182 REPERTORIO AMERICANO Saber sonreir traiciona a ellos. es el retrato; porque tales sonrisas en el retrato se vuelven gestos. La sonrisa poderosa es la que revela toda De El Universal. México, la intención; la que no deja nada escondido; la cara se revela el alma: esta vieja buscan servidores atentos y alertas. El posólo esa sonrisa se impone. Con una sourisa verdad nos viene a la mente cuando lítico yankee cuida antes que nada la sonsemejante, con una sonrisa ingenua y clara.
pensamos en el aspecto exterior de nues risa. El retratista francés, por otra parte, se pueden decir y se pueden hacer las cosas tros semejantes.
revela también la secreta aspiración de su más atrevidas. No temáis sonreir porque Dejemos que la cara sea espejo del alma: raza, cuando procura dar a las cabezas de hayáis visto sonreir a los hipócritas. La pero hagamos que el alma no tenga sino hombre cierto aire de loco talento si no de sonrisa de los hipócritas es mueca que los resplandor.
traiciona. Ay de vosotros si teméis sonreir!
genialidad. Quizás el político francés cuida Las caras tristes son caras de enfermos. más la melena que la sonrisa; porque por Pues sonrisa que se vuelve mueca, será Hay pueblos tristes. Los pueblos que han otra parte ya se sabe que no puede ser sonrisa que se vuelve contra vosotros.
sufrido largas opresiones interiores o ex malo. Como nunca se sale de la ley, no Libraos también de la sonrisa por pretranjeras llegan a tener la máscara misma puede hacer maldades y en cambio importa cepto; de la sonrisa forzada, que no logra del desaliento.
mucho que el talento extraordinario tome a ser reflejo de una alegria interior. Para Otras veces la expresión se torna hosca; su cargo las funciones públicas. Por lo mispoder sonreir hay que poner primero la ya no sólo nos mostramos tristes, sino que mo, lo que él procurará sugerir es el talenalegría en el corazón. Una disposición geestamos como en guardia contra el ataque. to ilimitado y extraordinario.
nerosa con respecto a la vida y con res.
En los países de tiranía el hombre es ene En el instante en que nos ponemos frente pecto al prójimp; he allí lo que basta para migo del hombre.
a la cámara fotográfica se revela, por lo aprender a sonreir.
La situación de pueblos oprimidos en que menos un rasgo fundamental de nuestro Para sonreir delante de nuestros semesiempre vivieron nuestros indios, desde an temperameato. Generalmente loi que nos jantes, es necesario que la presencia de tes de la conquista y más tarde nuestras preocupa es esconder nuestros defectos. cada uno de nuestros prójimós. nos cause interminables dictaduras, han impreso en Las mujeres de boca grande, seguramente alegría. lo natural es que así suceda y nuestras gentes una marca de dolor. co encogerán los labios. todos esos caras todo lo demás es enfermedad. Alegria de mo la raza indígena aún en medio de la de duras que se retratan de hombres, no son, encontrar otra alma que buena o mala, rrota es demasiado altiva para hacer algo llegada la ocasión, sino infelices que buscan equivocada o clara, de todas maneras, soindigno, resulta que el indio, no pudiendo en el gesto el antifaz de su cobardía. porta el mismo peso misterioro que nosotros sonreir de alegría, contempla a su alrededor También exhibimos ante la cámara foto soportamos. Lo natural es que el hombre con desconfianza o apaga toda expresión, gráfica las debilidades nofensivas. La de tienda la mano al hombre; lo natural es que antes que ponerse a reír con la risa simu bilidad de creerse un genio, por ejemplo, un rayo de luz nazca del ojo a la vista del lada, con la risa de los esclavos. quién no la ha padecido de estudiante? de prójimo; el rayo de luz que en seguida se Pero háy en psicologia una ley que, no allí proceden esas cabelleras desordenadas difundirá por todo el semblante y llegará a porque haya sido exagerada deja de tener y ese mirar profundo que muchas veces re iluminar la sonrisa. valor y eficacia práctica. Esa ley descubier sultan, no de nuestra inspiración, sino de La sonrisa luminosa aún en el dolor. Yo ta por el filósofo norteamericano William nuestras desveladas o de cualquier otro he visto en uno de los pocos países libres James, nos habla de la influencia del gesto, género de abusos.
que quedan en este horrible mundo contemde la influencia del reflejo exterior, en la Pero, dejando a un lado el detalle curio poráneo; en la libre Francia, he visto que, producción y en la intensiticación de las so, insistamos en que es muy necesario que dos hombres, dos desconocidos, se tropiezan emociones. Los educadores norteamericanos aprendamos a sonreir: La sonrisa es una en el boulevard. Por uno de esos accidenaplican constantemente dicha tesis cuando fuerza incomparable que a nosotros nos está tes raros, el encuentro involuntario de los insisten en que la apariencia del rostro debe casi vedada por el mal hábito y por la dos cuerpos fué tan rápido que los dos se ser una apariencia tranquila y sonriente. preocupación interior. Para poder sonreir sintieron momentáneamente cegados y beriNo debemos desconocer que hay entre la francamente, limpiemos el alma de malicia. dos en el rostro. Yo que vengo de paises raza anglosajona y la nuestra una diferencia Para sonreir de verdad, hay que hacerse de tiranías, donde el hombre es enemigo profunda de temperamentos. Nosotros des según reza el Evangelio, como los niños. del hombre, donde se vive en, asecho del cendemos de una raza sombría como la Lo que tienen de admirable los niños no es daño que el otro ha de causarnos, me disindígena y de una raza grave como la es su ignorancia, sino su ausencia de malicia. puse instantáneamente a ver cómo se dapañola. Por los dos lados una severidad que Ellos ven las cosas como son y no se ima ban, los dos, de bofetadas. Por lo menos puede ser signo de fuerza interior, pero ginan que los hombres sean tan necios que supuse que se cruzarian palabras duras. Un que también suele convertirse en ácido que pretendan deformarlas y sólo logran enga imbécil, no podía faltar. Yo, viejo pecador, 110s corroe la voluntad. La fuerza es grave, narse.
por la cólera, seguramente o habría lanzado; pero sólo el dolor y la debilidad son agrios. El niño no conoce la segunda intención pero aquella vez yo vi el espectáculo admiDe todas maneras hay entre los yankees de las palabras ni de los actos; ciertos rable de que uno y otro de los que se habían y nosotros, entre otras muchas diferencias, hombres y aun ciertos grupos, en la hora tropezado, tanto uno, como el otro, antes esa tan curiosa y aparentemente trivial que más vil de los pueblos, practican: eso que de ver, antes de palpar sus propias lastise demuestra cuando, vamos a retratarnos. entre nosotros se llama la tanteada. Abusar maduras, preguntaban. Se hizo usted daño?
Podría hacerse un esbozo de psicologia de de la buena fe ajena, que en resumen es, los dos se vieron con simpatia y se so.
los pueblos por la manera como acostum abusar de la confianza que se ha puesto en baron el rostro y se alejaron contentos. bran retratarse. Cuando nos retratamos con nosotros mismos: engañar con vileza, para yo me quedé confuso y avergonzado. un fotógrafo mexicano, ya que llega el mo sacar ventajas mundanas; tal es la ética de pensé, los mexicanos no son malos, pero mento decisivo y ya se trate de una perso la tanteada. La más miserable de las cobar les falta, nos falta el auxilio de la sonrisa.
na o de un grupo, el fotógrafo mexicano dias, la cobardía con nosotros mismos y el Uno de los mayores crímenes del despodice. Ya va, pónganse serios. En igual envilecimiento de nuestra propia palabra.
tismo, es el hecho de que apaga la sonrisa caso el fotógrafo yankee invariablemente Para obtener estos fáciles triunfos, no basta la y se burla de la sonrisa. por lo menos dirá todo lo contrario; dirá. Smile. es de sonrisa del niño. La sonrisa del niño estorba la sonrisa da fuerza, en tanto que nada cir, sourian, cuiden de sonreir, para mentir. Los tanteadores, cuando se reagota, nada nos hace tau estériles, como No podría hacer carrera en los Estados tratan, ponen el ceño adusto para que no ese constante antifaz de «no me dejo de Unidos un político de cara dura. se ex se les revele la intención o simulan una nadie. que suele ser el sentido de los gesplica, los ciudadanos no buscan verdugos sonrisa; pero entonces lo primero que los tos que allá llamamos. machos. Un no Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica