REPERTORIO AMERICANO 69 seguido desfilando ante mi vista, di No. Pero recuerde que Mariu el sentido católico y judaico, en el versos San Franciscos, en cuadros, Eugenia Alonso no hablaba aqui del otro de que ya le he hablado: el esculturas, sermones y versos deca alma. Hablaba del rostro, de la apa helénico y platónico. Es por eso por dentes, hasta conocerlo por fin, des riencia exterior. Era a la belleza fisica, lo que escribió y no por fastidio.
crito por Joergensen y por la Pardo de su amiga Mercedes Galindo, a la ¿Por qué no escribió usted hastio Bazán. Estos dos autores despertaron que ella aludia. de esa, con sus que es más castellano y más enérdefinitivamente, mi admiración y mi caprichosas alternativas y dolorosas gico?
gran ternura por el santo, tal cual si decadencias, sólo nos habla el espejo. El título primitivo de mi novela le hubiera visto, en su dulce andar o las espontáneas manifestaciones era. Ifigenia» y como subtitulo. Diasobre la tierra, hablando y sonriendo. ajenas que también vienen de otro rio de la señorita que se aburres. An¿Será éste por fin el verdadero. espejo: los ojos.
tes de terminar el libro, se publicaron ¡Quien sabe! Confieso que no he leido unos fragmentos encabezados tan sólo aun el San Francisco de Sabatier, y Pág. 149. la mentira dulce her por el subtitulo. Debía anunciarse la no conozco el texto entero de Las Florecillas. En todo caso, el San mana de la paz. La verdad enton aparición de los fragmentos, y para ces hermana de la guerra?
ello, antes de remitir mi manuscrito, Francisco a que aludo en mi novela, di el título de viva voz para el anunes aquel suave, y descalzo hermano Si; si; yo creo inil veces que si cio. Publicaron por error «que se fasde todo cuanto existe; el que llegó aunque Ud. no lo apruebe! Perdóneme tidia» en lugar de que se aburre, a cantar a la hermana muerte; el esta insubordinación agravada de apa y yo no corregi, en parte por inercia, que a fuerza de amar toda pobre rente cinismo. Pero los que tenemos o acuerdo con lo ya establecido, en za, amó en el Hermano Jenipero, el espíritu orientado hacia la verdad, parte también porque la substitución, Ja miseria fragante de su inteligencia; no tanto por virtud, como por un na me advertia que si la palabra «fastiy el que de haber conocido a mi tural indolente, distraido y falto de dio; era menos precisa, resultaba en vieja lavandera, pobre, negra y fea, imaginación, conocemos las amargu cambio más espontánea o natural denen vista de la humildad alegre de su ras de guerras encendidas, por ver tro del léxico venezolano. La acepté espíritu, no hubiese titubeado en lla dades imprudentes que podíamos muy pues como un venezonalismo, y corregi marla también: hermana Gregoria. bien haber dejado dormir en la penum el libro de acuerdo con el nuevo título.
bra. Esto desde el punto de vista No creía entonces que mi novela fuese Pg. 111. cabuso y soberbia de la egoismo o conveniencia. Desde otro más allá de Venezuela. Pero estoy inteligencia. qué me dice usted punto de vista, el de la piedad o al muy de acuerdo con usted: en español del abuso. y soberbia de la tontería? truismo, considero que la verdad, de de España, en castellano, la palabra Pero es que. Tío Pancho, no pa sencadenada en nuestra boca, puede fastidio» que tiene otras acepciones, rangona aqui, la inteligencia con la producir heridas tan dolorosas, crueles no expresa de una manera precisa tontería, sino que la parangona con e inútiles como las que producen fu la idea del hastío. Muchisimo ine comlas luces naturales del instinto, a las siles y cañones en tiempo de guerra. place al comprobar que prescindiendo que juzga superiores y mucho más Creo en suma, que si al conocimiento de tantas otras, es ésta la única objeción amables. Yo considero que la tontería de la verdad, debemos algunos ins que me hace usted en cuanto a léxico, no es ininteligencia, sino debilidad de tantes de exaltada satisfacción, es su ésta misma que mi vido me advirtió inteligencia, con desorden comunica perpetua ignorancia, quien nos con muy a tiempo. digo mi oido don tivo en las ideas y gran facilidad de cede en cambio el feliz aprecio de Miguel, porque es en él en donde la palabra para manifestarlo. Me parece nosotros mismos y la cordiàl conse analogia, la sintaxis, la retórica, el diccomo a usted que el tonto es con cuencia que de ello resulta: estar siem cionario de galicismos, y aún el de la frecuencia más funesto que el torpe, pre de acuerdo con nuestra propia Academia, han tejido al azar su cay creo que ambos son más incómopersona y con todas aquellas otras prichoso nido, sin colaboración ningudos que el bruto, con lo cual vuelvo que acompañándonos en la vida, nos na de mi parte, tal cual las aves del a caer en las mismas ideas que ex la siembran de flores, porque también cielo y como Dios les ha dado a enpresaba tío Pancho.
aprendieron a venerar, discreta y bon tender. Desde alli promulgan leyes dadosamente dicha afable ignorancia. que yo no me esfuerzo en recopilar, Pg. 113. La gran armonia del y que un travieso espiritu tan propiUniverso basada en la resignación Pág. 259. Por qué no publica uscio a las artes como rebelde a las completa de las víctimas. esa ted más versos?
ciencias me obliga de continuo a oberesignación no es a las veces el di Porque solo he hecho en toda mi decer. Yo escucho atolondradamente vino desprecio hacia el tirano? vida a costa de mucho esfuerzo, dos sus locas insinuaciones, con ellas por. Cierto! Yo también pienso que o tres poesías que juzgo bastante me todo bagaje, me voy a escribir, y me en toda resignación, y en todo sacri diocres. Yo creo que en el fondo de consuelo de tal pobreza pensando que ficio hay un divino desprecio, hacia casi toda poesía lírica, hay un impues agradable virtud la de humillarasi alguien o hacia algo, un divino des dor de alma que se desnuda, y el Ja inteligencia, que su soberbia puede precio inactivo, que no pide venganza impudor necesita gran pureza de forma, expiarse con terrible pena de pedanni pide justicia, y que duerme tran a fin de no exponerse a ser reproteria, y que es servidumbre caer bajo quilo con el dulce sueño de la se chable o a ser cómico.
su dictadura, ya que nunca fué ella, renidad.
sino nuestra madre la necesidad, y Pg. el único objeto de la fe es nuestro buen hermano el uso, los auPg. 17. Los monjes acaban por la esperanza. La aparente irreligio tores de toda gracia y de toda natuolvidarse de sí mismos a fuerza de sidad de la pobre señorita que escribió ralidad.
no mirarse (bella expresión) nunca porque se fastidiaba, es una forma en los espejos. de religiosidad y nada me extraña Y ahora un consejo: No se preo4. Como uno se olvida de si mis ria que Maria Eugenia Alonso aca cupe de lo que digan, ni dejen de mo, Teresa, desdoblándose y va bara en devota, ya que no en mistica, decir de su libro; recojase en si; tire ciándose, es a fuerza de mirarse en y mucho menos en asceta. Su verdael espejo, Teresa.
el espejo. El espejo nos da acaso dera tragedia está e. rpresada ahi. Recojase en si! No sabe qué de nuestro fondo?
en su sed de inmortalidad, si no en acuerdo estoy con ese paternal con Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica