motaltuzas, connas, animales domésardillas. Loe adik en mi imaginación, y me REPERTORIO AMERICANO 259 Había una vez una muchachita través del matorral salvaje y espeso de la lluvia The Las fantasias de Je Sterntreer Los cazadores no se cansaban de Tesco en la palma de la mano es Una, dos, tres exclamó gozoso comentar la aventura de la cacería ta vida sencilla y limpia como mostrando las dos hileras blancas de del tigre. llevada a cabo esa manana.
esas piedrecitas de los arroyos fre sus dientes sanos y parejos. mí me fastidiaba aquella charla cuentados sólo por insectos y anima Cerré los ojos y resonó el golpe sin cesar, sobre un mismo tema.
lillos silvestres seco. No se percibió el menor queEn el hogar crepitaba la lona y las jido.
llamas ponían en derredor una danHacia dos horas que remontábamos Dieron la señal de partida; palanza de sombras y de claridades. Me el río San Carlos, cuando los perros cas y canaletes se pusieron en quedaba dormitando y conversala que iban por tierra, comenzaron a vimiento.
ción se volvía en mi fantasía una raladrar furiosos entre el gamalotal de Abrí los ojos poco a poco. Me en mazón seca desde el fondo de la cual la ribera.
contré con la mirada del tigre; una me miraban los ojos vidriosos del titepescuiute dijo uno. mirada vidriosa, desamparada. Seguia gre agonizante. bien los rostros.
repuso Rafael el mandador de la finEl muchacho había errado su golpe. entornados, aspecto de animales. Los ca eso es otra cosa. Ese animal debe tener sed dijes de los campesinos me recordaban caAulló un perro con dolor, y lo que bezas de bestezuelas de los para que los que lo todeaban le diede era, buyó perseguido. Las ondulacio ran agua. Pero no me hicieron caso.
nes del zacate nos indicaban la direc Describían y escuchaban los detalles las gentes ción de los animales.
de la cacería.
ticos: perros, gatos o aves de corral.
Se arribó el bote a la orilla y tres Fué Eva, la muchachita que iba El del yerno de la señora, por ejemde los hombres saltaron a tierra con sentada en la popa, sola y callada, plo, ya cincuentón pero buen mozo sus rifles. Escalaron ágiles el pare en la que nadie parecía fijarse, quien todavia, hacía pensar en los gatos de dón y se internaron rápidos. Los pe se apresuró a coger agua en el hue viejas doncellas, alimentados con so rros ladraban desesperados no muy co de su mano para mojar el hocico pas de leche y ante los cuales ratolejos.
del animal moribundo.
nes y ratas puedan correr impuneOímos un tiro y luego otro y otro, Fué la primera vez que me di cuenmente; el de la señora con su pobre y diez minutos después aparecieron ta de esta pequeña existencia junto a aire dominante que nadie tomaba en los cazadores con su presa.
la cual había vivido, sin sentiria, una serio, en los choupipes y sus gestos Traían la cara de triunfo que toma semana.
y palabras, en el chasquido ensoberla gente cuando acaba de hacer una Durante el resto de la travesía si becido del ala de esta ave de patio.
victima.
guió allí al lado de la bestia, dánla cabecita de Eva no se des¡Es un tigre. exclamamos los dole de beber.
que nos habíamos quedado. No, es un manigordo objetó alvadio un gran enternecimiento al contemplar la pequeña figura, morena guion, Estábamos en la cocina de la ca e insignificante, sus ojos silenciosos. Le digo que es tigre replicó Ra sucha del mandador, en torno del pues los hay de miradla bulliciosa facl, uno de los cazadores, quien veia fuego. Caia un gran aguacero lleno su suave seriodad y lo humilde todo en la objeción, menoscalo para su de rumores misteriosos y amenazado de su apariencia vestida con tanta hazaña. Basta verle las pintas. res; era como si nos envolviera una pobreza como aseo. Pero esta cachorro criticó uno. selva tupida de troncos y ramaje Ocho días llevábamos en la fiuca, y Ya no tanto coutestó otro de Aluyente. Por las aberturas de los hasta esa mañana, cnando lo del tilos cazadores.
palos que formaban los muros de la gre, no reparara en ella. antes, las Entre tanto, la fiera herida agoni choza, se veía temblar la noche: el sombras de las otras personas parezaba en el fondo del bote.
oido creía sentir el impetu callado y cían haber tenido mas vida para mí. Cuánto dolor expresaba la mueca majestuoso del San Carlos abrirse Creo que a los otros huéspecies de la que contraía los belfos sanguinolen paso allí a unos atos señora los pasaba lo mismo.
tos. Linda piel. dijo la señora con su vocecilla afectada e indiscutible.
Quien habla de la se reliure a uan em¡Pero la han echado a perder! Ninguno Rica. Su larga e. rperiencia la colode Uds. tiene buena punteria.
ca al nivel de las fábricas análogas más adelantadas del mundo.
Lay manchas oscuras eran en la Posee una planta completa: más de cuatro manzanas ocupa, en las que caben piel de un castano tierno, siluetas de todas sus dependencias: flores de terciopelo negro. De las heCERVECERÍA, REPRESQUERIA, OPICINAS, PLANTA ELÉCTRICA, TALLER MECÁNICO, ESTABLO.
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matar ese animal.
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estatua de bronce, se dispuso a darle por la caSAN JOSE COSTA RICA beza con la culata de su rifle.
Sólo ros, haur generosa Cervecería TRAUBE si el reserve seria go. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica