298 REPERTORIO AMERICANO Imaginando nieves Para JUANA DE IBARROTROU celeste? Si en el viento ha de perderse el verso como inútil lamento ¿por qué nace en nosotros el verso? Por qué ansiamos esta chispa divina que nos prende el ocaso, si ha de ser en las sombras de la noche de los montes, y u runor estelar entre las sienes.
No ven los miopes senderos en el pecho amanecido: sólo me ven en la tarde, y voy marchando contigo.
El alma ya no sabía de auroras.
Llegaste tú, y hubo un espanto de soles en los viejos corredores traspasados de tu luz.
que llega la cineraria flama de su propio fracaso?
Alma loca que olvidas que la vida es yantar, jolvídate a ti misma y cierra las ventanas que dan al sol y al mar!
Yo sé que ha de llegar los altos neveros lloraron largamente sobre el llano.
Aguas de las alturas eternamente frías, perennemente purasen la verde lujuria del campo descansaron.
Un albear de serena realización, arriba; un impulso latente de impurezas, debajo.
Ya dardean los soles al invierno, y el campo irrumpira en un loco alborozo de yemas y de jóvenes tallos.
Vendrá el engaño de la flor y tel espejismo lacustre del pantano.
No tiembles, pusilánime corazón, si ya a puntan el Deseo y su eterno compañero, el Fracaso: Imaginando nieves, se acortará el verano.
un día Las voces Se hicieron en la espera las voces de la piedra y del árbol.
Pura JOSÉ MARÍA CHACÓN CALVO Yo sé que ha de llegar un dia claro como ninguno, y que la antigua alegría vivirá de nuevo a su conjuro.
La voz del árbol dijo del renuevo fragante y de los cantos hermanos de las hojas. Dijo de primavera y de verano.
La piedra habló de larga quietud; del soberano persistir en las horas idéntica a sí misma, sin inútiles cambios.
Tarde Para CONRADO MASSAGDER Yo sé que ha de llegar un día.
Yo sé que esta tristeza, sin causa y sin objeto. que es como un don divino, se alejará en secreto, igualmente que vino.
Yo sé que en una tarde, que tendrá una tristeza insuperable, se hará el milagro, al llegar el día, renacerá mi claridad interna. la claridad tan inſa!
Azul de tarde en las montañas.
Azul, azul.
Quiso la voz de piedra hacerse piedra en el callado meditar.
Pero el árbol lanzaba a los caminos su canto.
Levanta el buey la testa como la tarde, llena de pensativa Inz.
Las túnicas Por todas las veredas hay lárboles que huyen hacia la noche.
En cada puerta que traspongamos abandonemos una túnica: Yo sé que será tarde para amar y reír.
Yo sé que el corazón, al deslumbrarse con la nueva alegria, añorará su antigua tristeza inexpresable.
Yo sé que será tarde, inas espero ese día.
Encienden sus flámulas las cañas, y agobian sus penachos con un susurro humano las románticas cañabravas.
Anochecer en la montaña la negra del Dolor, la Llanca del Amor y la roja de la Lujuria.
En cada túnica gemirá lo que pudo ser y no fue y lo que ya no será. en la renuncia de cada cosa cantará una clara luz de liberación dolorosa.
Hay un jirón de tarile cautivo en cada cosa.
Para MARIANO BRULL Dentro del pecho duelen las ligaduras rotas por algo que pretende emigrar, En estas søledales. cómo se encuentra el alma con el alma y cómo se presienten las inefables cosas, sin gastadas retóricas y sin música vana de palabras!
Con el misterio de la tarde unidos. dulce virtud extática, como se funde el oro de la tarde en el oro del alma!
Azul de inar entre las cañas.
Azul de mar.
Cuando la llama esencial luzca sin velos turbadores y no haya Bien ni Mal, esta eterna nostalgia no seremos en el lento y poderoso cambio de las horas ni en el atisbo del momento, ara JORGE MANACH Flota un presagio de misterio. Somos uno con el paisaje, desligados de toda cosa humana, y nos parece comprenderlo todo, al entrar en la Nada.
pero comenzaremos a ser en lo inmutable. Rotas las amarras, cáñamo torpe de las túnicas. empezaremos a ascender.
JUAN MARINELLO Habana. Cuba. la injuria del sol va sucediendo la cariciosa plata lunar, que entre las hojas de los almendros salta. esta eterna nostalgia de las alturas, y este atalayar eterno de cumbres intocadas e inaccesibles. cuándo morirán en el alma. Por qué, si no podemos volar, sueñan un vuelo las alas ideales que se aferran al suelo sangrando el vencimiento? Si humana podredumbre somos. por qué se irisan los ojos con la lumbre Valoraciones Revista de humanidades, critica y polémica Organo del Grupo de Estudiantes «Renovación Calle 60 682 La Plata, Rep. Argentina En estas soledades de la noche. cómo se encuentra el alma con el alma. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica