282 REPERTORIO AMERICANO como un tras de los días de brega y desam volver a erguirse, el señor Suárez, que viar el rayo que veía desprenderse paro, el culto colombiano a los gran entra a la historia con merecimientos entre in fragor de truenos. Como lo des señores del espíritu. amaba esta que le hacen doblegar las espaldas y habían herido también él iba a herir.
tierra con ternura, con lágrimas, con que ya no provocará más a nadie con la einpuñó como una daga que infinita piedad, como un niño que se su estoque temible, irá a ganar en el gozosa o rabiosamente se clavaba en recreara con los paisajes maravillosos examen que la justicia le haga. Ya las carnes enemigas.
de nuestras cordilleras y le descontará lo que en el fué acerbia, Espectáculo trágico y solemne el varón resizelto y animoso que por rencor, pasión tremenda, que sabía de esa lucha de un hombre contra ella hubiera vertido gota a gota la diluír o condensar, según el caso, en todos! Ante la algarabía de los sordos sangre. Cuántas veces no dijo cofipla palabras y en imágenes que condena voluntarios, diciendo y repitiendo, y cido, recordando el verso de don Al ban, a quien de ellas llegaba a ser volviendo a decir y a repetir, no sólo berto Lista, que sólo conocía el río objeto, a la exasperación o al ridículo. sus descargos sino la lista exacta de de la patria! cómo fué divina aque Pero ya le abandonará también sus las obras de adelanto que le debía el lla exclamación, sobre la cual des sufrimientos. ya dirá cómo un día país a su gobierno, se defendía y cienden en este minuto de tristeza fueron, entre nosotros, crueles e ingra acometia, animoso y constante, sin las luces de lo alto. Colombia, tierra tos los hombres.
más lanza y escudo que su estilo.
buena a quien venero. dulce Argos Extraordinario, inusitado, de una Jamás una pluma sirvió tanto ni de que deseo sea objeto de mis últimas gravedad ascética, fué su sacrificio manera tan firme y oportuna! Al sevisiones»
para bien del país. el hombre po ñor Suárez le gustaba, en los lances Lo fué de las últimas y lo fué de deroso que habitaba el palacio de la periodísticos, el olor de la pólvora.
las primeras. Física y espiritualmen Carrera, rodeado de amigos zalameros Pero de pronto venía la depresión.
te, Colombia fué el máximo objeto de y obedientes, pasó a reanudar el an Ningún espíritu resiste esa tensión su contemplación. Cómo quiso servir tigno coloquio con los libros entre los sostenida. Dolencias físicas se agrela y cómo penetró en los viejos pa escuetos muros de su hogar francisgaban a sus quejas morales para sopeles y en los textos difíciles para cano. Pasaron los días solares de limeterlo y vencerlo. En busca de reconocer sus derechos, para defender sonja y de fortuna. En estos días lluposo iba a los místicos. era la los y para guiar la política externa viosos ya no le visitaban sino contados elevación. Los ojos que interrogaban por senderos de tolerancia y de fra fieles. El. Eclesiastés y Kempis le a lo alto para averiguar el secreto ternidad, enamorado de esa armonía habían dicho la vanidad de los hono de tantas desventuras iban perdiendo que en lo relacionado con las naciores, que por otra parte su sencillez la expresión ansiosa adquiriendo el nes más próximas estimaba como un rechazaba. Tuvo el orgullo de sú hu contento de algo ambicionado y enmandato solemne del Libertador y mildad como un consuelo, y con sar trevisto. Era su fe profunda. Era la como una enseñanza irrevocable. de cástica sonrisa se puso a meditar en fe adquirida en el regazo de su madre, Cristo. En todo esto, hasta en sus que todo pasa como las nubes y como donde aprendió también que el hogar errores, hasta en aquellas aptitudes las sombras. Acaso pensaba en el es lo único que en el mundo camhumildes que los jóvenes le reprochá olvido, y como Carlos en el mo biante no tiene traiciones ni amargumos, hubo un impulso patriótico. nasterio de Yuste, sólo quería el ol ras. se elevaba a Dios. De aquel no lo digo solamente ahora. Lo dije vido.
viaje prodigioso, realizado en pos de en plena lucha, lo dije en plena Con Pero quedaba pendiente una acusa Santa Teresa hacia las moradas del vención Liberal, en el año 21, cuando ción ante el senado que él consideraba castillo interior, cuando acaso sintió el señor Suárez, con ademán que seinjusta, y seguía ļlegándole en los el corazón transverberado, descendía guirá creciendo en la historia, hizo diarios el rumor de la diatriba. Vivió con expresiones milagrosas, etéreas, dejación de la primera magistratura, su tempestad. Enloquecido, internán escritas con algo conquistado al azul, ante el asombro del mundo, por no dose en ella, tal vez para encontrar la cual si en el vuelo hacia el empíreo perjudicar la suerte de un pacto que anestesia del dolor que se desborda, le hubiera arrancado a una águila una consideraba de importancia esencial debió exclamar como el rey de la pluma para escribir una oración que para Colombia.
tragedia shakespereana. Brama y reflejara su visión y su amor. Así ¡Cómo es de justo que al ataúd en desencadenate, joh viento. desplegan surgió la Oración a Jesucristo y así que halló al fin el reposo lo envuelva do todo tu furor. Huracanes, cataratas en los Sueños quedaron engastadas, la bandera! Deben estremecerse las y tempestades, derramad vuestros to como ofrenda del creyente, chispas sedas que aprisionan al que hizo más rrentes sobre la tierra; fuegos sulfu rutilantes que se dirian de estrella.
vivos sus colores con la fama de hu rosos, ejecutores del pensamiento, em Nunca salió de Colombia. Pero hizo manista y supo humedecerlas con la bajadores del rayo que estalla y rom viajes frecuentes a los astros.
grimas de jubilo el día de la victoria pe las encinas, abrasad mis canas: El que ahora emprende es ya deo de tristeza, el día del vencimiento horrísono trueno que todo lo conmue finitivo. La carne triste que la tierra en cualquiera de los afanes que la ves, aplasta el globo del mundo, desse traga va a servirle para misteriopatria padeciera. Yo no digo ni ante troza todos los mundos de la naturasas y tétricas combinaciones. Pero el la tumba que fué acierto lo que un leza y extermina los gérmenes todos espíritu libre que animó la materia día llamé error. ni pienso que la que producen el hombre ingrato. al salir de la cárcel debió gritar: Homuerte cambie la esencia de los su Tras una breve pausa, como el rey sanna! El señor Suárez tenía una vieja cesos que pasaron y de las cosas que Lear debió seguir diciendo. Descar cita, la cita con los amados do su fueron. Digo, y con ello no hago sino gad sobre mí todo el furor de vuestros corazón que tan delicadamente recorrepetir algo que fué grato al corazón crueles fuegos; soy vuestro esclavo daba en sus Sueños, y se ha ido a del ser que hemos perdido, que las sumiso, pobre y débil anciano abru cumplirla. En él, como en Anatole intenciones del señor Suárez en ma mado bajo el peso de los achaques y France, la exclamación postrera ha terias internacionales fueron, aun en el desprecio, y sin embargo tengo el debido ser. Madre. Nada tan emolas declaraciones y movimientos que derecho de llamaros cobardes. En cionante ni tan bello, tan orgulloso le combatimos y que hoy volveriamos cuanto a mí, más males sufro que he ni tan digno, como el culto que supo combatirle, intenciones sagradas. cometido. Ahí debió detenerse. No rendirle en la vida y en la ausencia Apagado el estruendo de la lucha estaba tomada de orin la pluma ma a esa mártir que lo llevó en su seno porque el gladiador cayó para no gica. Con ella en la mano podía des y que al arrullarlo en la choza que a Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica