REPERTORIO AMERICANO La voz de los mayores El camino al Norte COSTA.
OSTA Rica está situada en uno de los puntos más favorables del mundo. Los trópicos perennemente derraman sobre ella ricos y variados dones de la naturaleza, y los océanos Atlántico y Pacífico banan sus costas, y le ofrecen, por tanto, fácil comunicación con todos los pueblos de la tierra.
Pero la vecindad del Atlántico es entre todas sus ventajas la más sobresaliente, porque ese mar ha sido y es en el mundo la ruta comercial por excelencia: sus aguas ponen en inmediato, contacto a los más grandes emporios del comercio y de la industria; es el mar de la riqueza y de la civilización.
Así lo comprendieron desde antaño los preclaros servidores de Costa Rica. Un camino al Norte, esa fué su nás noble y levantada idea, esa su más ferviente aspiración. El Gobernador don Gregorio de Sandoval, allá en los tiempos de la Colonia y el Presidente don Braulio Carrillo en los comienzos de la República, beneméritos fueron, cuando con acierto de profetas enderezaron sus sentidos y potencias hacia las aguas del Atlántico: Pero, joh infortunio! cerróles el paso la inclemencia de las estaciones; la insalubridad del clima, las abruptas peñas, los anchurosos ríos, y fracasaron y quedaron olvidados sus meritísimos proyectos.
tir de aquel último desastre nadie aquí pensó más en el Atlántico. Volvió entonces a inspirar el camino al Norte en el vulgo de la gente las más siniestras impresiones: era la brecha abierta a la correria de los piratas y al trajín de los feroces zambos; era la sepultura de los caminantes y la ruina del Erario; era, en fin, la empresa negra de este país. De aquel frustrado empeño, sólo quedaron permanentes los recuerdos de las vidas y dineros que costó. El pais era muy pobre, y 110 pudiendo soportar la magnitud de tamaña empresa, siguió por la mezquina ruta del Pacifico, y vegetó.
Asi trascurrieron largos años en espera de quien, tocado de alto patriotismo, vino a romper el obstáculo que la vuelta por el Cabo de Hornos o las voraces tarifas del Ferrocarril de Panamá ofrecían al progreso de Costa Rica. cupo al presidente don Jesús Jiménez la honra inmarcesible de combatir aquel obstáculo, resucitando y poniendo en ejecución la extinguida idea de ir al Atlántico en demanda de más amplios y propicios horizontes para los costarricenses. El fué, ciertamente, el nuevo paladin y primer operario de aquel nobilisimo proyecto, Modesto y prudente, queria una carretera a Pacuare y un Ferrocarril de Pacuare a Limón, es decir, queria la construcción de un camino hacedero con los recursos propios del país, que no agotara las fuentes fiscales ni las fuerzas productoras de la Nación. Pero los intereses creados por el lado del Pacifico, los acaparadores del comercio, los cargadores de buques, los agiotistas, los émulos politicos, unisonos clamaron en contrario, desatando sobre el atrevido mandatario grandes y peligrosas tempestades, en una de las cuales, por fin, lograron derribarlo. cuando la revolución puso término a su carrera politica, quedaron por testimonio de su empeño predilecto, varias leguas, de macizas ramplas a lo largo de selvas seculares y de altas y escarpadas cordilleras. quedaron buenas ofertas para la construcción del mencionado tramo de ferrocarril, y sobre todo, quedó vivo en el país el prestigio de aquella redentora idea.
Tocó al General Guardia la gloria de dar poderoso y eficaz impulso a la apertura del camino, sólo que él, influido por el ardimiento natural de su carácter, llevó la em. presa por nuevos y arriesgados rumbus: acudió al crédito público, levantó en Londres un empréstito, abrió el camino, pero sumió al país en deudas de insondable fondo. En efecto, por razón del camino al Norte pesan hoy al Debe del Erario Público, con peso abrumador, más de dos millones de libras, y a espaldas de los costarricenses, con infinito descrédito, el peligro de deberlas y no pagarlas, y la vergüenza de la insolvencia.
