292 REPERTORIO AMERICANO Cuento de Hadas TEMES la abuelita blanca, blanen nosotras creen y esperan.
ca, empezó así: Un momento de angustia Reunidas bajo un almendro se posó entre aquellas marien flor, las hadas alegres Para la escuela VITALIA MADRIGAL posas del encanto: todas mecomo una pascua se. decían ditaban, éstas escurrían su sus secretos de oro, sus anpensamiento por senderos gustias de ayer, sus entusiasnunca visitados, aquéllas conmos de hoy, sus esperanzas. sultaban las cosas muchas de mañana y de siempre.
veces vistas, las de allá evoEl viento curioso las hacia caban los paisajes de almas vibrar como cuerdas de arfrecuentemente admirados, las pas vivas, las llevaba de aqui más cercanas reposaban sus hacia allá en delicioso balanfrentecitas divinas sobre las ceo que les recordaba sus manos, como sintiéndose enhoras de intensa niñez.
fermas de improviso.
Jugaban, reian, se gritaban Tienes razón dijo una las unas a las otras sus nomde las más decididas nos bres de encanto, que las brifalta ese poder sobrehumano.
sas juguetonas iban meciendo Es preciso obtenerlolentamente hasta llevarlos a afirmó con enérgica decisión los oídos ingenuos de los una miniatura vestida de cielo, hombrecitos y de las mujer. cómo. repuso, decitas de mañana.
sesperada, una mujercita vesLas hiedras jóvenes estretida, precisamente, de espechaban, amorosas, el abrazo ranza.
eterno, en el que se eviden Vamos al mundo acon.
ciaba su cariño hacia los sesejó la misma que en aquella culares troncos de encina.
ronda de felicidades había Era aquella una ciudad de sembrado la duda. Vamos ensueño sumergida en el al mundo y tal vez, allá, entre blanco perla del claro de luna.
las mujeres, nuestras semeY las traviesas mujercitas jantes, encontraremos ese pose decian en voz alta sus fader.
cultades sobrenaturales como así lo decidieron: tres de si quisieran maravillarse las las hadas invisibles se traslaunas a las otras.
daron a las ciudades en busca Yo transformo las oscudel misterioso talismán que ridades de la noche en la les permitiera hacer de oro brillante luz de la aurora.
Vitalia Madrigal, las almas. Yo despierto los trinos en escucharon las soberbias las gargantas privilegiadas de educadora distinguida de Costa Rica. Falleció en esta ciudad el 21 de abril pasado. este semanario le dispretensiones de un obrero los pájaros.
acostumbrado a modelar el Yo cubro de botones, en penso en todo tiempo, acogida afectuosa y protección resuelta. Amaba, vigilaba, servia. No será posible olvidar metal valioso: en sus manos los amaneceres, los rosales la sonrisa hospitalaria de sus ojos grandes, ni la mente las barras de oro, por eny los claveles, las violetas y clara y flexible, abierta a las incitaciones del Espíritu. canto se transformaban en los. pensamientos, las marlas miniaturas más deliciosas.
garitas y los alelies.
Era el milagro del esfuerzo yo engalano, con mis matices, esos mismos y la habilidad; pero eso no satisfizo a las hadas botones de que tú hablas.
exigentes. Yo lleno de amor las almas ingenuas.
Oyeron las prédicas vanidosas de un filósofo De mis caricias están ansiosos las zagalas y los vagabunda mente que fingia estar siempre demasiado mancebos. ocupada que pretendía hacer, de una escoria des En mí encuentran refugio los corazones ator preciable, un valioso pedazo de oro. las hadas mentados.
traviesas se alejaron, burlándose de la infinita vani Yo convierto las penas en flores y las angusdad humana.
tias en esperanzas. a una mujer bella, llena de todas las seduc De mi se acuerdan en seguida quienes han suciones, la oyeron ufanarse diciendo que en la apafrido una desilusión, porque, en mi compañía, sus riencia frágil de sus miradas, en la existencia fugaz espiritus se impregnan del olvido bienhechor.
de sus sonrisas, había tanta fuerza, habia tanta eter La paz derramo en quien a mi refugio se acoge. nidad que capaces eran del milagro que se les pe De caridad cristiana se llena el que me evoca.
dia: hacer de oro las almas. Conmigo todo es placer, todo es encanto De aquella evocadora de ensueños se apartaron. Sin embargo dijo una, tal vez la más pequeña con tristeza, las hadas puras: en su ingenuidad no de todas las hadas sin embargo, apesar de nuestro comprendían muchas cosas que los hombres, vani. poder.
dosos, fingian comprender sin haberlo logrado nunca. Qué pretendes insinuar? interrumpió un lindiY conocieron palacios de oro que encerraban alsimo ser alado de aquéllos que en el enjambre mas de barro; visitaron ciudades de encanto en donde delicioso, jugaban entusiastas y reían con risas arnadie soñaba, porque las miserias de los demás obligentinas, plenas de felicidad.
gaban a todos a no dejarse vencer por la fatiga; tra Apesar de nuestra fuerza infinita, no nos es taron gentes que, siendo de vida fugaz, contemplaban, posible hacer de oro las almas de los mortales que como si fuesen eternos, el desfile trágico de las ho Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica