REPERTORIO AMERICANO 2015 ma aguda que todos conoceinos y la Creación. Ser Aurora, Estrella o ba bajo la barba cou un gran lazo poco a poco las tropas del primer Aura Flor, no equivale mil veces de cinta. Al arrancar el coche sacaimperio. secundadas por Chateau desde cierto punto de vista a ser rey ha una mano que tenía un mitón de briand propagaron la epidemia a to de España, de Nápoles o de Holanda? seda y pronunciaba así snúnica.
das partes. Digun lo que quieran. Sólo qne Numa emprendia la con arenga: burlense o no, yo aseguro que Mamá quista de sus tronos sin arreos mili. Adiós, mis amores. Adiós, mis y Napoleon se parecieron mucho. tares y sin sacrificios de vidas. Se lindurita! Obeclozcan mncho. PorHay algo si no más semejante al iba como he dicho ya caminando tense todas may bien, que yo vielvo afán in moderado conque Napoleón muy poco a poco en una calesa de a la tarde y les traeré caramelos!
iba sentando a sus hermanos uno a dos caballos, con su crinolina de ta ¡Ah! su obra de paz había de ser mo en los encumbrados tronos de fetán, su manteleta de muselina, y mucho más duradera, y mestros reiEuropa, que aquel otro afán inmode su capotica llena de cerezas que ata nados que nunca fueron frutos de la rado también, con que Mamá una a Teresa de la Parra usurpación iban a dilatarse dulcemenuna, iba sontano a sus diversas niHotel Vornet te, ignorados y felices a lo largo de nitas en las más afamadas obras de Rhe Vernet. Paris.
nuestras diversas existencias!
Un santo laico pie de su cuarto, llamándola suspirosamente hacia la vida. it ue el gorgeo que la y II despidió! ense la entrega tuterior) La agonia asfixiante de la muerte Maria.
no le apagó el sonreir angelical que siempre le dorara el rostro en vida. Soprisa veces pense que era demasiado lo La pobre María, que, como la madre, tutelar de candidez y de bondal en que se que Maria me hiciera; mas, todos decían: sufriera siempre por tolos, venía aún muy veia a través de la pureza de su amor to Ella lo hace con tanto gusto! Es que pálida, cuando, de vuelta, lus encontramos da la austeridad de su virtud.
ella era el emblema, más q11e del deber, en el camino, viniendo apresuradamente del amor del deber, hasta el sacrificio. NA hacia nosotros. Mas, viéndonos lien, ella Mi hija? Maria inerte, inanimada, da la distraía de ese su sacerdocio, costase quiso luego, como si nada la hubiese que muerta para siempre. Ay! no puede ser.
lo que costase. parecía, ani nismo, que brantado, seguir conmigo hasta la villa a Yo estoy también febril. y esto no pasa de nada le costaba, tanto era el divino gusto donde retornábamos a buscar unos objetos ser unr terrible lucinación de ini sangre de sul sacrificio.
olvidados.
encendida.
La sacudida, con todo, habia sido brutal.
El absurdo, la brutalidad, la atrocidad Todo cuanto publique en el exilio pa Desde entonces quedóle como una rescalde esta muerte, asombra y estupifica. saba principalmente por sus manos, era dadora del terror de aquel dia. ma imprepor ella leido y descifrado en el borrador. sionabilidad inquieta, que no conseguia 10. Atento el mirar y el oilo, la llamo y luego copiado con su bella letra para ir ocultar a los ojos preocupados de la madre, y abro los brazos en su espera. Dónde esa la imprenta. Cuántas veces, dos y tres desalentando ile mi próximo regreso a Por ta? En balde la procuro fuera de mí. Mas, copias! todo lo hacia, no sólo diligenteella no fué, no, in nueño. na creación tugal, con el sobresalto de morir antes.
mente, presurosamente, con la unción rebrenatural de nuestro espiritit sexliento ile ligiosa de ser mi colaboradora, de ayudar Maria dice en confidencia a su bue bondad celeste. Fue la propia encarnarión me, y de servir conmigo, a la Repúbli na enfermera Maria Augusta Muero del del bien sobre la tierra. nuerta. CA.
exilio de papa. Dióme su vida y quedó Qué fue lo que la sacudió y le abasin ella. 11. Maria! La mártir de mi destierro, tió la resistencia diamantina, que con un Tanto queria ser enfermera de la guerra!
no tener su cabecera en los últimos moorganismo tan delicado le permitía ser la Mas los médicos no la encontraron con meatos (ella que tanto los queria) a la muinfatigable enfermera de todos, sin pensar fuerzas suficientes. tenían razón. Lo fue dre y a los hermanos, que aquí estaban nunca en que pudiera adolecer también?
a mi lado y su sacrificio victimola.
enfermos también. y los otros hermanos allé. lejos. No poder yo tan poco, tener(iRecebalo tanto. No sé.
los a mi lado en ese trance! no estar Hubo un dia en que ella se asustó horri5. Maria, que poseyera un inmenso cojunto a ella. Tan solos!
blernente. La inmovilidad de uyx atmósfera razón, cuando vino a necesitar de él para de incendio entrecortada apenas de rachas sí, lo tenia consumido tanto de verme ex 12. Cierro los ojos para no ver la tráardientes, como llamas, era asfixiante. En patriado, que no pudo resistir al brusco gica realidad; mas, su atroz evidencia 16 una tregua de menos calor sali de la casa usalto y violento golpe de la enfermedad.
persigne implacabluniente.
que habitabamos en Hendyuya, con la Cigi, Le pedi que hiciera por adormecerse la Elciru, el Narciso, que queria que le 12. Qué revuelto mar. Qué desabrida comprara una raquette de tennis. Allá en y mandando apagar la luz sali del carto.
tierra! La naturaleza arde toila en tiebre.
la villa nos cogió, de sábito, una tempesCómo estaba aún ilusionado! Mus ella que mi cabeza en la rece. Lo veo talo arder tad de lluvia y granizo, que rompió en un ntia aproximarse la muerte quiso que la derredor. de cabellos esparcidos torbellino enfermera le fuese a buscar su cofre, y caída en el suelo, pridiento. voces, socorro.
Qué pasaris en casa? Supimoslo bien recomendole: Yo voy a morir! No llame veo a María arrebata la vorazigento por el pronto. El violento ciclón tirara furiosa. papi para que el descanse un poro. Guar torbellino infernal. a mi vértigo, siento mente, y de golpe. las ventanas, y todos, de estas joyas que son para que la mama que la tierra se abre también para mi.
atónitas corrian, proeerándose, sin verse, las reparta con mis herminus. y mirunpomylie la fuerza del venolabal do las de do ann entonces por mi. con el pensamien11. Cómo fué que las fuerzas destrue.
juba abrir Ins plertas de coinunicación into en todos los suyos, entró en la agonia.
tivus ile la vida tocaron su enerpo tan esterior. Qué momento para madre e hijas! Las avecitas del cielo la procuraban.
piritual, que se diriu inseparable de la misY ella, tal vez, en medio de un paroxismo, Las pogueus ameurentulus gritaban. sia mi! No sabiendo tampoco lo que nos ma, inaccesible como su virtud, los golpudo escuchar el trino lleno de ternura de pies brutales del mal?
habrist acontecido.
18 que viniera posar en el plátano de al (Photo in pay. 1)
en pavoroso. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica