238 REPERTORIO AMERICANO Mi Don Francisco Giner (1906. 1910) La estrategia de Don Francisco (Conclusión de este capitulo. En otra ocasión tuve que tratar directamente con persaban a enseñar en los Institutos de provincias. El Sanpedro y confieso que perdí los estribos. El asunto es Abuelo los sostenía con una correspondencia a veces tan curioso que aunque sea aquí algo fuera de lugar, diaria, para animarles en un medio si no hostil, siempre quiero mencionarlo. Desde hacía tiempo en Barcelona se indiferente a las cosas espirituales. Clarín nos ha dado había venido trabajando para crear una Escuela Naval en uno de sus cuentos, como una parábola del joven de Comercio, en un buque escuela, como los había en profesor de provincias que desesperándose al principio otras naciones No era nada fantástico ni nuevo; se ha acaba por naufragar en la vulgaridad de una ciudad de bían reunido fondos, la comisión que debía organizarla segundo o tercer orden. Tiempo atrás Don Francisco tenía en caja, si recuerdo bien, treinta mil duros. No sé había creído resolver este problema, colonizando con aún por qué me hicieron a mi secretario de esta comisión grupos de escogidos, algunas Universidades e Institutos como de tantas otras (sin sueldo naturalmente. y con para no dejar a los reformados completamente solos y de, todo mi afán trató de llevar a la práctica el proyecto. aquí la tentativa de la Universidad ade Oviedo, de los Conseguimos que las Cortes votarau unas becas para grupos de Valladolid, Valencia, Salamanca, Zaragoza, etc.
pensionados en esta Escuela Naval. Maura quiso que fuera Pero este sistema, si bien tenía la ventaja de mejorar el un pensionado de cada provincia (como si Jaén tuviera ambiente intelectual de la provincia, dejaba a cada estuel mismo interés y derecho que Barcelona o Bilbao. y dioso aislado en su especialidad; no se podía reunir a el bendito Sanpedro aceptó la partida en el presupuesto todos los arabistas en Zaragoza, donde no había más que de Instrucción sin murmurar. Con la subvención del una cátedra de árabe, ni a todos los que hacían socioloEstado y el dinero que ya teníamos se podía realizar la gía en Oviedo. ni se podían hacer bibliotecas de todas Escuela; contratamos pues un profesor de la Escuela de las especialidades en cada uno de estos centros; pronto Comercio de Friburgo, en Suiza, que era católico, para se manifestó pues la conveniencia de centralizar el esdirigirla y hasta fuiinos a comprar un buque de la Com fuerzo científico en Madrid, por lo menos para empezar.
pañía Menorquina de Vapores, que nos hizo un contrato La obra de vivificar las Universidades provinciales, esinspirado en el más alto patriotismo. mi regreso de pecializándolas, que hicieron Bayet y Liard, en Francia, Mahón, con nuestro técnico naval, que era un excelente era prematura para España. Fué doloroso, pero pudo hombre de mar, el Capitán Don Salvador Maristany (el comprobarse que cuarido con mucho esfuerzo se reunía que entró en Cuba cuando el bloqueo con el vapor un grupo interesante en una Universidad de provincias, Montserrat. fuimos a Madrid con el presidente de la no tenía la vitalidad necesaria para transformar aquel Comisión de esta Escuela Naval, para cobrar la partida viejo centro de enseñanza y algo de su esfuerzo se maldel presupuesto del Estado. Desde el primer momento gastaba en miserables luchas con los que representaban comprendimos que Sanpedro no pagaría, que era inútil la tradición, que en España significa inmovilidad y rutina.
cuanto le dijéramos; al hacerle observar que las Cortes Tuvo pues que abandonarse el roinántico proyecto votaron el gasto se encogía de hombros, al recordarle de sembrar por toda España la gente nueva: cuando yo que él aceptó el proyecto se rascaba la calva o se tiraba conocí a don Francisco estaba cabalmente convencién. la barba, pero bien decidido no firmar la orden de dose de la necesidad de concentrar la poca cultura que pago. teníamos en la capital y estaba desesperado por ello.
Nos tuvo ocho días esperando inútilmenté. Por qué Representaba un cainbio de estrategia, cainbiar la direcme importunan así. dijo al fin.
ción en que habían trabajado varias generaciones. cra Nosotros no deseamos iinportunar al señor minis realmente trágico abandonar ciudades que habían restro, contesté yo, sólo descamos ejecute lo que dispusieron pondido como Oviedo, pero ¿qué hacer? En Madrid el en el Parlamento.
Estado necesitaba técnicos, sería fácil crear pequeños ¡Y usted quién es para saber lo que yo tengo que organismos de cada rama del saber con los especialistas hacer! replicó Sanpedro, irritado.
dispersados en provincias, sobre todo laboratorios, donde Soy un simple ciudadano, cumpliendo con mi de podrían agregarse los pensionados al regresar del extran: ber, como no dudo que cumplirá el ministro con el suyo. jero. Así para ellos, la sacudida no sería ta brusca; los Mi deber, ni deber, balbuceó Sanpedro, es echarle laboratorios y centros de Madrid, además de su labor de V. inmediatamente. Váyase si no le echarán los investigación original, servirían para aclimatar al amporteros biente español los científicos propensos a desesperarse al nos marchamos. Por la nocho fui a contar la escena encontrar el gran retraso en que viven (y. tan contenà Don Francisco. cómo. so rió el Abuelo. quien no tos. la inayoría de sus compatriotas, tenía una grande impaciencia por nuestra Escuela Naval. Esta ha sido principalmente la labor de la Junta DE. Le falta a tacto y discreción, apreuda Vi de AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS y aunque Don Francisco no cra Castillejo, él es el único que puede con Sanpedro. ni tan solo vocal. de ella, no creo que ninguno de los era verdad; pero ni Castillejo ni nadie hubiera grandes e ilustres que la componen se sienta ofendido hoclo pagar al ministro. Lo que hubiéramos podido conal leer la afirmación de que Don Francisco fue el que seguir es esperar otro año, dos años, tres años, mante le dió, la dirección en que se mantiene todavía. Era cl niendo la partida en el presupuesto sin cobrarla, votán Abuelo, el pobre Abuelo, el que soñaba lo que se debía.
dose cada año. hasta que Sanpedro y el ministerio hubiesen hacer y casi en forma de quejas y suspiros, hacía llegar subido al cielo.
su influjo a los amigos que eran de la JUXTA, o a los La JUXTA DE AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS resolvió tam amigos de los amigos de los amigos.
bién un problema que había preocupado enormemente a Esta era la influencia de don Francisco Giner, mejor Don Francisco: el de aprovechar los pensionados a su dicho la estrategủa do su influencia. El no era político, regreso del extranjero. Antes de la creación de la JUNTA no tenía otro cargo que su cátedra de la Facultad de los jóvenes que habían completado su educación se dis Derecho, pero la fuerza de su deseo era tan grande y. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica