Tomo XIV REPERTORIO AMERICANO Núm. 20 San José, Costa Rica 1927 Sábado 28 de Mayo SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: Embajadas de arte, por Sanin Cano. Prosas de Max Jiménez. Respuesta al Cuestionario del señor Vincenzi, por el Dr.
Salvador Mendieta. Los menesteres de civilizar, por Moisés Vincenzi. Una hora con la señora Amanda Labarca, por Raul Selva Castro. El caso de Nicaragua y el deber de la América Latina, por José Rafael Pocaterra. Las dos Españas, por Alberto Gerchunoff. Carta de Unamuno. Ibsen y Kierkegaard, por Miguel de Unamuno. Carta de Ibsen a Brandes. El régimen militar en Chile, por Rómulo Tovar. Página lirica de Carlos Luis Sáenz, Rafael Estrada y Rogelio Sotela. LA EDAD DE Oro: El reparto de la dádiva. El clogio de la lengua materna, por Magón. Los escritores chilenos y la dictadura militar, por Agustin Castelblanco.
Embajadas de arte ASL os colombianos que eran adolesestos pueblos no alcanza a enseñarcentes entre 1870 y 1850 tendrán nos, y otras que no están en los liviva en la imaginación, si vivían enbros. luego, tienen mujeres y homtonces en provincias, el aura de globres, una gracia que ni la del bauria con que era anunciada en esas tismo. Los adolescentes no podían regiones la llegada de una compañía fijar sus impresiones y menos sus ambulante de cómicos españoles. La expectativas en frases tan precisas ciudad tomaba súbitamente un como el anciano; pero se sentían pecto espiritual distinto. Nacín, sin cautiva los por el carácter extranjero saberse cómo, un vivo y novísimo inde los comediantes más que todo terés por las novelas y la historia.
por el hecho de ser extranjeros que Gentes que nunca, o apenas de tarde hablaban español.
en tarde echabun los ojos sobre un Por una obsecación inexplicable de libro, se acordaban nuevainente del los gobiernos españoles que se suiceabecedario y el catecismo y trataban Por dieron entre 1820 y 18SO, España no de reanudar sus relaciones con la leB. Sanín Cano quiso reconocer la existencia de nuestra de molde. No sólo renacía la vida tra nación hasta los setenta nos del espiritual; corría por la pequeña ciugrito de emancipación y los sesenta dad un hálito de renovación y se notaba joven, vestida de entre casa, con el cabello de haber abandonado sus hijos para siempre en las calles y plazas mayor animación. sitelto.
el territorio de Nueva Granada como manA las tiendas de comercio acudía mayor Los dos curiosos venían a ser dos entes datarios. Irracionalmente y con una lenanúmero de clientes y el billar y la cantina, privilegiados. El uno había hablado con un cidad de hombres dernasiado firmes en suix centros sociales de ese pequeño mundo pro hombre que sabía parte de los secretos del convicciones y principios, nuestros gobervisional, regurgitaban de parroquianos an director; el otro había podido contemplar nantes mantenían un estado de espíritu siosos de olstener noticias sobre la compañía el fulgor apacible de una estrella en las nacional, por medio ile celebraciones anuade los recién llegados artistas.
horas prestigiosas del crepúsculo tropical. les, de himnos cantados en las escuelas y El primer ciudadano favorecido por la La ciudad hervíaen comentarios sobre lo de obras de historia sencillas y parciales, suerte con un breve coloquio con el ven desconocido y gustaba anticipadamente el sin contar la explicación de los colores dedor de tiquetes, adquiría subita notorie placer de las inesperadas. sensaciones de nacionales, que hacía de cada colombiano dad y no mediano prestigio. Traen magni arte que anunciaba en ese pueblo, para el un enememigo de España. La historia paficas decoraciones era la frase de efecto sábado próximo, la crónica de las esquinas. tria era un memorandum de agravios. El con que solía llevar al punto culminante el parlamento de los costureros. Son Atlántico representado por el azul de la la admiración de sus oyentes. No conocía españoles todos» decia uno. En la fonda bandera, llenaba muy bien su papel sepaal director, pero el vendedor de tiquetes le me dijeron que pronunciaban con la «ce rándonos de España.
aseguraba que era hombre apenas llegado y la «zeta tratan de tío a los criados Pero ni el océano ni los colores de la a la cuarentena, rubio, de ojos claros, alto, que traen. Eran españoles. La nacionalidad banilera, ni la enseñanza de la historia y delgado, muy bien puesto y dle una voz de los cómicos obraba sobre la imagina patria lograron mantener apartarlos a los y una memoria sorprendentes. Alguno le ción de ancianos y adolescentes de diversa españoles de estas costas a quienes el mar había visto pasar. Otro referiu con no en manera. Los ancianos que habían luchado azota infatigablemente y con aparente cubiertas señales de importancia como en la guerra inagna contra el poder de rencor. Venían de tarde en tarde los coentre las seis y las siete de la tarde ante España, decían a quienes qnerian oirlos: micos ambulantes y renovaban transitoriarior, cuando apenas hacía media liora que En verdad Inchamos contra ellos, pero mente con las piezas y te ponían en escena los cómicos habían llegado a él, le había de esto hace ya mucho tiempo, no los y con los recuerdos que su presencia sustocailo la fortuna de ver en la ventana de combatimos como alumnos de Talia o de citaba, el prestigio de la gloria peninsular.
la fonda donde la compañía se hospedaba, Melpomene, sino como gobernantes. En la Los actores ambulantes procedentes de Espor entre los barrotes pintadas de bolo, la insuperables y en la escena paña han hecho, durante tres cuartos de cara espiritual e indulgente de la dama a prende ndo muchas cosas, que la vida en siglo, más por la fraternidad de la raza escena SOT 13 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica