289 REPERTORIO AMERICANO.
Las lágrimas de Väinäimöinen En el runo o canto XL del Kalevala, la epopeya finlandesa (que es a modo de un romancero mitológico) se nos cuenta, o mejor, se nos canta, como de la mandibula de un sollo hizo el héroe «viejo y resueltos: Väinäimöinen un arpa de huesos de pez.
De los dientes del sollo hizo sus clavijas y le puso por cuerdas: cerdas del caballo capón de Hiisi, el Genio del Mal, algo como la Loki escandinava. Niños y niñas, mozos y mozas, adultos y ancianos, fueron a ver el instrumento. Väinäimöinen les invitaba a que tocaran en el arpa de huesos del pez; lo hacían y no sacaban de ella sonido alguno; no sacaban música del arpa hecha con el pez mudo. eso que los peces hablan y hasta cantan en el Kalevala. los antiguos griegos hacían liras con la concha de la tortuga.
El alegre Lemmirkainen, otro de los místicos héroes fineses, quiso tocar en el arpa de sollo y, tampoco la hizo sonar. La llevaron a Pohjola, la tierra enemiga, y en esta tierra y tocada por sus hijos, las cerdas del caballo de Hiisi plañían tristemente. Un ciego, al oír aquellos discordantes sones, pidió que la echaran al agua, pero el arpa habló y dijo con su lengua que no quería hundirse en el agua, sino que la llevaran a que la tocase el que la había hecho. la llevaron a Väinäimöinen.
En el runo XLI se nos canta cómo este héroe, el viejo encantador se lavó los dedos, tomó el arpa, se sentó en la piedra de la alegría, en la piedra del cantor, en una colina brillante de plata y se puso a tocar aquélla. Del aire, de la tierra, del agua, acudieron a oirle: lobos, osos, ardillas, armiños, lices, águilas, halcones, patos, cisnes, los hijos de la Creación, los sollos, desde luego, y niños, hombres y mujeres. ĘI Orfeo finés reunió en torno de su arpa dę sollo con cerdas del caballo de Hiisi a los seres animados y hasta a los inanimados. Tocó un día y otro y no hubo persona humana que no rompiera a llorar. Se les fundían los corazones. Lloraban los jóvenes y los casados y las casadas y los ancianos y los niños pequeños. De qué lloraban. De dolor o de placer?
Lloraban de lloro puro, de llanto universal, podríamos decir.
El mismo viejo Väinäimöinen sintió que rodaban sus lágrimas de sus ojos a sus mejillas, de éstas a la barba, de la barba al seno palpitante, del seno a las fuertes rodillas, de las rodillas a los pies, de los pies al suelo y de alli, llegando a la margen del lago azul iban a sumergirse en sus aguas. Väinäimöinen pidió a los jóvenes que recogieran de bajo del agua sus lágrimas y no osaron; se lo pidió a un cuervo, que lo rehusó y luego fué a un pato azul, el que buscó bajo el agua rutilante las lágrimas del encantador. y encontró en el lago las gotas de lágrimas. trans.
formadas en perlas, en las perlas azules de la concha.
La leyenda es hermosísima y podemos poner en ella simbolo que no pusieron los que la forjaron ¿De qué lloraban los que oían el arpa de Väinäimönes. De dolor universal. De alegría? Cuando la tocó en Pohjola, los héroes de esta tierra, enemiga de la tierra Kalevala, sintieron deleite y, maravilla, las bocas de las mujeres comenzaron a reir y de los ojos de los héroes brotaron lágrimas y al último se les fué la fuerza; cayeron amodorrados y Väinäimöines les sumió en el sueño. Les domó con la música del arpa de sollo.
Las lágrimas del encantador, del mago, del poeta, no eran como las lágrimas de los demás héroes y de los demás mortales; eran lágrimas que en el fondo del agua del lago azul (hecho acaso de lágrimas de las cosas y de hombres) se convertían en perlas.
Las lágrimas del poeta; se hacen perlas, y brillan como diamantes. acaso, como los diamantes son duras. Son lágrimas cristalizadas. Pero lágrimas que brotaron ante el universo.
El canto es en el Kalevala el arma más poderosa.
Está llena la epopeya finesa de encantamientos y de sortilegios. En aquellas soledades lindantes con Laponia, en los campos de nieve helada el canto debe de resonar con una pureza que no conocemos los que vivimos en tierras de niebla suelta. allí, donde el agua sólida, el agua cristalizada, las perlas de agua, abundan tanto como el agua fluyente y líquida, alli deben de comprender lo que es una lágrima cristalizada, lo que es un cantar cristalizado.
En un libro de Anatolio Le Braz, el admirable cantor de Bretaña, hemos leido lo que es el silencio en los mares de Islandia y cómo resuenan en aquellas soledades marinas casi polares los cantos de los pescadores bretones. Debe de ser como el eco de un cantar en la cima de una montaña en un dia de cielo desnudo y como de acero, mientras acaso la.
bruma vela a los valles. hay que oír esos cantares que se destacan del silencio ambiente.
Las lágrimas de Väinäimöinen eran sus cantares mismos, el canto de Väinäimöinen, el encantador, era el que moldeaba sus lágrimas que al rodar de los ojos a las mejillas y a la barba y al seno y a las rodillas y a los pies y, al suelo y al lago azul se llevaban la música en su sal; la sal de las lágrimas de Väinäimöinen era melodiosa. esa sal melodiosa, esa sal brotada de sangre de hombre, formaba las perlas. Perlas brillantes y duras, perlas que no hay molino que pueda moler. El calor que ha hecho falta para producir los diamantes! los diamantes, suelen ser frios y son secos y duros. hay diamantes de palabras, poemas secos y duros que han barotado de un horno de pasiones humanas. ¿cómo es que el arpa misteriosa que hizo brotar esas perlas de lágrimas estaba hecha con la mandibula de un sollo y con las cerdas del caballo de Hiisi?
Aquí tendríamos que detenernos a ver lo que los. peces son en el Kalevala y. qué especie de sirenas, muy otras que las de la Odisea, aparecen en esa epopeya de Finlandia. Los peces de las soledades del silencio ártico no son enteramente silenciosos.
MIGUEL DE UNAMUNO (Caras y Caretas. Buenos Aires. Imprenta y Libreria Alsina. San José de Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronića Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica