ImperialismJoaquín García Monge

68 REPERTORIO AMERICANO Hispanoamérica como estímulo Por Américo Castro de carácter francamente extranjero o internacional, limitadas, por hoy, a solemnidades sin gran fondo a los tratos que privadamente mantienen Mulriil. 11 347.
amplia y variada huella que la Penín algunos científicos y artistas con proSr. don Joaquín García Monge. sula Ibérica dejó por esos mundos; en fesionales de fuera. No se vislumbra realidad, no rebasamos, pensando así, en el más remoto horizonte un a efecMi admirado y querido amigo: la línea de la más rigurosa tradición tiva y actuante política internacional He visto la alusión que en el nú hispánica.
de España. Lo cual es mero reflejo de mero de 11 de diciembre pasado me Aun en el momento de su máxima los hábitos y preferencias de la socicdirige el amigo Pedro Emilio Coll.
Me parece que la frase que molesto. expansión, España, seguía dentro de sí dad, que no posee, por ejeinplo, homa Coll a quien tauto estimo, desde misma. El español ha galopado frenébres que produzcan libros con novehace años pierde si sentido molesto, ticamente por media Europa, mas llevó dades interesantes acerca de otros en cuanto aparece relacionada con el artículo en que se integra. Nadie que por doquiera su propia visión de la países. así se concibe también el conozca las cosas dichas y escritas por vida. En Flandes, en el Franco Con hecho (por lo demás monstruoso) que mí en América y en Europa, puede dado o en Italia, el hidalgo o el avenla universidad española sea la única tomarme por un hispanizante nacio turero de Castilla se contemplaba a sí del mundo en que no tenga cabida el nalista y patriotero; justamente por no mismo; fué impermeable al medio exestudio de las lenguas y civilizaciones serlo vivo muy aislado y al inargen de muchos círculos y actividades. Un traño. De ahí que sea tan escasa la de Francia, Alemania, Italia e Inglaestímulo de sencilla veracidad guía literatura de viajes por Europa en terra.
mi pluma y mi palabra, al producir lengua española. Desde las Andanzas, Los estudios arábigos gozan, en camme ante el público. Desde hace tiempo observo cómo se ignora o desdeña de Pero Tafur, en el siglo xv, hasta bio, de estimable cultivo, y no parece en América lo que España hace; ni los viajes de Moratín, a fines del que se interrumpa la tradición de los todos los países, ni todos los ambieii XVIII, apenas si pueden citarse algu buenos arabistas; és que lo árabe se tes, ni todas las personas proceden nos libros, insignificantes en número, siente todavía como raíz muy allegade esa suerte, ya lo sé, y personal: frente a los centenares de relatos que da al tronco de la. vida nacional. La mente cuento en América con relaciones y amistades espirituales del tienen por objeto a España y sus cos morisma sigue hoy día obsesionando más subido valor. En ese artículo tumbres, escritos por franceses, ingle a España, como si hubiese almoráviquiero decir a los españoles, que sou ses, alemanes e italianos. Sería por cles y benimerines; los sariacenos lle en su mayoría incultos y flojos. com leve reacción ante la novedad; que demás perentorio que atribuyéramos ván cautivos a nuestros compatriotas Hispanoamérica debe contribuir a des tal resultado sólo a pereza y a igno y los maltraen, como si Berbería diese pertarlos y a estimularlos en el as rancia, puesto que la actividad y la aun abrigo a los piratas. Los quebrapecto social, de dinamismo colectivo, inteligencia se manifestaban a la sazón deros de cabeza que ocasiona Marruede afán innovador. a renglón se en afanes mucho más arduos. El es cos son tan consustanciales con la vida guido digo a los americanos: no obréis de ligero, sin embargo, tomando a pañol ha pensado que el mundo de española, que su arreglo o desconcierto España como un país meramente ru biera ser como él es, y o lo asimilaba dependerá sólo y exclusivamente de ral o provinciano, ya que si reuni íntegramente o lo ignoraba. Esta irre. la marcha interior de nuestros asunmios los hombres (de indiscutible valor ductible psicologia de gran señor dió tos. Cuando España sepa acabar con el internacional) que en lo quera de siglo han actuado en ella en literatura; sus frutos en regiones como América. 70 de analfabetos, de ciertas provinpintura, música, ciencia, investigación donde la cultura estaba ausente o pecias andaluzas y con el paludismo de histórica, etc. resulta un conjunto sui riclitaba en el momento de estableExtremadura, resolverá asimismo de perior al que ofrece ahora Hispanocerse allá los españoles. América fué plano, y en un momento, las dificulamérica. Cosa que nada tiene de extratades administrativas y de civilización mo, dada la juventud de América, si durante trescientos años como una sesi se piensa que España, a pesar de to gunda Iberia, con su lengua, sus ins que plantean las provincias de Gomado, es la matriz de una raza que des tituciones y su religión; con sus vir ra y Beni Sicar.
de hace tres mil años está produtudes y con sus fallas. Se comprende El caso de la América ex: españolà, ciendo cultura en una in otra forina.
Completémonos, entendámonos, estiquc otras modalidades europeas, fuer hispana por lengua y tradición de culmémonos. Por esto lamento que en su tes y muy definidas, resbalaran sobre tura, es muy diverso, claro está; pero revista, órgano de cordialidad, y de alto nuestra arisca sensibilidad. Para que desde el punto de vista en que me espíritu, se dé la impresión de que yo lo extranjero. diera aquí sus frutos, sitúo, pienso que el llamado hispanohe infringido esa norma de comprensión y afecto. Por eso le ruego publituvo que hispanizarse previamente; así americanismo es asunto más para que íntegramente el adjunto artículo aconteció con lo árabe en la Península arreglado en España que en América.
de la Revista de las Españas, si lo y con lo indígena en América. La ar Algunos ingenuos. deslumbrados por estimare oportuno y merecedor de ser quitectura colonial (incaica y azteca) la política imperialista que los grandes acogido en las páginas del tan simpático Repertorio.
es la réplica americana al arte mudé. estados de Europa proyectan sobre esa Con gracias anticipadas, ini querido jar de la metropoli.
Anférica, que para sus conveniencias García Monge, sabe cuánto le estima Al sedimentarse el pasado, y al acen de ellos llaman «latina. se ponen a y admira su devoto amigo tuarse en la decadencia el perfil de soñar en una «expansión» española, AJÉRICO CASTRO su esqueleto, se vió con precisión que siendo así que, fuera de los emigranfuera de la Península carecíamos de tes (que ya es mucho. no tenemos LO os más urgentes problemas exterio todo interés. Ni siquiera con Portugal demasiado que «expansionar. Digamos res de España (Marruecos e His nos ligaban lazos morales o intelec la verdad, que en este caso la mayor panoamericanismo) son, en su esencia, tuales. Ahora, en lo que va de siglo, habilidad creo que es no tenerla. Concuestiones más de vida interna que el evidente renacimiento de nuestra templemos desde Buenos Aires o Meinternacional. La clave de su resolución amortiguada vitalidad hace que se jico la nación española. Encontramos: se halla en España. No acierto a ima perciban los intereses hispánicos que un pueblo numeroso, enérgico y disginar las posibles tareas fuera del ám dormían en la conciencia colectiva: puesto a andar las siete partidas del bito nacional como distintas en índole ante todo, los países de lengua espa mundo, como hace tres siglos, pero, y, estructura de las que están por hacer ñola, donde existen unos millones de en general, inculto e ignorante; una dentro de casa. Lo cual asume as emigrados. Todavía es muy pronto minoría bastante valiosa (toda Hispapecto de paradoja, si se piensa en la para que el Estado sienta necesidades noamérica junta, téngase muy presen Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica