320 REPERTORIO AMERICANO Plantando el árbol Rafael Vargas Quirós Dirho, ale prend en el homenaje que es la puan del dia 22 del corriente, le hicieron la Escuela Normal de Costa Rica y la Escuela República Ar gentina, a don Rafael Vargas Quirós.
Amigos, ved la gracia del árbol ya plantado por la mano serena que gobernó el arado: he aqui el símbolo claro de sencillez profunda.
es la paz de los campos de la tierra materna!
Digamos como Antano: Libre crezca fecunda y su gesta pacifica sea eterna!
CARLOS LUIS SÁENZ 1927. Día del Maestro.
En la playa (De Jean Paul Fargue. México, 24 de Agosto de 1927.
Amigo Garcia Monge Dulce ritual de agrario sentimiento para cantarlo en lengna de Virgilio divino. Arbol, lira en verdores de las trovas del viento, isla de primavera donde se engendra el trino.
Señor, bajo til cielo, árbol nuevo plantamos para cifrar la vida patriarcal de un hombrie que es un árbol de generosos ramos cuyo fuerte amparo se edificó un panal. Arhol y Hombre a un tiempo. Imagen prodigiosa!
La sencillez solemne de este dia tiene un noble comento de biblica poesía y por eso cantarlo quiero yo en esta prosa.
Era un varón perfecto apartado del mal; con sudor y fatiga ganado habia su hacienda y su caudal.
Partió los soles con su férrea mano, su frente se inclinó sobre los surcos el verano doró la cornamenta de sns bueyes; el invierno con sus dones pluviales reverileció en sus y los verdes cafetos florearon en azahares el sol cuajó en cascadas de corales!
Corazón generoso, no endurecido en la fatiga larga gobernó entre los bombres y su ley no fué amarga.
Como un roble que tiene su corazón henchido de vive savia, se desbordó su vida hecha ventura hacia los claros cielos; y bajo su frescura hubo trinar de nidos!
Como una fuente clara que hecha lago se ensancha es su virtud serena de corazón sin mancha.
En su frente pulida por la luz de la aurora algo de luz celeste por siempre se atesora.
En su pecho labriego pulsa un corazón puro como un astro que irradia su amoroso conjuro.
La superabundancia de su vida semeja un cedro de las selvas: su copa verde sube resistiendo tormentas y rodeada de nubes, su tronco es vasto albergue de la menuda abeja. su pie brota el agua; y, de aurora en aurore, firme sobre la tierra el padre sol lo dora.
Le ncompado una tralución hecha por ini de una composi.
ción de Jean Paul Fargue, intitulada En la playa. Se trata de un poetn francés, de vanguardia, desconocido en español. Ignoro si ha lomiticado sus poesias: a mi me ban llegado algunas, may de tar.
de on tarde, en Le Navire argent, En Marge y La Nouvelle Rerne Françaien.
Ricardo Guiraides, sólido pilar de Proas, nice en un articulo sobre Fargas, que acabo de leer. Sa fantasia irrumpe certera en contorsiones de forgos artificiales, que aumentan gumas increibles the color. Se cree uno en plena insensatez. Pero mas tarle, la so leclad nos hace añorar mirajes extraños y adviene entonces is apreciación tardia de cuanto hemos oido.
Verb truculento, insondable, sentimental. Valeroso en el Marcato. Preciso en lo metáforn, De espiritu pantagruélico. La pasión de Fargue engendra con alegria conas superiores a las que existen en la nataraleza.
Los párrafos anteriores. In he tomado de un articulo qae aparece en el número de junio pasado, de la Marne Latine. Es probable que originalmente, fueran escritos en español. pnes no xé que Guiralles. prosista argentino, manejo tan maestramente el francés. Para alivio de mi conei nein, le aviso Ud. que se trata de una retradneción.
Lo xbraza fraternalmente, Mario Santa Cruz en sus campos los maizales queen Agencia del REPERTORIO AMERICANO En vano viene el mar desde el remoto horizonte, para besar tus pies ligeros, porque tú los retiras cuando llegan las olas.
Callas. yo no digo nada.
Tal vez ni siquiera pensamos.
En la sombra una errante luciérnaga, con su pálida luz parpadleante.
vino alumbrar sobre tus ojos glaucos el cálido prisma de una lágrima, gemela de aquella que antaño, me obligaste a beber.
Tus lágrimas son tan salobres, son tan salobres tus lágrimas como las aguas del mar!
Una medusa verde y azul, que anhela saber también, por qué llorando estás.
cruza el terso cristal marino, randa como un ascensor, y estática te mira, mientras tú trazando estas.
con tu sombrilla escarlata, sobre la srena inconstante, los tres casos del teoreida de la igualdad de los triángulos!
Tradnjo MARIO SANTA CRUE Max. Agte, 1977. EN MEXIC. 0: Agencia MISRACHI partado 2430 México, Imprenta y Libreria Alsina. San José de Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Univesidad Nacional, Costa Rica