Abierta está, pues, desde hace veinte años la comunicación con el Atlántico, construído está el Ferrocarril y es hora, por lo tanto, de investigar y aquilatar sus positivos resultados, para ver si corresponden a las risueñas esperanzas, y a los enormes desembolsos, y a los magnos sacrificios de los costarricenses.
Hagamos cuentas. El pais ha doblado el número de sus habitantes, ha ensanchado el perímetro de sus principales poblaciones, ha embellecido su capital, ha llenado de confort sus habitaciones; ahora hay más chic en el vestir, más literatura en el hablar, más desenvoltura en las costumbres; las ciudades están más en contacto y se acabaron las rencillas lugareñas; el dinero rueda con rapidez vertiginosa, se acabo, la economía; los Gobiernos se cuidan con mayor cautela y se acabaron las revoluciones; indudablemente, hay en todo más civilización; pero a vuelta de esas otras ventajas semejantes a las cuales quizás haya dado impulso generador la obra del ferrocarril, hay en contra mayores dificultades para ganarse la vida, porque ni se han abaratado los consumos ni se han abierto nuevas fuentes de producción nacional: el cultivo del café, estacionario, sigue siendo la piedra angular del edificio. Los negocios, es verdad, tienen ahora mayor volumen, pero menor sustancia, ya no se levantan del polvo de la tierra capitales como Aguilar, Tinoco, Troyo, Peralta, Fernández. es porque sobre la agricultura y el comercio pesan gravámenes enormes. Los altos fletes y las taxas fiscales acaban con nosotros. El ferrocarril y el Erario. he ahí la doble esfinge de abiertas e insaciables fauces.
El Erario, porque necesita mantener y dar pávulo a nuestra mayor cultura, y el ferrocarril, porque cayó en manos despiadadas de extraños y voraces negociantes.
Reseñados quedan, pues, a grandes rasgos los beneficios directos o indirectos que del ferrocarril han derivado los costarricenses, pero sin embargo, quedaria trunca la reseña si en ella no se mencionara el rapido desenvolvimiento de la Comarca de Limón, porque de cierto modo, geográficamente, es cosa que nos toca muy de cerca.
Ciertamente, entre los frutos que nos trajo el ferrocarril, el de mayor valía ha sido y, es el banano. banano. generador munífico del espléndido auge del Limón. ÉI, nutrido por el humus que los siglos acopiaron, refrescado por las brumas sempiternas del Caribe, vivificado por radiante sol, encontró alli su más propicio y exclusivo suelo: creció altanero y fructificó prolifico.
EI, como por arte de encantamiento, hizo paresa en augéneroCervecería TRAUBE singuliere en meesta Rica. Su larga experiencia la coloca al nivel de las fábricas análogas más adelantadas del mundo.
Posee una planta completa: más de cuatro manzanas ocupa, en las que caben todas sus dependencias: CERVECERÍA, REFRESQUERÍA, OFICINAS, PLANTA ELÉCTRICA, TALLER MECÁNICO, ESTABLO.
Ha invertido una suma enorme en ENVASES, QUE PRESTA ABSOLUTAMENTE GRATIS SUS CLIENTES.
FABRICA CERVEZAS Ginger Ale, Crema, Granadina, Kola, Chan, Fresa, Durazno y Pera.
Estrella, Lager, Selecta, Doble, Pilsener y Sencilla.
SIROPES REFRESCOS Goma, Limón, Naranja, Durazno, MenKola, Zarza, Limonada, Naranjada, ta, Frambuesa, etc.
Prepara también agua gaseosa de superiores condiciones digestivas.
Tiene como especialidad para fiestas sociales la Kola DOBLE EFERVESCENTE y como reconstituyente, la MALTA.
SAN JOSE COSTA RICA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica