Democracy

228 REPERTÓRIO AMERICANO.
y, sin embargo, es en mí uno de los esta constante del espíritu que se manifiesta a meditaciones, primero al buen Berthelot, dos habituales. Quisiéramos saber cómo las veces en crisis morales profundas. Cuan y després a Taine en el recio aunque vulse hace cargo Renán de la confidencia del do se llega al término postrero, una sutil nerable alegato de Los Origenes de la amigo. Buscamos una respuesta fraternal, laxitud se apodera de todo el ser. Ya no Francia Contemporánea. Ese punto de filouna palabra de apoyo, un grito de espe es hora de volver atrás ni de mudar de sofía política aplicada a la Revolución ranza, algo, en fin, que demuestre la re sensibilidad. Cuando Berthelot triunfa y el Francesa lo hace extensivo Renán al Crissonancia del eco. Vano intento. Lo único consenso unánime lo consagra, no se rinde tianismo, cQué es lo que resta, en efecto, que encontramos es la sensación del vacío. la tristeza porque las palmas sólo satisfa del Cristianismo si se procura empequeQuizás previendo el silencio, se apresura a cen a los simples. Vuelve la mirada a los ñecerle con la búsqueda de las supersticiodarse él mismo la explicación de la crisis años de su juventud estudiosa y por más nes y pequeñeces. que le aqueja. Indaga con denuedo en su que busca no encuentra la felicidad plena Tampoco fué ese el único inotivo de diagitado mundo interior. Se convierte en mente disfrutada. En todo caso, el resonancla en la armoniosa amistail intelecpsicólogo de sus sensaciones; las pesa, mide, cuerdo del pasado, aun feliz, se halla en tual de Renán y Berthelot. Ambos, es ver compara, como si se tratase de cosas ex extremo mezclado de amarguras para que dad, en diversas ocasiones expresaron cuán ternas y tangibles. Nas la empresa no es uno pueda dejarse llevar sin reservas He perfectos habían sido durante cuarenta años de fácil realización. Cuando más miramos aquí por qué me he refugiado, siempre en los vínculos que les unieron. Sentiría un en el fondo de nosotros, más se alargan la acción para luchar contra esa desespe gran vacío si Berthelot me faltara, las distancias y se borran las imágenes. El ranza. Qué diferencia entre la gloria. escribió el autor de la Vida de Jesús. astrónomo puede abarcar la magnifica, ex triste de Berthelot y la del otro que se Al entregarse el sabio, muerto ya. Renán, tensión del firmamento estrellado, pero si regocija y da gracias por las dichas infi a la piadosa tarea de reunir para la pule viene la idea de asomarse al propio es nitas que le ha sido dado disfrutar. me blicidad las cartas que uno y otro se campíritu se alejará como quien huye de un. nos que mis últimos años no me reserven biaran, al sentirse. casi solo y en el último pozo de sombra. Así, derrotado, Berthelot penas crueles escribe Renán en la página recodo del camino, confiesa que ningún otro se pregunta. Vendrá de que no he alcan postrera de sus Recuerdos. al despedir amigo le ha dejado la huella de «un dolor zado todavía la vida real, la vida cientí me de la vida tendré que agradecerle el en más vivo y más grande laguna en su fica propiamente dicha, o de que estoy aún cantador paseo que me ha permitido reali individualliad. Con todo, quien lea con en el estudio escolástico? No lo sé. lizar a través de la realidad. amoroso cuidado estas cartas, casi siempre No fué aquella, como pudiera deducirse, El bretón admite. un único motivo de edificantes, encontrará aquí y acullá dejos una crisis de juventud. La melancólica an desacuerdo en su amistad con Berthelot: los de incomprensión por parte de Renán con siedad de los años mozos no se apacigua principios políticos que ambos sustentaban. respecto a la sensibilidad, no sólo del amiría nunca. La conquista de la vida real y Berthelot era republicano, amante de la go, sino tambien de la hermana incompael dominio absoluto de los altos estudios, democracia y del pueblo. Renán, aunque rable. El exégeta biblico habíase construído la máxima serenidad del espíritu y la ple de humilde oriundez, se inclinaba a las e un mundo edénico, un jardin encantado a nitud de la gloria no le mudaron el estado oligarquías intelectuales y, en llegando el cuya puerta, celosamente defendida por dos de ánimo ni el concepto pesimista del mun caso, no habría mirado con ojeriza el ad dragones, quedaban los amores y sentimiendo. Cuarenta y nueve años después de ha venimiento de «un tirano filántropo, ins tos terrenos. Hermana y amigo se percaberse formulado aquel férvido interrogante, truído, inteligente, y liberal. Mas por tan de ello. Miden hasta dónde llega la discurre con idéntico acento melancólico. una de esas paradojas harto frecuentes en frialdad del gran egoísta y se confiesan «Nunca le he concedido pleno crédito a la los espíritus superiores, era el suyo un aris mutuainente el desencanto. La primera carvida escribe en el sobrio prefacio de la tocratismo que le permitía defender los ta denunciadora de esta crisis o nube en Correspondencia. ella encierra demasia. excesos de la Revolución Francesa contra lo que hasta ahora se ha tenido por una das dudas y eventualidades irreparables. las prudentes objeciones del republicano amistad idílica; cuasi perfecta, es de BerDe ahí una impresión de tristeza y de in Berthelot. Cómo así? Aquella tempestad thelot a Renán y se halla fechada el 16 quietud que no he dejado de sentir en to de sangre ni la furiosa locura de una de noviembre de 1860. Su hermana de usdas las sitựaciones de mi existencia. Ha igualdad imposible lograban indignarle. ted ha dicho alguna vez que yo inuestro bía venido al mundo orgánicamente con ello era de esa guisa porque entre uno un corazón de mujer en mis afectos emformado para la incertidumbre. medida y otro había una diferencia fundamental pieza diciendo. Ignoro si es un bien o que mi conciencia personal se ha desarro en la apreciación de los acontecimientos. un mal sentir así; pero ella comprenderá llado, ella no ha hecho sino acrecer mis Berthelot juzgaba con la impresionabili inejor que usted si yo he podido sentirme incertidumbres. Lo porvenir no se le pre dad y la falta de perspectiva de un feliz al ver que desde el primer día usted senta con esplendentes luminarias. El día temporáneo, mientras que Renán se situaba de mañana tiene el valor de un angustioso en un plano que le permitía abarcar todas (1) Veamos el Cristianismo lice Renán. Arimiinterrogante. Desde hora temprana a par y cada una de las zonas de luz y de to como un hecho que hubo en el Cristianismo naciente una proporción tan grande de supersticiones tir de los diez años, tal vez he vivido sombra del extraordinario panoráma. Me y pequeñecces como en la Revolución Francesa de atormentado por la inseguridad de lo por opone usted los horrores (de la Revolución) crneldades y furores. Si le hubiesen presentado el venir. Después, nunca he gustado plena que siempre la harán detestar por ese Cristianismo naciente a un racionalista de entonces, a un Horacio, por ejemplo, la única impresión mente del presente. De continuo me, he lado escribía Renán el 16 de septiembre que le habria quedado seria la de una estrecha y sentido llevado a mirar hacia adelante, de 1847 Conviene pensar, sin embargo, ridicula superstición. No habria visto las sublimi.
dades. Nosotros no vemos ya las pequeñeces, y sólo tendida la voluntad para afrontar de ante que eso será pronto olvidado. Un punto pensamos en las sublimidades que borran a aquémano los obstáculos que hallaría. Sabe de vista borrará el otro. En los primeros. llas. Si lo sublime del Cristianismo ha disipado muy bien lo que es eso y lo explica de años que siguieron no se pensaba sino en sus pequeñeces. por qué lo sublime de la Revoluconvincente manera. Dista mucho de las. los horrores y se decía que la Revolución ción no borrará sus horrores. Correspondance entre MJ. Renean et Berthelot, páginas 31 y 32. No deja puntas de neurosis que asoman en los tem había sido una atrocidad. Ahora no se de ser admirable la lección de critica histórica que peramentos de recia sensibilidad. La suya pensará sino en las sublimidades y en los el republicano recibe esta vez del filósofo que enalteciera a Prospero.
es una «previsión inquieta. una caracte resultados y se olvidarán los horrores. rística inconfundible del experimentador Es el crítico el que habla con esa ampli(2) Do seguida expresa Berthelot un nobilisimo pensamiento que me place reproducir en esta nota: científico, que le mueve a la investigación tud de criterio, con esa serenidad, ante los Cada uno de los que nos dejan se lleva consigo pertinaz y determina, finalmente, los gran hechos que supieron inspirarle sombrías una parte de nuestras opiniones, de nuestras con vicciones, es decir, una parto de nuestra personades descubrimientos de la historia. No en lidad; y en lo sucesivo quedan en el espiritu y en yano transcurre la vida en una tensión (1) Sobre las ideas politicas de Renan me he el corazón del que sobrevive, lagunas que nada ocupado en mi libro De Stendhal a Gourmont, págs. puede colmar, sentimientos que con nadie puede (1) Correspondance entre MH. Renan et Berthelot. 96 101.
compartir. con4 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica