendas del difunto; pues Milord, fué nada más ni menos que una clarisima inteligencia puesta por la naturaleza en la modesta organización de. un perro.
Al lamentar la desastrosa muerte que acaban de darle con estricnina los agentes de Policía, que nunca han hecho cosa buena que yo sepa, no me parece que doy pruebas de una sensibilidad mal educada, ni me expongo a los decires maliciosos de la gente que vale menos que el sér que ha perdido para siempre el amigo a quien van rectamente dirigidas estas torcidas y mal pergeñadas lineas.
Homero, el representante de la Musa griega, escribió la Batrocomiomaquia, o sea la guerra de las ranas y los ratones, haciendo cumplido elogio de muchos de estos roedores; Lucano cantó al asno; Lope de Vega inmortalizó a los gatos y Casti se ocupó de muchos animales; nada tiene, por lo mismo, que yo hable de Milord, que en vida fué más notable que las ranas y los ratones de Homero, los gatos de Lope de Vega, los animales de Casti y muchos de los racionales que han nerecido pomposas necrologias, una vez que liaron el petate y se largaron para el otro barrio.
Grandes fueron los merecimientos del llorado animalito, y grande debe ser también el remordimiento de los agentes de policía, que cometieron un perricidio que clama al cielo, sin parar mientes en lo que hacian con el prójimo ni distinguir lo que va de perro a perro.
Milord, como lo indica su nombre, descendia de una noble familia de Inglaterra; y aunque fué de color negro subido, fué más blanco por su proceder e hidalguía que muchísimos honmbres blancos que son negros hasta en sus entrañas.
Los académicos autores del Diccionario de la lengua Castellana, que no se paran ni en los pelillos de la raza canina, para decir verdades, afirman, al hablar del perro, que «es un cuadrúpedo carnívoro que tiene cinco dedos en los pies delanteros y cuatro en los de atrás, lengua suave, cola encorvada, ligereza, fuerza y. olfato grande, y que es muy capaz de educación y muy leal al hombre. Así fue realmente Milord.
Los que lo conocimos, nunca le vimos andar en dos pies; a lo que se resolvió quizá por modestia, talvez por una amarga ironia contra ciertos bípedos bien conocidos por él.
Fué carnivoro, pero con cuenta y razón. De los enemigos del alma, el mundo y el demonio le importaban un ardite, sólo la carne le inquietaba hasta en el extremo de que no perdonó ni la que le dieron Hos celadores de policía; y he dicho que fué carnivoro, con cuenta y razón; porque en las témporas y la cuaresma ni la probaba, a no ser con la respectiva bula que expende la Curia eclesiástica, razón por la cual no dudo que su alma se halla en el cielo de los perros.
Que tuvo solo 18 dedos, también es una verdad; pero esto quiere decir que tuvo dos uñas menos.
razón por la cual no se dedicó a ser escribano, prestamista ni hotelero.
En cuanto a su lengua, fué suave, como dice la Academia española, y no se le oyó en toda su perra vida una sola palabra áspera, ni siquiera contra la policia, en los momentos de espirar, En la cola, exceptuóse de la regla dada por el Diccionario; desde que no fué encorvada; y no lo fué por la sencilla razón de que no la tuvo, y aun.
que esta circunstancia le impidió que fuera todo un Baja de San Salvador, en cambio le proporcionó la gloria de no haber salido nunca con el rabo entre las piernas.
Por lo que hace a ligereza, fuerza y olfato grande, se perdia de vista Milord; sin embargo hay que decir, para su elogio, que nunca fué tan ligero como algunos políticos ramplones; ni abusó de la fuerza, como ciertos gobernantes; ni empleó su buen olfato para constituirse en espía de nadie, como varios sujetos degradados.
Que fué educado y leal, no hay para qué decir.
Los hechos que conservan las páginas de la historia perruna lo dicen elocuentemente y a voz en cuello.
Ni cómo había de ser sino educado, cuando era el perrito de todas bodas y visitaba a los amigos de su casa y concurria a las tertulias, veladas literarias, conciertos y hasta a las aulas de la Universidad, donde su señor y dueño daba lecciones de Gramática! Alli, no sólo se educó, sino que se ilustró mu.
chísimo, de ahí es que para él era una bicoca Vg. conjugar en la clase el verbo dormir en todos sus modos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica