190 REPERTORIO AMERICANO Página lírica de Luis Vidales Del tomo Suenan timbres. Poemas. Bogotá. 1926.
La ley de la atracción Cuadrito de movimiento Esta atracción universal que me tiene sujeto a la tierra.
Ah! pero algún dia vas a lograr oh! sabiodominar esa fuerza inisteriosa grave sobre mis hombrosy entonces ya no estaré pegado a la Tierra y podré irme hacia los canales azules de Marte o hasta Saturno a montar en su rueda de luzo hasta Urano triste.
o hasta Neptuno esquivo.
Me acompañarás entonces oh! dulce niña?
Iremos lejos lejos. si nos coge la noche nos quedaremos a dormir en un pequeño pueblo de la Luna.
Estoy en la ventana.
Pequeñito el paisaje soporta encima todo el enorme peso de la lejania.
Oh! si dan ganas de domesticar el paisaje y amaestrarlo con docilidad hasta que se le pueda poner un marco y asi. completamente civilizado tenerlo colgado en la biblioteca. entonces mientras yo leyera el libro nuevo sentado en el sillón giratorioresultaria sumamente agradable alzar la vista de improviso y ver que en el cuadrito llovia o hacía sol o hacía vientoo empezaban a salir las primeras estrellas. En la noche tan clara.
En la noche clara a la hora en que la luz palpita en el aire como el reflejo de un gran lago azul qué elación qué agilidad tan dulce en todas las cosas qué imprecisa invitación a lo aéreo tan honda!
La música Yo iba a soliviar el mundo a botarlo al espacio.
y ver En el rincón oscuro del café la orquesta es un extraño surtidor.
La música se riega sobre las cabelleras.
Pasa largamente por la nuca de los borrachos dormidos.
Recorre las aristas de Jos cuadros ambula por las patas de los asientos y de las mesas y gesticulante y quebrada va pasando a rachas por el aire turbio, En mi plato sube por el pastel desamparado y lo recorre como lo recorreria una mosca.
Intonsamente da vueltas en un botón de mi orsey.
Luego desbordadase expande en el ambiente.
Entonces todo es más amplio y como sin orillas.
Por fin. desciende la mare!
y quedan cada vez más lejanas más lejanas las islas de temblor en el aire. húmedo abajo el hueco ¡el hueco!
ila descomunal cuenca de ojo!
Vi el silencioso hosco salvaje oh! el monstruo de mil pupilaspasar serenamente salpicado de astros.
Vi el viento de largo cuello dúctil.
brincar por entre las arboledas verdes o enredar su elástica cola de los árboles. vi la estrella bajar por el meridiano como una araña colgada de su hilo.
Paisaje en la noche El lago dejo de andar a través de cielos fugitivos y se durmió en los brazos de la ribera terrestre.
La noche produjo la sensación de una gran cosa tapada hermética para los oídos y los ojos.
Uno a 1110 los árboles se disolvieron en el aire. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica