60 REPERTORIO AMERICANO a sus unos Sul o con Buenos Aires. completas. Sin embargo, los dos tuvieroi Tanilién hoj existen, en todas las lite debe toda la belleza, como se le debe toda numerosos discípulos y admiradores que ratwas, escritores molernios cuyas obras, la verdad. Que saque lo que pueda de copiaban fielmente cuanto producían y fue para el gran público. deberían ir acoinpa las obras excelentes, pues por poco que ron luego sus verdaderos evangelistas. nadas de una traducción al habla vulgar: fuere, enriquecerá su espíritu mucho más Ahora mismo; a tantísimos años de dis No hace falta, porque el gran público se que con la comprensión de las obras metancia, puede continuar el paralelo: encoge de hombros y no las lee, teniendo dianas. Todos hemos podido coinprobar, Mientras Spinoza reúne en una sola triautores por unos chiflados o con nuestra propia experiencia, en qué buna de la Sorbona al profesor Gebarth, de pedantes. Está siempre en lo cierto? noble medida los barruntos de que, en Frankfurt, pacifista alernán, y al profesor El caso de Góngora es muy instructivo.
una obra de arte, hay mucho que, por eléRava, de Padúa, fascista italiano, Góngora Hay en las «Soledades, fragmentos de una vado se nos escapa, contribuyen a desperconsigue el honienaje de católicos y judios perfecta belleza. Su lectura bien vale lo tar nuestros mejores anhelos y nuestros y es loado hasta por los discípulos de Me que cuesta. Una vez descifradas, a través sentimientos más valiosos.
néndez y Pelayo.
de su culterana manera, todas las ideas La luz que sólo entrevemos es la que ¿Cómo no juntar, entonces, al poeta y al poéticas de Góngora son claras, precisas, más nos atrae. La voz que casi no oímos filósofo en una misma página de admira brillantes como cristales.
es la que más nos enseña. quienes vición?
La paradoja de ese libro en español con ven en el valle vemos que los atraen las com¿Cómo no encabezar la lista de los que orrespondiente traducción española, bres. Todos ganarán mirando hacia arrifueron amigos internacionales de Góngora. plantea, en forma extremada y radical, el ba, y alguno entre ellos, con mejores Gracián, Verlaine, Moreis, Gourmont, Da problema de la difusión del arte. El arte, disposiciones naturales mayores río. con el nombre de Spinoza, aquel ces sólo para unos pocos escogidos, o puede alientos, osará subir, Desconfiaba Rousvidente que un dia, hace más de dos siglos y debe llegar a las multitudes?
seau de los lectores a quienes hay que y medio, colocó al gran poeta entre CerObservemos, ante todo, para no involuexplicárselo todo. Desconfiemos también vantes y Quevelo? Es decir, en su verdacrar las cuestiones, que esos escogidos, en de aquellos que todo lo han entendido.
clero lugar.
todo caso, se seleccionan por sí mismos. El Para nadie deben estar cerradas las EXRIQUE EspiXOZA (Curs y Carelus.
libro está ahí, al alcance de todas las mapuertas del paraíso de la belleza. Mas nos y de todas las fortunas. No hace falta no siempre es llano el acceso, y los frutos El arte y ser rico para gozar con los versos de in del árbol de la ciencia no vienen solos a el pueblo excelso poeta, que casi siempre fué un pobre.
la mano.
El caso de Góngora es un caso extremo El arte difícil nos da una magnífica No se piden tampoco diplomas oficiales ni y, por lo tanto, muy expresivo y sugeridor. títulos universitarios. Góngora lo han lección. La puerta está abierta a todos; Abramos el breve volumen de las »Sole tenido proscrito, no los indoctos, que lo pero el paso es arduo: piile voluntad, laclades, nuevamente publicadas ahora con ignoraban, sino los eruditos y académicos, bor, esfuerzo. Procureinos que todos enmotivo del tercer centenadio de la muerte que no supieron gozar del agua de la ocultren; no les corroin painos ofreciéndoles del insigne poeta cordobés. Soledades. de ta fuente. La fuente está ahí, cantando al una baja y perezosa facilidad. Esfuerzo, Góngora, editadas por Dámaso Alonso, borde del camino comunal, no para el inag.
bendito y fecundo esfuerzo, demanda, por reza la portada. En realidad, el título denate o para el opulento, sino para el más lo común, en todos los órdenes, la cultura bería ser este otro, extraño y absurdo. Las humilde peregrino que acierte a superior, la verdadera cultura del espíri«Soledades. escritas en lengua española trarla.
tu. Extendáinosla cada vez más: vulgaripor Luis de Góngora, y traducidas a la cémosla cada vez menos. Para que pueda Pero, aun así. no valdría más que el lengua espaữola por Dámaso Alonso. llegar a todos tratemos de lograr que caTras del texto original en verso viene, agua corriese libremente, abiertamente, pada cual ponga, de su parte, uma entusinsra todos. Es la multitud incapaz de sentir, en efecto, una traducción completa en prota y afanosa colaboración.
sa. El texto original resultaría ininteligible en lo esencial, las creaciones del genio. Le está negada al pueblo la sublime fruiLuis DE ZULL ETA para la mayor parte de los lectores. Desción de la belleza?
pués de leer cada estrofa, sin comprender (La Libertail. Moitriil. Por lo menos, no en todos los casos su sentido, han de recurrir al «traductor. bría contestar con una respuesta desalenquien les ofrece los inismos conceptos pues Se liabla siempre del mal gusto de tadora. Siempre ha habido obras para la tos en lenguaje corriente y estilo llano, Góngora. Cómo el autor de tantos soneminoría, para los pocos, y obras para nunque no desprovisto de cierta elegante tos maravillosos, de sátiras tan finamente pulcritud. Entonces deben releer la estrofa muy amplias zonas humanas. No puede agızadas, de tan admirables romances, en afirmarse que las últimas sean necesariaoriginal; penetrarán ya en su sentido; aulos cuales nada falta ni nada está de más, mente las peores. Los cantos homéricos quirirá valor la confusa traza, el complipuede haber estado desprovisto del gusto fueron populares; las catedrales fueron cado enigma de sus palabras, y lo que era más sutil y delicadlo? Gongorismo aparte, populares; hay dramas de Shakespeare o obscura caverna se convertirá en iluminado es uno de los más grandes poetas y, sede Calderón que son todavía populares. No palacio de marmoreas y retorcidas colunguramente, el más admirable estilistal de sueño pensar que, en ocasiones, España. En sus buenos momentos, que el alma del genio y el corazón del pueblo La versión del idioina gongorino al idio, son los más numerosos, nadie la igualado se entienden misteriosamente.
ma vulgar es, a veces, más difícil que la a Góngora por el brote de la imagen poéDe todas suertes, lo que constituiría de iina lengua extranjera. El propio «tratica, la magnificencia de la expresión, la ductor: confiesa que tropezó con dificulta siempre un error seria el dedicarse a properfección impecable de la lengua, la fuerducir para el pueblo un arte inferior o de za y la flexibilillail del verso sonoro que, des que talvez nunca se podrán resolver. tercera clase. Error parecido al de poner Es que el castellano de comienzos del cuando se digna ser simple, se despoja de libros ñoños yramplones en manos de siglo Xyli era muy distinto del castellano los niños. No. los niños debe dárseles, epítetos y, en su desnudez rölmsta pleque hablamos en nuestra época? Contemna, revistese ile ina belleza totalmente.
de entre las mejores páginas de todos los poráneo de Góngora es Cervantes, y todo clásica.
siglos, aquellas que puedan ellos, siquiera el mundo entiende hoy el lenguaje del PAU GROUSSIC a medias, entender, y que no perturben.
Quijote. Las comedias de la época se en ningún sentido, el candor moral de su presentan en nuestros días. Ya en su tiemalma.
El entusiasmo de la juventud literaria po; fueron las «Soledades, casi tan difíciles, Al pueblo no hay que ofrecerle obras por Góngora es perfectamente explicable y de descifrar, para los lectores no cultos, como lo son en el nuestro, al cabo de tres mediocres, pensando que, así, las saboreará lasta plausible; pero tiene sus peligros. El siglos.
mejor. De ningún modo. Al pueblo se le toque en estos casos estí en admirar, o si enconcaes 11 nas.
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