Death Sentence

218 REPERTORIO AMERICANO.
se.
tarde escribí sonetos y poesías rato en comprar el diario. Si libro, El bonete maulino, y otro da con relieve su vida, desde de diversa clase, en gran núlo adquiría me tendría. que aun no coleccionado, El colo sus orígenes hasta su muerte.
mero, pero de ellos he conser volver a mi barrio a pie, por colo. También pienso recoger Ya está todo investigado sobre vado sólo unos cuantos. Mi que llevaba en el bolsillo la las noticias que ella me ha esta figura. Talta ahora hacer primera publicación en Chile última moneda de diez centa dado de algunos de mis ante la novela de esa vida privifue en Los Dicz. y poco des vos. Lo compié, al fin. Allí pasados, que tienen una listo legiada.
pués mi nombre fué colocado estaba la noticia del resultado ria curiosa y accidentada, en Hablando de lecturas, el auen la Pequeña Antologia, que del crincurso; yo había obteni una novela. Se trata de unos tor nos cuenta la impresión editó esta misma rerista.
do el segundo premio, que era tíos míos, cuyas liazañas son que le han producido las no ¿Y cómo llegó usted a esde ciento cincuenta pesos.
verdaderamente sugestivas. velas de Proust, en las cuales cribir cuentos. Después fué Caras y CareCuando escribo sobre un tema ha visto, procedimientos nueEso fue cosa de pura tas la revista que abrió otro que se me ha dado, como en vos, dignos de la mayor aten casualidad dice con sencillez concurso de cuentos al cual el caso de los cuentos que he ción. Un escritor dice Yo estaba entonces en Bue presenté El hombre de los ojos oído a ini madre, casi no pue siente sorprendido por el tanos Aires, muy pobre y sin azules, que en mi libro apare do agregar nada mío. Otra lento literario de ese hombre trabajo, desde hacía mucho ce con el nombre de Leyendas cosa muy distinta es cuando que con su análisis llega tan tiempo. Un día ví en un diade la Patagonia. Obtuve uninvento yo mismo las peripe. adentro.
rio leído la ventura la notitercer premio. Esto me abrió cies, como en Un espíritu inConversamos en una pastecia de un concurso de cuentos.
las puertas de la revista, ep quieto.
la lería central, acodados en la Faltaban pocos días para que cual publique después versos. Tiene otros trabajos en mesita que decoran dos platos se cerrara el plazo de adinipreparación?
y otro cuento, Un espiritu indecimos luego.
de helados con los cuales presión, y tuve que escribir rapi quieto. Si, varios. En el otoño tendemos. dominar el calor damente mi cuento titulado Vanuel Rojas es un mimado debe publicar Nascimento un ambiente. El escritor habla La Laguna, recuerdo de mis libro de versos, en el que reude la suerte en los concursos frente a nosotros con sencillez.
trabajos en la cordillera. Un literarios. En el de cuentos de no mis poesías antiguas y alParece que le agrada recordar amigo lo copió a máquina y yo gunas nuevas, escritas hace El Mercurio, cuyo resultado los hechos de su vida. pasada, alcancé a presentarlo el mismo ha sido conocido hace poco, poco. Tengo también la intenrememorar a sus antiglios comdía que se cerraba el certainen.
ción de hacer una serie de tres obtuvo dos recomendaciones Confiaba en el jurado, que españeros de padecimientos y relatos santiaguinos en que por dos hermosos trabajos, de alegrías y traer hasta su chartaba compuesto por el poeta a parezca sintetizada la vida los cuales se ha publicado ja la el eco de sus ensueños de argentino Calou, muerto hace de la ciudad. No todo ha de el titulado El raso de leche.
otros días. Su rostro enérgico poco, Julio Barcos y un escriser explotar los dichos y las se pliega en sonrisa de bontor mexicano, cuyo nombre no Interrogamos al autor sobre artimañas del campesino. Fidad que le descubren los dienrecuerdo.
su labor y nos responde: nalınente, me ha interesado tes blanquísimos, sanos, fuer» Pasó cerca de un mes sin Mi madre sabe muchas sa sobremanera la vida de Altes como peñascos. Sus manos, que el jurado terminara su brosas historias que me han magro el conquistador. Qué que han manejado chuzos y labor de selección, y yo cada servido para escribir algunos riqueza de matices en alzado fardos y cajones, desdía más pobre. Una tarde, desde mis cuentos y que me da existencia, qué colorido, que trozan la frágil servilleta de pués de haber ido a ver a un rán tema para muchos traba cantidad de aventuras! Ne senpapel.
amigo a las afueras de Buenos jos. Ella me ha hecho posi tiría feliz si pudiera hacer un Aires, estuve vacilando largo ble hacer un cuento de mi libro en que apareciera narraRAÚL SUYA CASTRO esa PANCH Bandidos en los caminos sin piedad alguna, aquella traición.
Hermanito. gritaron al encontrarse. se abrazaron, llorando. AXCIO el Largo y su antiguo camarada de aventuras, el huaso Blanco Encalada. De El Jercurio. Santiago de Chile tenían que practicar aquella noche cierta pequeña y delica tierra angustiosamente, se vol Entraron. Para llegar a las hada diligencia.
vió al sur, en busca de sus can bitaciones del patrón tuvieron Separados, por azares del ofi chas de antaño.
que atravesar un estrecho cocio, durante varios años, ha Pancho el Largo no le ha rredor de madera y en ese cobíanse reunido en Santiago poco bía ido mejor. Culpado de un rredor se encontraron con lo tiempo antes. Volvía del norte salteo con homicidio y viola inesperado. La policia había el huaso, después de una acci ción, salteo que no había come quitado una tabla de la pared dentada campaña en las regio tido, estuvo dos años en la cár y en el agujero que quedó, los nes mineras. Pancho el Largo, cel; fué condenado a muerte, guardianes abocaron sus caralibrado inilagrosamente de una şalvado de esa condena gracias binas. Cuando la banda, que reciente condena a muerte, ba a la solicitud y viveza de su caminaba sigilosainente por el bía vivido del juego en los úl abogado; instaló una casa de obscuro corredor, llegó frente timos tienpos.
juego, en la cual la mala suerte al agujero, una descarga la fulMal les había ido a los dos lo persiguió también, obligán minó. Solamente se salvaron en esos años de separación. En dolo a abandonarla.
dos: Pancho el Largo, que iba una aventura por las tierras Se encontraron como una ma el primero, y el huaso Blanco de Atacama, el huaso fué aban no amiga encuentra a otra, más Encalada, que había quedado donado en el desierto por sus amiga aún. Su separación ha de loro afuera.
compañeros, casi muerto de sed, biase debido a motivos inuy Eu la noche, perdidos, cada sin inás compañía que su cara graves. Combinados para veri uno huyó por donde pudo. bina recortada y una lata con ficar un salteó, alguien los de de resultas de ello, el huaso se un poco de agua. Salvado por lató a la policía. Llegaron a la fué a Copiapó y Pancho el Lar. un coya que lo encontró cuan. casa del fundo, confiados, igno go al sur, no sin antes vengar, do ya la sed le hacía arañar la rantes de lo que les esperaba. de la mejor manera que pudo y La fuerte luz de la luna llena dibujaba sobre el suelo las sombras movibles de aquellos dos hombres y de sus cabalgaduras.
Marchaban al paso largo de los caballos, sin hablar, arrebozados en sus gruesas mantas.
Helaba. Los caballos arrojaban parejos chorros de vapor por las nerviosas narices y al pisar los pequeños charcos de agua de la calle, la escarcha sonaba al resquebrajarse en delgadas y frías agujas.
Poco a poco iba disipinuyendo la edificación. La ciudad terminaba con sus últimos miserables rancherios; y dę pronto, al dar vuelta un callejón, el campo apareció ante los ojos de los hombres, ancho, claro, con sus chacras y sus potreros. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica