Carmen Lyra

232 REPERTORIO AMERICANO men FRIJOLES PACO RODRIGUEZ RUIZ Por lo molesta y bullanguera, era sela a don Hernán, el del beneficio.
un diablo la coqueta Juanilla. Un día en que Albino, el tontón del pueblecillo, pasó frente a su casa, lo llaUna mañana de tantas en que ya la mó para reír un rato a costillas del muchacha se había ido para el trabajo, pobre.
aprovechó Albino la ocasión para ha Jesús, Albino. Usté tan guapo, blarle a la inadre; pero a las instancias ¿por qué no se ha casao? Qu es eso. del muchacho, respondió la vieja seEl pobre no hizo más que reir con camente: la cabeza gacha; las orejas se le pu Ya yo he reganao mucho a Juasieron más tintas que una pastora.
nilla, porque tenés quo saber que lo que la muchacha siguió diciéndole: te dijo otra vez fué por coget e mona. mí me han contao qu es que a. Pero vea, ña Viges, ya mama está usté le gusta mucho ña Refugia, la por asegurame la finquilla de al otro que pide limosna.
lao del río.
Albino se puso muy serio y protes Onque, Juanilla está muy joven tó resueltamente.
y tiene qui se en la seman entrante a. Eso son mentiras. Es cuento que concertase a San José.
han cogío los Solorcias del alto. Yo me caso con todo y lo que dicen Pos vea que cosa, a mí milhicieron ella y de don Hernán el de la máquina.
creer que usté estaba enredao con ella. Casual. y por lo mesmo la manY no puede figurarse, Albino, cómo do pa San José, pa que dejen de harme cayó esa barbaridad que me con CUENTO DE tásela esas envidiosas de aquí, que a taron de usté, que siempre me ha guscuent e qu es agraciada la muchacha, tao tanto y que sería al uniquito que me la tienen entre ojos. Fijáte qu es yo le haría caso.
que porque don Hernán hizo jefa de quella declaración puso en un temlas pionas en el beneficio, dicen tuiblor al tristísimo muchacho, quien con tico lo que les ha venío en gana. En respiración dificultosa y no poco sudor fin, Albino, que Juanilla no está caen las sienes, se fué con la vista baja sando y no te quiere a vos ni poquito.
y casi sin despedirse de Juanilla.
La verda tiene que ser asina, desnuda. ilon José Fabio Garnier, se le oyó decir en el camino: con todns mis simpatias.
Con los ojos muy abiertos, y con una. Lo qu es a los Solorcias furibunda tempestad en su les ir muy caro con yo.
interior, salió cabizbajo el Los cuentos ticos de Rodriguez Ruiz pobré, sin chistar una palabra.
Ya todos los del barrio, Aquileo, Jagón; Garcia Donge, Carmen Lira. y ahora en la literatura cuando encontraban a Altica, tica por escenario y psicologia, no dudo en colocar a Rodriguez Ruiz.
bino se sonreían con inucho Cuentista sobrio, sugestivo, irónico. Su pluma de dibujante, empenada en la Pasó un año desde que se de compasión y no poco de turea del narrador, conserva el colorido y los rasgos esenciales que caracte fué Juanilla para San José.
rizan un paisaje o una alma. Observador penetrante, recoge ile labios del burla. era que todos, chipatillo la palabra o la oración que, en la trama sutil del cuento, declaran Una tarde en que acertó cos y grandes, sabían del todo un estado psíquico; o describe la escena con realismo de buen gusto en a pasar Albino por el frengrande amor que el pobre que la parquedad del estilo es certeza para escoger los rasgos pertinentes que te de la casa de donde fué concurren a dar la tónica original del tema.
puso por Juanilla, aquella En los cuentos de Paco, el patillo se siente vivir. En medio de su hue tan duramente rechazado, morena enloquecedora, de morismo, cervantesco, alientu una honda simpatia, que es comprensión del lo llamó ſa Viges.
alma de nuestro pueblo. Los lectores encontraron en estos cuentos una labor ojos punzantes y negrísimos Vení acá, niño, entrå y de rico temperamento estético, labrada en el nion originalisimo que denunció, y con dos trenzas tan oscu ya va para algunos anos, nuestro inolvidable Jagón. iCuanto quisiéramos te sentás.
ras que parecían hechas de los jóvenes tener a Jagón en Costa Rica. Extos cuentos para ponerles para. Gracias, na Viges. cólelo fuera del terruño, lo tienen en los del venezolano Urbaneja chelpohl.
requemada miel.
mo le va?
El Repertorio Americano, que nos log iri dando, presenta en ellos, en ¡Pobre tontoneco! Al ca la gesta literaria de Costa Rica, un nuero aporte de positivos mérilos. Des no se hizo esperar la lor de la gloria que él crepués de los Cuentos de mi tla Panchita, considero que los de Rodrigues vieja: yó encontrar en los rojos Ruiz, berrin el suceso más importante que en este género literario hayan le. Pos no ves. ya está nido las letras patrins.
labios de Juanilla, se incuCarlos Luis Sáenz de güelta Juanilla.
baron los secreteos de las ¿De veras. muchachas guapas; las agachadas risas Fue entonces cuando, con ayuda de Así como oyis: hace cuatro días de los viejos; y los guiños de ojos en lo poquillo que aprendió en la escue llegó.
tre los mozos.
la, le empezó a mandar papelitos y. no decía usté que estaba muy Desde que le habló la muchacha y, le cartas. No había en aquellas raras jallada en la capital?
dijo aquellas frases que lo emociona epístolas ni un punto ni una coma. Sí. pero tuvo que venise. está ron tanto, Albino no volvió a tener pero sí todas iban rematadas con no criando.
punto de sosiego. No quiso dejarse ver menos raros dibujos en los que su au Anja, roncó muy quedo Albino.
más de la incitante inorena, y no vol tor representaba, siempre, un corazón Yo no sabía nada; y dice que hora vió a pasar por su casa siquiera; porque sangrando atravesado por filoso puñal. con chiquito, naide la quiere recebir de concertada. Pero no creás qu es mala el amor estaba íntimamente escondido Ya cualquier jala cachazas, desde el mi muchacha, jué que me la cantaen la burda psiquis del muchacho, con escondrijo de un cerco, le gritaba: wiaron. No vés que vende que llegó una recelosa vergüencilla que lo ponía. Dice Juanilla que con tantas pome contó que después de un fresco que a sudar helao y en un continuo tem zolas no te quiere!
se había tomao con uno que la innablor cada vez que evocaba aquellas allá, desde la cocina, una mala moraba, no había güelto a saber del palabras dichas por ella, en un afán intencionada muchacha, le espetaba a juicio?
innoble de risas, y que en el prendievoz en cuello. No moleste, na Viges.
ron con pujos de explosión. Juanilla vas a tener que pedi(rasa a lu peynia 293. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica