94 REPERTORIO AMERICANO LA EDAD DE ORO Lecturas para niños (Suplemento al Repertorio Americano)
La guerra de los pacarés (1. En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado un hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil. Comian pescadlos, bichos que iban a tomar agua al río, pero sobre todo pescados. Dormían la siesta en la arena de la orilla. y a veces jugaban sobre el agua cuando había noches de luna.
Todos vivían muy tranquilos y contentos. Pero una tarde, mientras dormían la siesta, un yacaré se despertó de golpe y levantó la cabeza, porque creía haber sentido ruido. Prestó oído, y lejos, muy lejos.
oyó efectivamente un ruido sordo y profundo. Entonces llamó al yacaré que dormía a su lado. Despiertate. le dijo. Hay peligro. Qué cosa. respondió el otro. alarmado. No sé contestó el yacaré que se había despertado primero. Siento un ruido desconocido.
El segundo yacaré oyó el ruido a su vez, y en un momento despertaron a los otros. Todos se asustaron, y corrían de un lado a otro con la cola levantada. no era para menos su inquietud, porque el ruido crecía, crecía. Pronto vieron como una nubecita de humo a lo lejos, y oyeron un ruido de chás chúx en el río, como si golpearan el agua muy lejos.
Los yacarés se miiraban unos a otros: qué podia ser aquello?
Pero un yacaré viejo y sabio, el más sabio y viejo de todos, un viejo yacaré a quien no quedabani sino dus dientes sanos en los costados de la boca, y que había hecho una vez un viaje hasta el mar. dijo de, repente. Yo sé lo que es. Es una ballena. Son grandes y echan agua blanca por la nariz! El agua cae para atrás. Al oir esto, los yacarés chiquitos comenzaron a gritar como locos de miedo, zambullendo de cabeza. gritaban. Es una ballena. Ahí viene la ballena!
Pero el viejo yacaré sacudió de la cola al yacarecito que tenía más cerca. No tengan miedo! les grito. Yo sé lo que es la ballena. Ella tiene miedo de nosotros. Siempre tiene miedo!
Con lo cual los yacarés chicos se tranquilizaron.
Pero en seguida volvieron a asustarse, porque el lumo gris se cainbió de repente en humo negro. y. todos sintieron bien fuerte ahora el chis chúx chus en el agna. Los yacarés, espantados, se hundieron en el rio, dejando solamente fuera los ojos y la punta de la nariz. asi vieron pasar delante de ellos aquella cosa inmensa, llena de lum. y golpeando el agua.
que era un vapor de ruedas, que navegaba por primera vez por aquel río.
El vapor paso, se alejó y desapareció. Los yacarés entonces fueron saliendo del agua, muy enojados con el viejo yacaré, porque los había enganado diciéndoles que eso era una ballena. Eso 110 es una Tallenn. le gritaron en las orejas, porque era un poco sordo. Qué es eso que paso?
El viejo yacaré les explicó entonces que era u vapor, lleno de fuego, y que los yacarés se iban a morir todos si el buque seguía pasando.
Pero los yacarés se echaron a reír, porque creyeran que el viejo se había vuelto loco. Por qué se iban a morir ellos si el buque seguía pasando. Estaba bien loco, el pobre yacaré viejo! como tenían hambre se pusieron a buscar pescados.
Pero no había ni un pescado. No encontraron un solo pescado. Todos se habían ido, asustados por el ruido del vapor. No había más pescados. No les decía yo? dijo entonces el viejo yacaré. Ya no tenemos nada que comer. Todos los pescados se han ido. Esperemos hasta mañana. Puede ser que el vapor no vuelva más, y los pescados volverán cuando no tengan más miedo.
Pero al día siguiente sintieron de nuevo el ruido en el agua, y vieron pasar de nuevo el vapor. laciendo mucho ruido y largando tanto humo que oscurecía el cielo. Bueno. dijeron entonces los yacares el buque pasó ayer, pasó hoy, y pasará mañana. Ya no habrá más pescados ni bichos que vengan a tomar agua. y nos moriremos de hambre. Hagamos entonces un dique. Si, undique! un dique. gritaron todos, nadando a toda fuerza hacia la orilla. Hagamos un dique!
En seguida se pusieron a hacer el dique. Fueron todos al bosque y echaron abajo más de diez mil árboles, sobre todo lapachos y quebrachos, porque tienen la madera muy dura. Los cortaron con la expecie de serrucho que los yacarés tienen encima de la cola; los empujaron hasta el agua, los clavaron a todo lo ancho del río, a un metro mo le, otro.
Ningin buque podía pasar por allí, ni grande ni chico. Estaban seguros de que nadie vendría a espantar a los pescados. como estaban muy cansados, se acostaron a dormir en la playa, Al otro día dormían todavía, cuando oyeron el chos chis chiis del vapor. Todos oyeron, pero ninguno se levantó ni abrió los ojos siquiera. Qué les importaba el buque? Podía hacer todo el ruido que quisiera: por allí no iba a pasar.
En efecto, el vapor estaba lejos todavía cuando se detuvo. Los hombres que iban adentro mirarou con anteojos aquella cosa atravesada en el río. y mandaron un bote a ver qué era aquello que les impedía pasar. Entonces los yacarés se levantaron y fueron al dique, y miraron por entre los palos. riéndose del chasco que se había llevado el vapor.
El bote se acercó, vió el formidable dique que habían levantado los yacarés y se volvió al vapor.
Pero después volvió otra vez al dique, y los hombres del bote gritaron. Eh, yacarés. Qué hay. respondieron los yacarés, sacando la cabeza por entre los troncos del dique. Nos está estorbando eso. continuaron los lionbres. Ya lo sabemos. No podemos pasar. Es lo que queremos. Saquen el dique. No lo sacamos!
Los liombres del hote hablaron un rato eu voz lvä ja entre ellos y gritarón después. Yacarés. 1) Caimanes. Este document es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica