Enrique Espinoza

Tomo XIV REPERTORIO AMERICANO Núm. 15 Sábado 23 de Abril San José, Costa Rica 1927 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: Wall Street, por Alberto Masferrer. Ensayos, por Moisés Vincenzi. Ocaso en la Plutocracia, por Luis Bello. Conceptos acerca del poeta Edmundo Velásquez, por Castillo, Carbonell y Rueda. Página lirica de Edinundo Velásquez. Los nuevos Ficares, por Andrenio. La mala fe del bachiller Rojas, según el señor Ramiro de Maeztu, por Enrique Espinoza. Un misionero, por Azorin. Una hora con Agustin Nieto Caballero. Asi cayeron Nicaragua, Santo Domingo y Haiti, por Quijano Mantilla. Mensaje, por Manuel Ugarte. Párrafos encendidos, de Agustin Nieto Caballero. LA EDAD DE Oro: La muerte de Milord, por Proaño. Como el alpaca solitario, por Hostos. Scott, por Quiroga. Bibliografía titular.
Wall Street.
EM la ciudad monstruosa, monótona y tapiado las puertas de su corazón, de los abrumadora, lejos de las calles intermique han cercado su espiritu con una muralla nables y de las avenidas suntuosas, cerca inaccesible a la piedad. Aquellas casas y ya del Puerto, y como buscando hacia donde aquellas almas, son recintos fortificados, sin la estatua de la Libertad destaca su colopuertas ni ventanas para que entre el homsal mentira, se abre Wall Street, breve y torbre, y sólo pertrechadas de sombrias trone.
tuoso callejón, sin aire, sin gracia y sin luz, ras que den acceso a las noticias, anunciaPor ahi cerca, aplastada bajo los edifidoras de la baja o del alza, de la ganancia cios de quince pisos. enjambres de oficio de la pérdida.
nas, se asfixia una antigua iglesita, con Desde ahi, el Hombre Dólar, el César de cementerio al pie, tal como se erigian en aquella nueva Roma, trasmite, como una tiempos de fervor, cuando la vida no era araña desde el centro de su red sutil, sus simplemente aritmética, mas también reliórdenes, aprobaciones o censuras, a sus gión; cuando los hombres sabian que los servidores de la Casa Blanca. sepulcros marcan el limite de toda opulencia. Quién diria que esa Casa Blanca, tan y que el sorber la sangre. del prójimo no blanca y apacible, tan callada y serena, que es el mejor camino para llegar a Dios. Esta se alza entre sus verdes y anchurosos pariglesita ha de prestar ahora buenos servi. ques como un templo erigido a la paz.
cios a los millonarios fatigados, cuando, Por ¿quién diria que esa morada tan atrayente, tras las jugadas azarosas de la Bolsa, por Alberto Masferrer tan suave y silenciosa, obedece con docilila mañana, y mientras llega el instante de dad y premura las órdenes que le vienen devorar un lunch escueto, sienten necesidad de los hombres murados de Wall Street. de engañarse a sí mismos haciendo una En esta calleja tortuosa, que parece oculSin embargo, así es: ese territorio inmenbreve oración, en la cual, sin duda, los tarse del sol, como si la claridad le hiciera so, grande como toda la Europa; esos ciento vagos pensamientos religiosos irán mezcla daño, en edificios infrahumanos, construidos veinte millones de habitantes; ese enjambre dos con tiránicas obsesiones mercantiles, y únicamente para ejecutar sumas y restas, de escuelas y universidades; esa red incon súbitas iluminaciones para elevar o para incubar emboscadas bursátiles y com mensa de ferrocarriles; ese diluvio de pedeprimir los valores en cotización.
binaciones de politica lucradora, trabaja el riódicos que consumen al dia la madera de la entrada de Wall Street, en el nú Hombre Dólar, el ser extraño y loco, de un bosque; esas instituciones sabias y pondemero º, se hallaba en 1920 la Dirección alma bestial y reducida mente, que dispone radas; esa nube de acorazados y destroyers; de La Reforma Social, del atrevido publi y maneja los destinos de América. Ahi se esas bibliotecas inagotables, donde los libros cista Jacinto López, quien había ido a tejer pasa, horas y horas, calculando, con la son millones; todo ese engranaje vasto y sus sueños de libertad y de justicia en la frialdad y la seguridad de una máquina. complicado y admirado, en que la materia propia boca del monstruo. Premeditación o no ser por su respiración, se le tomaría por y el espíritu parecen haber llegado a su coincidencia? No sé; pero aquella oficina de un autómata: aquellos ojos fríos, aquellos culminación. todo eso es la materia prima periodista, instalada ahí como una mariposa labios comprimidos, aquella tez pálida y que moldean los alienados de Wall Street en las fauces de un cocodrilo, era, cierta tensa, aquellas sienes exangües, aquella en su afán perenne e insaciable de hacer mente, sugeridora de muchos pensamientos. frente dura, aquella nariz que no palpita dólares. Washington, Adams, Jefferson, HaEn ese rincón atestado de oficinas y de nunca, encubren el alma incipiente o atro milton, Franklin, Emerson, y el incomparavehículos, la religión ha sucumbido, según fiada del César yanki, el multimillonario de ble, santo y heroico Lincoln; todo lo que lo atestigua aquella miserá iglesita que Wall Street.
forjaron y sonaron los Proceres en sus angime bajo los ascensores rechinantes y bajo Wall Street es un nombre revelador: sig helos de justicia, ha venido a quedar entre el hálito venenoso de los rascacielos. El nifica la Calle murada, o tapiada. Viene las manos lividas de un centenar de multidollar, imperante y definitivo bajo el com de Street, calle, y Wall, pared, muro, tapia; millonarios enfermos de codicia, cuya mania plicado utilaje de la Finanza, ahoga al Tem muralla de un recinto fortificado; obra de y empeño y pensamiento único es amasar plo; y el repiqueteo de los timbres eléctricos, albañilería que sirve para separar, cercar, dólares, atraer dólares, acarrear dólares, anula el clamor de las campanas, que llaman etc. etc. El vervo to wall, significa empa amontonar dólares, convertir en dólares la en vano a unos fieles que ya no existen. redar, tapiar, cercar, murar, etc. etc. vida y el espíritu y la bondad y la justicia y Desterrada la fe. quién vendrá a combatir Así, pues, Wall Street es, literal y espiri el dolor. y la miseria y la sangre del mundo.
con el Dios Amarillo, contra el Dólar Todo tualmente, la morada de los emparedados, Un manicomio sublevado, que logró maderoso?
de los que yacen aparte, de los que han niatar a sus guardianes y enfermeros y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica