REPERTORIO AMERICANO SO 1914.
Livingston y actualmenprecisa, en que el homte se están traduciendo bre llegaba a la fecunda al italiano. Por su parte madurez de sus talentos.
la casa. Calpe de MaY sucedió entonces lo :drid publicó una selecque tenía que suceder.
ción de sus mejores cuenEl cuentista con ribetes tos bajo el título común puenianos de El crimen de uno de ellos.
del otro y el psicólogo de Historia de un amới turbio, vale decir, aqueRara vez se ofrece la llos dos hermanos que dichosa oportunidad de habian sabido conquiselogiar una obra con entarse ya, su lugar cada tusiasmo, sin reticencias uno en el campo de las y con justicia, sobre todo letras, al verse en el seno entre nosotros. Más frede la naturaleza tropical, cuente es el aplauso exaal sentir en los rostros, gerado. y mal fundado, la respiración ardorosa sin duda porque en pais de la selva virgen, al de ciegos el tuerto es llenarse los ojos de sol rej. Pero ya el nuestro y de colores nuevos y no es, afortunadamente, los oídos del rumor intan de ciegos en materia cesante e imponente del artistica, ni creemos que, i!
gran rio, comprendieron salvo algún espíritu avieo mejor dicho, recordaSo de emulación desron de pronto, en donde Horacio Quiroga, su moto y su canoa viada, pueda nadie leer están y estarán siempre el volumen de Horacio eternas e inmutables las Quiroga sin compartir nuestra. apre bre del valor moral, y sentimental y fuentes de la belleza, y se refundieciación. Porque a los méritos señalados artístico de Quiroga, que se vuelque ron en un abrazo de fraternidad agrégąse otro de muchos: quilates. y, entero en un libro.
inteligencia, para dar origen a este que pocos libros nuestros ofrecen al ROBERTO PAYRÓ.
tercer cuentista de Los mensú, de simple lector, al hombre corriente; el la deriva, de El alambre de pria, interés que le lleva de página en pa. etc. más prócer y varonil aún que gina, sin decaer, rebotando y elevánsus hermanos, a este cuentista misiodose cuando parecia agotado, me Conozco la obra intelectual de Ho nero, que todos aplaudimos sin reserdiante inesperadas, sobrias y vividas racio Quiroga y la he seguido con vas y que si usa de la herencia de peripecias. Las obras de imaginación simpatia y consideración crecientes, aquéllos, es tan sólo para ponerla a la de la mayoría de los escritores pecan desde que se inició allá, en los tiem manera de discretas pinceladas de oro.
por la mala dosificación del interés, pos lejanos de Arrecifes de coral, sobre la inconfundible impronta de por el desequilibrio. de sus partes, hasta hoy día en que BABEL nos anun. su garra.
desproporcionadas en cuanto a su cia la aparición de los desterrados, La obra de Quiroga desde su iniciaimportancia relativa como miembro de su nuevo libro de cuentos.
ción hasta la fecha, denota un consun todo. Por eso no son «entreteni Me creo por lo tanto y por lo me tante y armónico progreso. Es como das. por eso suelen caerse de las nos como lector asiduo y consecuente, una de esas perspectivas de camino manos, mientras que tal cosa no ocu habilitado para opinar con conoci recto, que parecen nacer en un punto rre con los libros de Quiroga. Qui miento de causa, sobre la producción del horizonte y que al avanzar hacia roga no oculta su secreto que estriba, de este autor cada vez más nuestro, el observador, se van ensanchando aparte el talento natural y el largo porque cada vez ahonda con mayor en progresión matemática.
estudio no de literatura sino de vida experiencia y mejor fruto, en una de Pocos autores habrá que como Quien elegir cuidadosamente la ejecución, las más bellas cuanto casi ignoradas roga, pueda ofrecer este ejemplo de la carne, el ropaje. he ahi una lec regiones de nuestra tierra y porque ca modelo de marcha hacia la culininación que añadir a la de sus apologos, da año que pasa, agrega una nueva y ción. Todos sabemos que lo más freoh jóvenes colegas improvisadores brillante página, al para nosotros los cuente es lo contrario: Venir de mayor En cuanto al estilo, es hermoso, argentinos, ya grande y amado y res a menor, hasta terminar en rabillo.
robusto, eficaz y libre. El autor tiene petable libro de las letras nacionales.
BENITO LYNCH.
ganada en buena lid la libertad que mi juicio y salvo algunas excepusa pero de que no abusa. Si come ciones de heterogeneidad que atribuyo tiera alguna incorrección para los gra a esa obligación de escribir en que Hace muchos años, no quisiera de.
máticos acaso resultara osadía y hasta suele ponerse a veces a los autores, cir cuántos, antes de que hubiese belleza para los artistas. algunas. la obra de Quiroga, puede ser dividi escrito yo mi primer verso, llegó a prosas limpidas y tersas como agua da en tres partes tan diferentes entre mis manos una antologia de poetas de lago, envidiarán sin duda la tur ellas como son las tres fases de su uruguayos, coleccionada por Raúl Monbulencia de este Yabebiri desbordado, talento creador.
tero Bustamante. Entre aquel copioso pero armonioso como lo es el silbo Nuestro cuentista, se enamoró pri conjunto, las composiciones de Horacio del Pampero.
mero de la fantasia, después de la psi Quiroga me impresionaron hondamenCon un libro como este por año, cologia y, por último, de la bella y te, y una de ellas, que comenzaba por la literatura de un país puede enor eterna e imponente madre Naturaleza, una fecha, vivió, largo tiempo, sin mugullecerse de ser rica y fecunda. Pero con la que se encontró un dia cara a tilación, en mi memoria. Poco desno vemos todos los años un libro cara, en uno de sus más grandiosos pués, al descubrir Los Arrecifes de como éste. Cada año no hay un hom y primitivos escenarios y en la hora Coral en el sótano de una libreria. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica