226 REPERTORIO AMERICANO curas en une petite chaudiere ou cuisaient des pie gesis bíblicas. Cómo les fué dable, en la sobrepelliz que se dan el brazo.
ces assez disparates, mais ou le bouillon edad expansiva por excelencia, trazar esa Ese hábito no les molesta para hablar de nement était fort intenses. Berthelot le línea divisoria infranqueable entre el mun cosas superiores; pero jamás les vendría la enseñó las ciencias que no figuraban en los do de las ideas y este otro, materialista, idea, en un tal traje, de fumar juntos in planes de estudio del seminario, a lo cual absorbente, terreno? En los Souvenirs cigarrillo, de comunicarse humildes propó: retribuyó Renán con la teologia y el he enfance et de jeunesse, cap. VI, Renán sitos de reconocer las más legítimas exibreo. Berthelot compró una Biblia hebrea abunda en consideraciones sobre el parti gencias del cuerpo. He aquí el concepto que todavía está, en su biblioteca, sin cular. El vínculo de profunda afección que que de la ainistad tiene Renán: un coloquio abrir, según creo. Debo decir que no fué se estableció entre Berthelot y yo fué sobre cosas superiores, una permanente absmás allá de los asheras. el laboratorio ciertamente el más raro y singular. De tracción que aleja del mundo en que habipronto me hizo una competencia victorio seguida dirá en qué consiste, a su parecer, tamos los demás. inortales, infinitamente sa. Mas, a pesar de ello, estos dos curio esa rareza. Ante todo, en que el destino hu imperfectos, desde luego, pero más lumasos de saberlo todo pudieron adoptar con biese unido dos espíritus esencialmente ob nos. Renán prevé la. objeción y le sale, al justicia el lema de Pico de la Mirandola: jetivos Los temperamentos objetivos, según encuentro. De todos los hombres afectivos de omnia re scibili» no se distancian por eso, no se avienen con las frivolidades del recuerda a Flaubert. El pobre Flaubert desemejantes que sean las ciencias que se sentimiento. El hombre de ciencia sabrá nunca pudo comprender lo que Sainte Beuve.
proponen ahondar, así el uno escriba la mirar hacia el mundo de los fenóineros, se cuenta en Port. Rojjal de aquellos solitahistoria general de las lenguas semíticas adentrará en las grandes leyes del univer rios que se pasabau la vida en la inisma o se adentre el otro en los principios que so, mas si por acaso vuelve la mirada al casa llamándose Monsieur hasta la muerte.
habrían de echar los nuevos ciinientos de mundo interior, no verá más que un mio Flaubert no podía hacerse una idea de lo la química orgánica (1. En ellos el comer pe. Habituados a mịrarnos muy poco a.
que son las naturalezas abstractas. cio intelectual imponíase con una fuerza nosotros mismos, nos unirábamos muy poco De esa guisa justificaba Renan su egoisirresistible, con una suerte de imperio ca el uno al otro. Nuestra amistad consistía no ingénito. Como buen filósofo, rico en tegórico. No comunicarse una idea parecía en una suerte de coinún fermentación que, ideas y espléndido de forma, recurría a la les una traición a los deberes de la amistad se producía ante los objetos mismos gra terminología apropiada para atenuar la que habían sellado justamente para eso, cias a una notable conformidad de organi crudeza del concepto. Para evitarse, en el para crear en los dominios del pensamiento. zación intelectual. nada más. Ni una caso de tener conciencia de ello, el trance En ninguna parte como en la dedicato. ternura, para escapar al riesgo de caer en de pregonar urbi et orbi: asoy un edoria a Berthelot de los Diálogos Filosóficos el círculo de las amistades que el propio mado egoista. expresaba lo mismo de otra cabe apreciar las características de esa fra Renán llama «vulgares. Et pourtant. inanera. soy una naturaleza abstracta. ternidad intelectual. Más de una vez es. Cuál de los dos trazó là valla infran. hasta qué extremos! No solamente cribe Renán al encontrar en estas páginas queable? No cabe la menor duda de que uno Bertheļot y yo no hemos tenido jamás la ciertas ideas sobre las cuales hemos ha era înás imperativo, frío y abstracto que menor familiaridad, sino que nos avergonblado miles de veces, me he preguntado si el otro. Fué Renán. ué Berthelot? Cuan zaríamos. nous rougirions presques, de ellas eran de usted o mías, de tal modo do se lee al primero, por obra y gracia de pedirnos un servicio, hasta un consejo. Penuestro pensamiento se ha entrelazado des aquella su prosa plástica, nos representa dirnos un servicio sería a nuestros ojos un de hace treinta años, que me resulta in. mos un espíritu refinado y sutil, presto a ecto de corrupción, una injusticia con resposible, en nuestra intima asociación inte todas las dulcedumbres del amor y del sa pecto al resto del género humano: equival.
lectual, distinguir lo que es mío y lo que crificio. Oh! las páginas que dedicara a dría a reconocer que aguardamos algo. es suyo; es como si pretendiesen dividir los enaltecer la memoria de la hermana ejem Ya no cabe dudar en el momento de abrir miembros del hijo entre el padre y la ma plar; las que animan, como de presente, juicio. Mas, con todo, no le discutamos el dre. Unas veces el embriģn de la idea es las horas lejanas de la Bretaña nebulosa. temperamento, tarëa peligrosa y vana. Nade usted y el desarrollo me pertenece; otras melancólica y mística; el plástico retrato ció de esa suerte, indiferente para cuanto el germen ha venido de mí y es usted quien de la madre; la evocación de la iglesia de no fuera el amor de las ideas. El mismo lo ha fecundado. Todo lo que he podido Treguier, de la plaza, de la calleja nise se encargaría de confesar, en una sincera decir de bueno sobre el conjunto del uni rrima; las leyendas lugareñas; el temor de generalización, que no había venido al munverso, quiero que sea considerado como la muerte, la incertidumbre de lo porvenir, do para repartirse con éstos o aquéllos. El de su pertenencia. En cambio, reclamo una todo lo que dista de ser abstracto y es iin seminario, supremo modelador de caractepürte en la formación de su espíritu filo posible traducir sin riqueza emotiva ni pro res, supo inculcarle un principio que gersófico; no sabría tener otra mejor. Berthe funda vida interior, inclinan en favor del minó en su alma como en tierra uberrima; lot confirmaría esa extraña cópula de ideas: bretón y ponen sobre aviso con respecto a la inconveniencia de cultivar las amistaDe mucho tiempo atrás. habíamos renun Berthelot. Según lo aparenteinente lógico des particulares. La Iglesia lo quiere todo ciado a establecer la influencia recíproca y natural, el hombre de laboratorio, insen para sí. No pregonó el Cristo. que quien que cada uno de nosotros ha ejercido en sible y árido como las fórmulas de que es deseara seguirle lo abandonara tolo, bienes, el desarrollo del amigo. taba imbuido, habría sido el autor de esa familia, amigos? Tales amistades escribe Así queda definida, por ambas partes, la amistad intelectual a todas luces extraia Renán eran presentadas como un robo que naturaleza del vínculo que les uniera. No y acaso sig ejemplo.
se le hacía a la comunidad. Esta regla me ha fué una de esas amistades utilitarias y Pero a las veces, según se ha de ver, lo quedado profundamente grabada en el esprosaicas, tales como se entienden y prac que debiera ser lógico no lo es. Los valo píritu. He estimulado poco la amistad: he tican en la vida ordinaria. No se buscaron res se trastruecan. no bien echamos a hecho muy poca cosa por. mis amigos, y para brindarse mutua ayuda en los apre andar por los dominios de lo privado, des ellos han hecho poca cosa por mí. La simmios económicos, iy cuidado si fueron po cubrimos rasgos psicológicos que no siem ple confesión se convertirá en profesión de bres en los comienzos! Jamás cambiaron pre se columbran en las obras. El autor de fe. Querrá algo más, tal como estigmatizar una confidencia sobre asuntos relacionados esa amistad que no admitía expansiones de esa clase de compromisos que coartan la con la vida privada de cada uno, como si llaneza, líricas o sentimentales, no fué el independencia personal: Una de las ideas sus siluetas humanas se desvanecieran más quimico sino el exégeta bíblico, el pintor que con frecuencia tengo que coinbatir, es allá de la mecánica celeste o de las exé do retratos y paisajes históricos, el apolo que la amistail, como de ordinario se engista de la Acrópolis y del milagro griego. tiende, es una injusticia; un error, que no (1) Berthclot, en el prefncio que puso en 18 al Dejémosle explicar cómo entendía y expli os perinite ver nada más que las cualidavolumen de su correspondencia con Renán declara caba ese vínculo: Cuando trato de repre des de uno solo y os cierra los ojos con lo que sigue: con la confianza ingenua de la jnsentarme el caso único. unique paire. respecto a las cualidades de otras personas ventud, propuseme completar mis estudios sobre los principios de todas las ciencias, de amigos que hemos sido, me figuro a dos más dignas quizá que las de vuestra sim. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.