REPERTORIO AMERICANO 357 forma los moldes de su química, de sa metalurgia, de su agricultura. Hoy el especialista que triunfa es aquél que domina, antes que la práctica, la teoria, pudiéramos decir la ciencia, de su especialidad.
Véase, pues, cómo en la raíz misma de las especialidades prácticas que pueden darle un empuje de progreso a la nación está la seria preparación científica, es decir, la disciplina mental del conocimiento que respalda y que guía la obra material.
El tan mentado practicismo parece sin embargo oponerse a estas ideas.
Este practicismo mezquino es el que nos está llevando hoy a esa multiplicidad de bachilleratos sin fondo de cultura científica y ayunos de filosofía. El muchacho a los doce años, según esta modernísima corriente, debe ya escoger su carrera y orientar todos sus estudios hacia ella, abandonando de plano aquellas materias que no son de su especialidad. el bachillerato, que debierà abarcar precisamente los lineamientos de una cultura. no enciclopédica sobre este punto volveremos luego nas si de una, cultura general que abriera ante los ojos de in adolescente aquella vasta visión de los intereses espirituales que él desconoce, ese bachillerato qué debiera representar una lepte panorámica, se convierte en el tapaojos del caballo de coche que le impide a la victima darse cuenta de lo que a sui lado pasa. el error es doble, porque esta estrecha. visión priva al alumno, si es que su idea de los doce años fue una vocación, de los elementos generales de cultura que son indispensables a todo hombre, y lo que es más grave, si el capricho de los doce años fué un entusiasmo pasajero, impide que el alumno toque una vez siquiera el resorte de su vocación. Es frecuente el caso de jóvenes que sólo en el último año de su bachillerato ven abrirse, como por encanto, el camino de sus verdaderas aptitudes.
Para hablar gráficamente pudiéramos imaginar que los estudios del joven marchan como los punteros de un reloj sobre un cuadrante en donde están indicadas las grandes ramas del saber, y que al ponerse cada vez en contacto con los numerales de su vocación, éstos se iluminan y vibran porque son resortes mágicos de un interés primordial. Mas si los punteros se detienen al comenzar su marcha, un enorme sector de la mente quedará en tinieblas. Esto es precisamente lo que hacen esos bachilleratos especializados, huérfanos de ciencia y de filosofía.
Tiene en gran parte la culpa de este error el afán vertiginoso del siglo en que vivimos. Mas si nos detenemos un momento a considerar lo que para ser hombre de su tiempo se requiere, veremos que el sistema seguido está contraindicado. En efecto, lo que necesita el hombre del día es una mayor expedición, una rápida comprensión de los múltiples problemas que lo envuelven, y una buena dosis de iniciativa propia para poder triunfar. En suma, una fuerte contextura mental, que está muy lejos de dársela el curriculum de estudios que, tau tintas de las nuestras? Son los ingleses, tempranamente especializados, le cierra, en son los suizos, son los norteamericanos. vez de abrirle, todos los caminos espiritua cómo vive éśa gente? Es el niño quien hace les que pudieran atraer su atención. esa asociación en el espacio. y esa asociaNo confundamos, sin embargo, la enseñan ción en el espacio se llama Geografía. No za general con la llamada enseñanza enci importa clasificar por el momento. LAS clopédica. La enseñanza enciclopédica ha clasificaciones vendrán a su horn. Este será muerto. Aristóteles pudo enorgullecerse de el programa de la Segunda Enseñanza. Por contener en su cerebro los conocimientos de lo pronto sólo importa crear intereses en la su tiempo. Spencer en la época contempo imaginación del niño, para que su inteliránea, intentando el fenómeno aristotélico, gencia se abra a la vida del sentimiento y necesitó de la ayuda de doce secretarios del saber, y para que cuando el anomento para condensar, y no completamente, en de la clasificación científica legne, todo veinte gruesos tomos y en sesenta años de sea comprensión, y no aquel frío y torpe estudio, la ciencia del siglo xix. Pero hoy, repetir de memoria lo que muchas veces ni un Goethe siquiera intentaría hacer para no se entiende siquiera.
el siglo xx el formidable experimento. Es, Es así, en la pequeña excursión de estupues, una necedad monstruosa pretender dio, como el niño se ha dado cuenta de lo que un niño o un adolescente pueda hacer que es un río, una montaña, una llanura.
lo que no intentaría el genio.
El ha pasado al papel el diseño de la ruta Y, sin embargo, cada día los programas se que lleva y de los accidentes del terreno recargan, y así es como la memoria del que ha encontrado. Ya es hábil para haestudiante va convirtiéndose en el archivo cerlo, porque los primeros planos fueron polvoriento y sin vida de interminables aquellos que hizo de su cuarto de clase, nomenclaturas, y su inteligencia va aho del local de la escuela, de los alrededores gándose bajo el peso de esa carga agobia recorridos cada día. Conoce, pues, el valor dora. El alumno, con estos pensums enci representativo de una línea y es experto clopédicos, no es siquiera aquel viajero con sus lápices de colores para indicar, con condenado a vivir en tren expreso, sin poder un tono distinto, la carretera, la vía férrea, detenerse jamás en un lugar de su agrado. el acueducto. todo dentro de una senciEs simplemente la bestia de carga que llez admirable, ya que estos mapas no se siente el peso del fardo que le han echado van a colgar de las paredes para que los encima, pero que lleva resignadamente por diletantis oficiales digan magníficas cosas que el amo marcha al lado y lo atosiga de ellos el día de los exámenes, sino a concuando muestra señales de cansancio. servarse inteligentemente como obra infanLa carga contiene preciosas cosas, sin, til, ingenua e ingeniosa a la vez, porque el duda. Mas la equivocación está en dejarla niño, en la libre expresión de su personacaer sobre el alumno como un peso muerto.
lidad, nos da nuevas sorpresas cada día.
Es el alunno quien debe caer sobre ella Los famosos mapas en tinta china, que para entresacar de allí los elementos que para sus fatigados autores no pasarán de a su espiritu, convienen en determinado ser aterradores logogrifos, seguirán, sin emmomento, y la tarea del maestro está, para bargo, triunfando en muchas de aquellas el caso, en servir no de amo, sino de guía escuelas presididas por las doctorales figuy amable compañero al inexperto buceador.
ras de maestros consagrarlos.
El símil es más real que aparente. ToEn cambio, Ritter y Humboldt los dos memos, para hacerlo más claro, un ejem grandes precursores de esta geografia luplo en la práctica del sistema Decroly, que mana se hubieran maravillado al contemhos triunfa en las escuelas nuevas de Eu plar hoy, en el movimiento armónico de ropa, y en alguna de esta ciudad. De esta una escuela nueva, las bellas ideas que manera podremos ir poniendo de relieve ellos engendraron.
los medios de que podemos hacer uso para La Geografía se convierte, con el nuero realizar el ideal educativo que buscamos. sisteina, en aquel gran centro de interés Se ha tomado estamos en plena escuela que junta en un solo haz los fundamentos primaria para la ocupación de un período de diversas ciencias, La Tierra, estudiada más o menos largo el estudio de la habi como el hogar ile las ocupaciones del hom.
tación del hombre. Los alumnos han reco bre, abarca, en efecto, un inmenso número rrido en bulliciosa caravana todos los al de las rainas del saber. Dewey explica rededores de la escuela. Han visto el ran con elocuencia. La Tierra es el gran cancho del labriego, la casa de teja del hom po, la gran mina, la gran fuente de las bre acomodado, el palacio del rico, el edi energias, del calor, de la luz y de la elecficio público, Han visto elaborar el ladrillo, tricidad. La industria humana, como el tallar la piedra, aserrar la madera, forjar alimento del animal y del liombre, tiene el hierro. lo que han visto lo han di sus raíces primeras en la tierra. La tierra bujado, y lo que han dibujado se la con es el gran escenario sobre el cual el niño vertido en pocos dias en el taller infantil mismo puede trazar y seguir el progreso en diminutas construcciones de barro, de de la humanidad.
papel, de cartón y de madera.
Pero aqui entramos ya en la Historia. ahora surge lo más interesante. Los es el niño quien nos lleva a ella. Estuedificios de la colección son distintos de los diando la habitación, ha asociado imágenes conocidos en tarjetas postales y en revistas en el espacio, y esto, como vimos, es la que vienen de puíses extranjeros. Quiénes Geografia. Mas el niño es insaciable en su sed son esos hombres que hacen casas tan dis de investigar. Sus asociaciones serán ahora Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica