REPERTORIO AMERICANO 371 Volamos por el valle mientras ellos El meteco en la guerra dirigían contra nosotros las balas de sus rifles. Después de observar por un corto Aniversario del armisticio tiempo la lucha regresamos a nuestra De La Nación. Santiago de Chile base.
Paris. tabligo de la lueura, El dia siguiente hicimos cinco bombas puro el ang intainables, de esta manera: un cuarto de wherede hape hurniture bctcla de liquido formicida inflamable Pippel denar.
Rubén Dario que usan por aqui, y que además de ser inflamable tiene un olor terrible; balas de Con el nombre de metecos designaron los cieron esas épocas. Así hablábamos hace de franceses a los extranjeros flotantes y hierro en sacos dias de Oscar Tagle Moreno, con Vicente polvora sumamente explosiva; la botella y lo demás era engozadores que daban una fisonomia espe Garcia Huidobru. Hay un embrujo que nos vuelto en tela y papel y se le acomodahan cial a Paris antes y durante la guerra. La liga a nosotros los que vimos aquello. Era los lados tres sacos de polvora sin bala palabra es clásica, griega, y servia a los mos en Paris un gran grupo de metecos atenienses para designar a los forasteros que fueron reuviéndose después del primer Es de apariencia fea y cae oblicuamente, que allá como en Paris, tendrian sus alzas toque de dispersión. En 1916 ya estaban pero hace mucho ruido, produce mucho polvo y tremendos olores al disparar.
y bajas en el aprecio público. Cada dia que todos nuevamente a la mesa de Paris, sin Dejamos caer cinco de estos paquetes, pasa voy sumiéndome en esos recuerdos: flores entonces, y con otra musica, pero ocho granalas y una bomba de Nueva Or el pasado es lo más activo que hay en mi Paris. Recuerdo a los Garcia Calderón, leans sobre el monte que ocupaba Moncavida actual. Casi ocho años seguidos viví. Zaldumbide, Barbagetata. Haimar, Huida. Destrozaron todo lo que teniamos a la en Paris, desde 1911; vi como estalló la dobro, Cantalapiedra, Sux, etc. etc.
vista y aquella tarde nuestros hombres guerra, a mi manera, que es lo más impor. Yo estuve a punto de transformarme en tante. Ya sabemos cómo sintieron la gueocuparon Palo Alto, no encontrando más esa cosa laxa e inservible, sin patria ni derra los mejores escritores europeos. No seria beres, cuando sono la guer que algunos liberales muertos, Moncada Este moviútil saber cómo la sintió un simple meteco? Es. vimiento apocaliptico de pueblos me hizo se hubia escapado por una pequeña salida tas líneas tendrán, por los menos, el valor de con dos o trescientos hombres.
pensar. En La Cuna de Esmeraldo, ese su sinceridad casi imprudente, para no deET dia doce Mason y yo salimos en bus.
ensayo deshilvanado bajo el juicio final de Encontramos ca del fugitivo Moncada.
cir cinica. Cuando los extranjeros salieron fos zepelines, está mi visión de América de Paris, en visperas de la Marne, yo me con la severidad y la decisión de la guerra.
ocultas desde su loma en Palo Alto hasta quede.
Pero con estilo de meteco.
Entre los chilenos fui casi el único. Re Lo más otra cerca de San Jose, tres millas distancuerdo importante fue que me senti amete, concentrando alli sus fuerzas. En los cuerdo que, en el fatidico mes de Setiem ricano. Comprendi lo que era ser americaclaros tenían muchos cientos de caballos bre de 1914 encontré, en la puerta del Gran Ho una mañana, de repente, viendo a esa ganados, pero sus hombres no se veian.
Hotel a don Jorge Valdés Mendeville, que burguesa que, mirando volar a un taube en Llovia de nuevo y las nubes estaban se marchaba también. El actual, Ministro el cielo de Paris, grito: bajas. Nos aventuramos a descender 100 chileno en Berna, fue el último de los Ils sont forts ces cochons.
nuestros que se marchi. Yo me quedé en pies sobre la cordillera, haciendo cabriolas Fué ese homenaje la primera manifestación una soledad trágica; porque todo en mi de nube a nube y levantamos un putrido fraternal en un lento pero seguro proceso de fuego. Nuestres bonbas no hicieron obra persona gritaba el crimen de ser meteco; acercamiento franco alemán. Los americanos mi juventud sin uniforme, mi tipo, mi traje, del Sur, como los rusos, tenemos mentalidad mi acento.
La tregue de la Paseur Florida pospaso las Pero entonces comprendi yo una cosa muy aparte. Yo consideré instintivamente como operaciones en su mayor parte por el resto de importante: el secreto de mi raza, o Jocura esa guerra de naciones homogéneas la semana. Dimos la bienvenida al descanso verdadera personalidad de ibero americano.
por la raza blanca, caucásica, por el oriMason y yo, porque volar estas naves so No tome partido por ningún bando, fiel gel germánico de una buena parte de bre un territorio tan escabroso y hostil es a mi papel de meteco. Europa nos despre Francia, por ciertas costumbres netamente un gran esfuerzo.
cia conjuntamente a los ibero americanos; europeas, como el ahorro, el método, el Hay casi todas las noches una parranda hacerse ilusiones sobre esto es pura tonterespeto al dinero. Desde mi punto vista y son estas cosas lo único que nos retiene. ría. Lo único que ansiaba yo. el meteco de meteco comprendi que los europeos Todo lo que uno puede hacer aquí es tener de entonces era espectáculo. Yo espere desbarraban: en vez de unirse para con una parranda. Generalmente comienza in con ansias una gran, hecatombe, Otro mequistar la América informe y caraculiámtarde anterior en una casa; por la noche teco formidable y genial, que sintis Paris brica del Norte, para luego dominar la Amécontinua en otra y finaliza con un paseo de la pre y la post gueria. Rubén Dario rica muelle y resignada del Sur, se devoen automóvil rlgona casa situada en las presagio: los bárbaros, cara Lutecia. Yo raban entre ellos. Nunca pude comprender montañas, temprano de la mañana. esperaba entonces a los barbaros con todo ese odio entre pueblos tan sumamente supimos que el Coronel Stiroson la luz edénica de mi mi corazón, no porque deseara el triunforecidos, vistos asi nos preparamos para una tempora de Alemania, sino simplemente cuna indo mediterránea! Comprendi que se porque mis da de juergas, pero la Embajadu mando nervios, que temblaron tantas veces frente trataba de una revolución funesta que romanunciar que el Coronel no deseaba aga a la Spinelli y la Mistinguett, querían (speria el prestigio europeo, que debilitaria sajos por temor de aparecer inclinado a al Adán europeo, siempre necesario para uno u otro lado.
tremecerse en esa visión grandiosa y alofecundar a la Eva india. El grito ils son.
cada del paso del Kaiser en la tarde lumiEl costo de las diversiones ha sabido forts ces cochorts, lauzado por los burguenica bajo las gárgolas irisadas de Notre desde que llegaron los marinos america Dame donde dictaria la paz al son de ses de Paris como un suspiro al cielo donnos. Ahora el licor cuesta casi tanto como Tannhauser, en diez mandamientos. No de volaban los tanbes, era un signo lleno en Nueva Orleans.
ocurrió esto que yo ansiaba ver. pero otras de sugestiones.
Managua, Nicaragua visiones no menos terribles o formidables Por lo demás, repito, yo era integramenIn de Abril.
estaban reservadas a mis ojos pecadores.
te meteco, bárbaro, y veia en esa hecaTrurido para Nepertorio deriraun. Quiero a Toledo todavia, porque es una tombe una gran venta de azúcar, de trigo, de The Nor York Times del domingo parte de mi pasado. dice Barrés. Asi me de carnes congeladas y salitre. En cada ile Muy se ocurre a mi con Paris, con ese Paris, porexplosivo habia ciertamente un poco que ahora es otro. Aún ahora, hago una salitre chileno, es decir, una parte de roto Suscríbase al REPERTORIO AMERICANO gran diferencia en la amistad con las per nuestro, un poco de sudor convertido en y recomiéndelo a sus amigos. sonas, o cómplices, mejor dicho, que cono peso chileno. Cuando la hablar de ruptura eficaz.
Cuando llegaba Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica