KIVERTORIO AMERICANO 201 María Olimpia de Obaldía!
CUAND de Reise me hablaron de sus versos, un instintivo gesto de desdén que no pude reprimir se dibujó en mis labios.
Crei que la poetisa chiricana era inna alondra más, que cantaba el nacimiento de las alroras, en el espacio infinito de los malos versos.
He leido tintos libros de poetisas célebres, precedidos (le prólogos y juicios encomiásticos de eminentes escritores, que desde el principio hasta el fin, sólo contenían: Nubes que rasan. fuentes que murmuran, pájaros que cantan. rosales que perfuman. crepúsculos de estio. dilatadas y veriles llanurasy. le monotonía y ariilez, pensaba yo, que ya no me es dable acercarme sin recelo y desconfianza ningún libro de versos de mujer, excepto si se trata de Juana de Ibarbourou, la poetisa excelsa. no es que yo piense que el artista no debe valerse de estos vocablos para exornar con ellos su obra de belleza y de arte, no; por el contrario, los considero indispensables, pero sólo han de ser. la portada que anuncie la existencia de un dolor inexpresable otina pasión sobreluumana, el marco que realce el prestlyio de las nobles creaciones, la luz que transparente y haga brillar más la lágrima en la faz de los vencidos, el eco hecho música y cincel, para abrir la brecha por donde pueda entrar en la conciencia humana, la subjetiva voz del sentimiento. La flor, la brisa, el ave, la tierra, el cielo, el mar. en poesía, pueden abarcarlo y contenerlo todo, o a la vez no expresar nada. Su poder expresivo y emotivo será inmenso, cuando sean el alambre que conduce la portentosa luz del pensamiento, y su efecto será nulo, cuando sirvan solamente de soporte a la retórica.
Todo lo creado se hará bello si el alma de un poeta lo espiritualiza y lo canta, pero toda obra de arte serii estéril, si al pentagrama de las frases no va unida, la tristeza y el dolor de la existencia, letlejada en la pupila ile los seres sensitivos.
En el arte caben todas las ideas y todas las pasiones. En la melódica voz del verso preden cabalgar todas las futile.
zas y todas las ironiils, pero en la poesía no cabe sino el sentimiento, incrustado en raudales le armonia. La poesía en su esencia intima es, la visión y el sentido dolorosos del mundo y de la vila, vistos descritos por el alma atormentada dc un poeta.
one cierto de que si los grandes maestros conocieran, nó lo quie la Sra. de Obaldía ha producido, sino lo que sería capaz producir, estimulada por su admiración su aplauso, se los.
prodigarian sin reservas, y sui gloria crecería en altura y extensión. Para sentir el color de los soles hay que estar cerca de ellos; a grandes distancias sólo llegan lebiles partículas de luz. Además, son las cosas exteriores las que despiertan en nosotros las emociones profundas. El alma del poeta, a prisions entre sus cárceles secretas las vibraciones psíquicas que lo circundan. y transformadas y purificadas en la fragua del sentimiento, las arroja de nuevo por los cauces de la Velleza a la contemplación atónita del mundo. Cuál de las composiciones de la Sra. de Obaldía me gusta más? He aquí una pregunta difícil de contestar. Todo el inundo encuentra mejor y más bello lo que guarda mayor armonía con el estado de su alma, y yo he de abstenerme de citar los que prefiero, temeroso de revelar mi mal.
El espacio de que dispongo en las columnas de La Razón está agotado, y me apena abusar de la generosa hospitalidad del Sr. Director, pero queriendo resumir mi pensamiento sobre la autora de Orquilleas de decir he: Que los juicios que emite el Sr. Samuel Lewis en el jugoso prólogo que escribió para Orquideas, son muy merecidos y nuy justos. Que Ricardo Miró y la señora de muy distinta y perdurable. Por Obaldía, son los valores nás qué? Seguramente se pensará que un cerebro como el suyo, altos de la poesia lírica en Pabien nutrido y cultivado, que namá, y que la Provincia de vive en permanente contacto Chiriquí debe sentirse orgullocon lo mejor del pensamiento y sa, de haber producido un sol, del arte contemporáneos, por.
capaz de alumbrar, orientar y medio de libros y revistas que conmover, la conciencia oscura y extraviada ile nuestra querile llegan a menudo, no necesita Ja América.
de otras latitudes para irradiar Cuando el huracán que arransu luz sobre el planeta. De este ca la hoja seca y la lleva por modo puede razonar un académico o un crítico, pero un arel mundo en giro incierto, lacia otras latitudes y otros cietista nó. los espíritus profundos, a los seres emotivos, los me conduzca, en la plenitud del mar, bajo la noche serena, no les hasta leer, sentir, comyo, en la proa del barco, más prender, admirar. Necesitan paque con los labios, con el alma ra que el fuego de su inspiración se encienda, ser leidos, quedamente diré: La sonrisa leve sentidos, comprendiilos, admique mi labio mueve dos y consolados por otros es es tan solo vago rictus de dolor, píritus de la misma altura y Tranquila parece mi frente morena por otros corazones de identica y el pesar bajo ella se esconde traidor.
De jugos amargos el alma está llena.
sepsibilidal. El aplauso noble, Ven, Hanto, en tus pertas diluye mi pena fervido y sincero de las gran y vierte en mi herida roclo bienhechor. des almas, es lo único que comY la nube 11e pase traerá piensa al artista de la indifepara Davidl, mi mensaje sine rencia, la envidia hecha critica, cero de fraternal amor.
y hasta el desilén, de muchos ESRICE ORTEGA espiritus mediocres. Yo estoy Daviu. Slre. 1935.
وزیرستان در Generalizar la emoción estética, difundir el sentido de lo bello, debe ser: la misión y la finalidad el artista, conmoverse y conmover, la del poeta.
No se puede conmover a otros, sin conmoverse a sí mismo, y la facultat de connoverse no le es dada sino a las almas de selección. una alma de selección y de belleza, nacida para percibir y reproducir armónicamente la dolorosa voz del Universo, es la poetisa Maria Olimpiade Obaldin. Lástima que los convencionalismos sociales y la ética de su sexo, pongan exclusas a sui dicción.
Qué grandes cosas de su corazón y de la vida nos dijera esta bella alma sensible, si la incoinprensión del melio no pusiera caulenas a su inspiración.
Xació para brillar en una constelación de soles y por un caporicho de la suerte, brilla desorbitada en 102 constelación de estrellas. Si le fuera dado escribir desde Londres, Roma, Viena o Paris, sil obra seria Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica