59 REPERTORIO AMERICANO.
cuesencargada de enriquecer, de complicar, de Baln el sanailo: ul miscro balillo esto llamo el cuerpo astral, el doble encorvar el camino. El Sol no hace con sus Xocturno el lobo de las selvas nace; Cébase y tiero deja hume lecido poético de un plato de cecina. Transfiguplanetas otra cosa que el poeta con sus En sangre de una lo que la otra puce, ración. Misión jeroglífica del verso. Japalabras: les obliga a gravitar, a proceder Revoca Amor los silbos, a su dueño llarmé.
en órbitas, en itinerarios curvilíneos, e imEl silencio del can siga o el snelio.
pide riguroso la fuga tangencial.
En el gongorismo el arte se manifiesta Góngora es, ante todo, las «Soledades. sinceramente como lo que es: pura broina, Góngora maravillosa poesía de nuestro Es bochornoso que sobre esto exista aún fábula convenida. es poco ser broma?
pueblo inhumano, a diferencia de la frandiscusión. Porque la discusión que existe JOSÉ ORTEGA GASSET cesa, que hasta hace poco fué sieín pre huno se refiere a lo interno de esta obra, a mana. No es inhumana la pura fruición (El Sol. Madrid. su eventual fracaso intimo,, sino il en el puro mineral de la imagen?
tiones de escaleras abajo. Quien diga que Léase con un poco de buen sentido nuesno entiende las «Soledades» no dice, en Góngora tro Parnaso del siglo XVII e inténtese, rigor, sino que no las hin leido con medin Mucho se habla de Góngora, pero muy partiendo de él, reconstruir el tipo de alma na atención. Las Soledades, no son ni poco interesante se ha dicho sobre él. Muy que lo la fraguado. El que haga esta exmás ni menos inteligibles, que cualquiera poco se le lin leido; muy pocos versos sue: periencia acabará echándose las manos a otra obra poética; por ejemplo: que las yos corren en las antologias, r:l omenzarela cabeza, sobrecogido de espanto. populares, letrillas o romances del mismos ahora a conocerlo?
Cuando Góngora quiere tocar lo humano, mo poeta. En unas y otras hny pasajes produce un lirismo canalla, como el del problemátịcos. Los hay en la más trivial romance XXXIII. Cito según la BiblioGóngora precursor. Precursor del simconversación, teca de Autores Españoles. no tengo otra bolismo francés. Precursor de nuestro mo. Lo que pasa es que las «Soledadles lleelición, salvo la nueva de las «Soleilades. dernismo. Precursor de la nueva sensibilivan un propósito distinto del que anima a hecha por Dámaso Alonso. No soy erudad. čiSerá cierto. Prefiero a Góngora en la poesia inferior. Estil, más o mnenos, na. sí, sin referirlo a sucesiones demasiado dito. rra un suceso externo o interno, describe Lo mejor de nuestra poesía, por tanto, hipotéticas.
un objeto corporal o sentimental según lo mejor de Góngora, tiene in carácter de él es, ornándolo con tal o cual guirnalda exhuberancia inconfortable para todo el que. pulcro aditamento.
Los críticos académicos habían recibllo sea medianamente psicólogo. Recuerda la No tiene sentido tachar de oscuro un del siglo xviL la leyenda del lloble Gónescultura e la India, que en fornas injeroglifo porque no se puede leer resba gora, angel de luz, y singel de tinieblase, trincadas, frenéticas y locas, cubre a lo lando horizontalmente con la pupila de No: Góngora es uno. Los caminos de su mejor la ladera toda de alin monte. Es lo figura en figura. El jeroglifo nos invita a imaginación, de su sensibilidad, de su dón.
informe y lo caótico dentro del afán misuna lectura vertical: tenemos que calar la ritmico, ile su dón de palabras, son siemmo que quiere crear formas. Se ha dicho superficie de cada imagen, y entonces vepre unos mismos. la leyenda del pecaque esa. exhuberancia de toda la vida inmos que por debajo se unen las unas a. dor que empezó bien acabó mal? Menos dostánica le da un sentido vegetal. Es la las otras. El poeta ha lecho el camino en infundada, pero falsa en su esencia. Porselva que se ahoga en su propia fecundidad. sentido opuesto: parte de una realidad y que la complejidad de los últimos anos, No puedo leer a Gón como a Lope busca su trascripci poética, por decirlo del «Polifemor y las «Soledades y el «Pasin sentir a la vez fervor y terror. Porque asi, su doble en el trasmundo lírico. Esto negiricor, es la de los años mozos, la de en ellos lo egregio y perfecto confina siem es lo que nos da: su propósito es precisa «los rayos le cuenta al sol. y «Sobre dos pre con lo bárbaro y atroz. El cultor mente tapar lo real, encubrir lo cotidiano urnas de cristal labradas. Sólo hay diGóngora tenía un alma inculta, rústici, con fantasmagoria.
ferencia de grado. Como todo artista de bárbara. Imagina uno sus amores con mu Las «Soledades. extreman esta dupliciexpresión muy personal y muy consciente, jeres que no se lavaban, envueltas en mu dad porque los hechos y objetos que busGóngora la va reconcentrando al avanzar: chas, muchas faldas de telas muy toscas. can recamar son lo más prosaico y vulyar en edad: aroina que se condensa hasta. Es penoso, es azorante, recibir una imagen volverse enervante; veneno que el cuerpo del mundo. Se trata precisamente de liallar divina, coino algunas de Góngora, arropada para la cosa, más vil su cuerpo astral, su absorbe en dosis cada día crecientes lasti en un tufo labriego y de redil.
perfil poético, su logaritmo de de irisaciones impregnarse de él, y sólo quien resista el bellas. He aquí, por ejemplo, un plato con aroma y el veneno se aventura en las camaras lierméticas donde se guardan.
No se comprende cómo un beneficiado de carne seca de macho cabrío, manjar de Córdoba, en los siglos XVI y XVII llénenaldea castiza. Búsquese la proyección que se éstas palabras de su exacto sentido arroja en el orbe poético, como en la at. Los pasos del desenvolvimiento espiripudo encontrar dentro de si la exquisitez mósfera polar produce toda cosa su Fata tual, el ascenso de condensación y, concenincalculable, la aérea elegancia que reveMorgana. Tendremos: carne de macho ca. tración, son parecidos en Góngora y el las dos octayas siguientes. En la primera brío; por tanto, de un inacho que ha Greco. Góngora admiró y ensalzó al Greco.
pide al conde de Niebla que interruina in muerto, verosimilmente, viejo y no de cnPero no se exageren las semejanzas: el ato la caza altanera para oír versos: fermedad, puesto que es comestible su Greco echaba sobre el lienzo su mundo. despojo. Muerto, entonces, de riña con Templado puln en la marstra mano interior llameante; Gióngora. se dedicó a algún otro macho. Góngora invierte está El Kaneroso pájaro su pluma, estilizar y enrelar lineas, colores, ritmos Otan mudo en la alcándara, que en vano serie de imágenes y acabará por lo que es arrancados al mundo exterior: pra él, el Annalesmentir. cascabel presumu; priinero en el orden natural: el ilsiecto mundo exterior realınente existil, Tuscudo hava el freno de oro cano visual de la carne sobre el plato: Del nullo anılaluz in ociosa esprima; Gimu el lebrel en el cordón de sedit El que de cabras fua dos veces ciento como el (ireco, Góngora es hijo del al cuerno en fin la citnra sucedn.
sposo casi un lustro ugo diente Renacimiento a quien el Renacimiento 110 En la segunda se abre un paisaje vesno perilonó a racimo aun en la fronte de Baco, cuanto máxon sul sarmientole basta; quiere ir, ultrnista, más lejos, pertino. trinnfalor siempre en las celosas lidos, Pero ni el uno ni el otro salen del círenlo.
Mudo la noche el can: el dia dormido lo corond el Amor: mis rival tierno encantado del Renacimiento, lonile el mume De corro on cerro y somlıra en sombra yace; breve de barba y duro no de cuerno, do se concibe como visión pura, donde reiiinió con su muerte tantas vielas, El prólogo esta olición me parece lo más Survido) ya ncrcina.
toila exaltación espiritual se justifica. ipulero que se ha dicho sobre Góngora.
purpureos hilos es le grana tina.
sión y exaltación inisticas, o estéticas, o Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica