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REPERTORIO AMERICANO 205 El testimonio de Rivadavia y de Henry George grandiosa idea de la enfiteusis. Dejaron vacante una herencia que para ellos era.
Rivadavia no dejó descendencia; los monopolizadores de Cádiz y Juan Manuel Ro. sas si la dejaron. La inmensa mayoría de. Por encima de tantos malos horóscopos Cuando habló Rivadavia, no habia nada los argentinos influyentes hayan muy bien hay buenos signos. Los hay hasta del som. semejante al socialismo ni reinaba tampoco lo que hizo el Restaurador; aquel repartibrio lado de los Estados Unidos. Por qué el feroz egoísmo del derecho romano. No miento de tierras en premio a sus servido110, cuando existen concordancias superiores?
res: a los generales, seis leguas; a los coroera el caso, en modo alguno, del proverbio neles, cinco; a los tenientes coroneles, cuatro; Aquí nace Rivadavia; alli Henry George. germánico. El árbol dejaba ver el bosque, a los sargentos mayores, dos; a los capitaLa América hispánica se mira en el Norte y el bosque no impedia ver el árbol. En un y el Norte se reconoce en el Sur. No siem momento como éste, Rivadavia habló. Lo nes, una; a los sargentos, media. Como si pre fueron los Estados Unidos ese impe hizo también después: en 1826. reson se pudiera dar lo que es de todos el aire, rialismo rapaz y ese capitalismo inicuo que de seguro la misma voz de 1812. Su menel agua, la tierra a, uno solo. También son ahora. En otro tiempo el espiritu no les agrada aquella otra proeza fiscal del saje era el mismo: Forzar el tiempo; actuahabia sido proscripto de la Unión, ni era lizar el porvenir.
Gran Rosas: aquellas mil y quin:entas leguas bonaerenses, puestas de venta por un solo perseguida la libertad en su nombre. Frandecreto. Hoy mismo lo aplaudirían! La falaz klin, Washington, Lincoln no habían sido idea de la pequeña propiedad es el fatal arrollados aún por las muchedumbres de Tanta es la gloria de este gran Rivadamicrobio que nos viene aniquilando muchas Broadway. Los Estados Unidos se podían via, honor de América, tan singular y tan llamar la tierra de Ralph Waldo Emerson.
mentes directrices.
alta, que pueden considerarse como secunLegisladores, gobernantes, pensadores, Verbo suyo levantaba los corazones y vol darias en su obra, iniciativas y labores que, periodistas de nota,. cultivan sin rubor este via urgente la acción de cada uno. Fueron exceden con mucho el patrimonio de otros lugar común de la vieja Economía. El preaquellos los tiempos de Henry George. que pasan por próceres. Puede olvidarse juicio inútil de la propiedad los aleja del En todo caso, Henry George y Bernar todo, para saber no más como él quiso y concepto utilisimo de la posesión. No hay dino Rivadavia quieren una sola y misma dispuso que la renta del suelo llegara a ser cosa: la libertad de la tierra, y con ella la la única del Estado, en cuyo sistema ni se duda respecto de que son muy sinceros demócratas, pero apuntalan el feudalismo. Les grandeza efectiva de las democracias, el castigaría más el trabajo con inicuas gabeofende tan feudales son la idea de una ultimo dia del feudalismo, el reinado de la las ni subsistirían las aduanas, esos fosos república sin impuestos; la idea de una rejusticia social, el pleno triunfo de la libre de castillo sin ley. El quería, mediante su pública dueña de toda la renta de su suelo.
voluntad de cada hombre. Del Norte al Sur enfiteusis genial. todos los efectos benéfiSonrien a su teorización, y la tienen los se pueden alegrar las banderas fraternas cos de la propiedad privada de la tierra, unos por utópica, los otros por anárquica.
con este signo de concordia y de paz. La sin ninguno de sus inconvenientes, que son Asi en más de una oportunidad hemos oido enfiteusis rivadaviana. la que Rivadavia fundamentales. y a tal efecto mandó que abominar del georgismo. se abominaba, ideó y el principio georgista de la paula la tierra pública no se vendiese ni donase sabiendo o sin saber, del testamento de tina absorción de la renta, constituyen el ni cediese a ningún titulo, sino que se enRivadavia. Dicen que aspiran a una Argenmismo reiterado evangelio. Acaso Rivada. tregase en largo arrendamiento, siempre tina fuerte y aún que aspiran a una Amévia, segundo Colón, no supo cuán dilatado renovable y transmisible sin laudemio Ini era el mundo que descubría. George en rica fuerte; pero amando el feudalismo sólo otra ninguna traba, de un enfiteuta a otro.
quieren de hecho, la debilidad y la impo cambio lo supo muy bien. No hay otra di. Fijábase un cierto canion anual, según el ferencia entre los dos.
tencia entre escasas poblaciones y no menvalor real de los fundos, y se establecia su surables desiertos.
revaluación de diez en diez años. Por tal Sin embargo, el Sur se mira en el Norte, Por lo demás, eran otros tiempos cuando manera quería Rivadavia poblar los desiery el norte se reconoce en el Sur; de suerte liablo Rivadavia y eran otras las inspira tos. Queria, además, la propiedad del Esque la grandeza del Sur puede ser a corto ciones del hombre y de la multitud. No tado amparando la posesión y el trabajo del plazo el contrapeso de la grandeza del comparemos estos turbios dias con aquellas hombre. Queria la grandeza de la repúbliNorte. No es sólo un vago anhelo. Nos dau mañanas esplendorosas. Eran otros tiem ca en la riqueza del mayor número de ciude consuno su testimonio clarovidente Berpos. Aunque juzgando superficialmente lle dadanos. Su, experimento fué un éxito mag nardino Rivadavia y Henry Gcorge, de cxgare a parecer lo contrario, la palabra y nifico. Otro inayor no se conoce en toda tremo a extremo de América.
la razón entonces eran mucha cosa. Tenia la vida política del continente. La mejor entonces más legitimos prestigios el talento, España la de Carlos IIl y la mejor de las y el genio se revestia de toda su autoridad Francias a de los fisiócratas habian ha aliora que bendiga el destino quicu nada delante de las asambleas creyentes. No digo blado por él para un mundo nuevo, como sepa aún de George, porque en sabiendo crédulas. Digo creyentes. Todavía pensar queriendo salvar en tierra virgen, principios algo de él sabrá cosas de las que pueden era algo inuy serio. Cuando por primera de libertad y de justicia desbaratados alli marcar la hora más noble y decisiva de una vez habló Rivadavia a su pueblo, era el alba para siempre.
bella existencia.
de la nacionalidad, esa hora sagrada: Eran Los treinta y nueve años son ciertamente otros tiempos. El arte de la elocuencia no, una edad juvenil en la vida de un hombre; era entonces una juglaría ni el pensamiento Entretanto, hay que decirlo: Rivadavia no fuerte, cuando a los dieciseis años se ha una herramienta de alquilar. Todavía los lia dejado herederos en su patria. Ni legis cruzado los mares, de grumete en un buque. más estaban con los mejores, porque los lador, ni gobernante, ni periodista, ni hom zarpando desde Filadelfia o Nueva York, mejores vivian sinceramente sirviendo a los bre en suma de poder o de influencia se ha rumbo a las tierras de la India y de la Ausmás. Aunque la espada brillaba desnuda, enamorado aún de sus ideas. Las creyeron tralia; cuando a los dieciocho se ha buscado siendo la fuerza y pudiendo ser la irres de otra época. Ignoraban que las verdades oro en California; cuando a los ventidos se ponsabilidad, asumía la más escrupulosa de esenciales de la ciencia social, semejantes ha formado un honorable hogar, cuya pri fensa del poder civil y de los derechos del a las de toda otra ciencia, no tienen época. mera honorabilidad consiste en dar tantos pueblo. Así la espada era digna de este Fyé asi como los argentinos influyentes se hijos como Dios manda; cuando a lo largo nombre. Pues bien cierto que de no ocurrir entretuvieron en otros sistemas y teorias. de veinte años se ha luchado en la brega así, la espada degenera en puñal! Puñal se Ilustres hombres que hubieran hecho un in periodistica por la verdad y la justicia, vuelve en las manos de los tiranuelos aun menso bien a la patria, desde tribunas acre defendiendo a la viuda y al liuérfanos como que seau generales.
ditadísimas, no han sabido prohijar esta prescriben las Escrituras; cuando en lo rudo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica