REPERTORIO AMERICANO 19)
Su fiera voluntad requiere altiva, en tal broquel recata su temblor, Resuena un toque en la cerrada puerta, Detrás del toque, un áspero empelloni, asoma en el umbral un caballero, Adusto el ceño, livido el color.
Mas, se repone, y sonriente dice. Un hombre ha muerto al pie de ese balcon.
Rondar le vi, creyéndole un furtivo Cazador, mi venablo lo abatió.
Silencio azul viene del monte.
Es toda azul la soledad.
Llega del último horizonte un barco azul sin capitán.
El mar azul. En mis retinas toda la azul inmensidad, con sus locas alas marinas y su brisa fresca de sal.
El mar azul! al mar le digo este gris dolor de pensar dónde irá la ruta que sigo. azul y azul es siempre el mar!
Grises Era Juan. Ya sabéis: el jardinero. Pobre zagal tan apegado a vos. Bah! dadle algún dinero al triste padre, más no se hable de mi torpe error.
Miró a su esposo la doliente esposa, en confesión altiva de su amor, El orgullo implacable de sus lágriinas En dos limpidas perlas le mostró.
FABIO FILLO La Vega. Rep. Dominicana.
Es un encaje la neblina.
Gris la mañana, gris el mar. Esta nostalgia peregrina de ser neblina, y caminar!
El cielo gris, de un gris entero que no deja el cielo mirar, Un gris monótono de acero, in gris que nunca ha de pasar.
Nieve La lejanía es tan cercana, que teme el pájaro volar. Si estás aqui, mujer lejana, y tu recuerdo hace mañana la mañana crepuscular!
Oros Yo siento la belleza de la nieve sobre mi corazón enardecido, cayendo como un himno de los labios de la sagrada virgen del olvido.
Himno de claridad y de dulzura, himno de claridad ultra emotivo que mitiga el dolor y que consuela las almas de los hombres afligidos.
Notas de idealidad hay en la nieve, notas de compasión y de consuelo, sones de una esperanza y sones vagos de una ilusión que se perdió en el tiempo.
Pero la nota suma de la nieve, la idealidad suprema, es su himno de blancura que desciende como un beso de Dios sobre la tierra! T, SALAZAR Cae, violeta y amarilla, sin alas, una nube al mar, y se la ve desde la orilla en oro vivo agonizar.
Es oro el sol que se derrama en un lento vuelo mortal y se extingue como una llama en el abismo de cristal.
Fué de oro el viltimo reflejo, y sólo queda el recordar.
Ya son matices de oro viejo los del oro crepuscular.
Atardecer largo y violeta, oros calientes en el mar. qué color tiene la secreta melancolia de soiar?
Bruselas, 1925.
Marinas Dulce caminar Fui vagabundo en la montaña.
Soy el hombre triste del mar.
Sólo tu sombra me acompaña en este dulce caminar.
Vi en los cerros la luna llena.
Ahora es de plata en el mar. Hay otra luna más serena que encontrar?
Por los senderos que yo sigo se va a la montaña o al mar. 110 quieres venir conmigo en este dulce caminar.
Capitán ¿Verán los ojos mius, que suejan en la espera de todos los navios, la alegria viajera?
Capitán, los tardíos barcos de la quimera. por qué mares sombrios: traen a la viajera?
Yo tengo todavía de niño la alegría; pero toda la diera si de tierra lejana llegase una mañana la alegria viajera.
Azules Todo está en claros azulejos, con ese inmenso azul de mar.
Cantaba un pájaro a lo lejos.
Ya su voz no se escucha más.
Carlos PRÉNDEZ Saldias Santiago, Chile. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.