Liberalism

232 REPERTORIO AMERICANO RO Un misionero.
OR un caminejo torcido y lleno de baches va marchando lentamente, dando tumbos, un carrito entoldado. En España hay muchos pueblecitos adonde no se puede llegar sino por estos caminejos; existen otros tanbién, menos, muchos menos accesibles. No podréis visitarlos sino yendo por camino de herradura por una sendita de perdices y a lomos de un caballo o de un pacientísimo jumento.
El carrito de que hablamos es más simpático, mucho más simpático que un automóvil. Camina despacio; lo guía un labriego castellano; podéis charlar, todo a lo largo de la jornada, con este buen hombre que os conduce. este bucn hombre sin poseer el Diccionario de la Academia Española. va hablando, reposadamente, con palabras y giros tan expresivos, tan nobles, tan exactos, tan pintorescos que vosotros no echáis de menos, la vertiginosidad de los automóviles y hasta quisiérais que el camino fuera más largo de lo que es. Oh, España, bella Espana! Nadie de tu senoni los más doctos, ni los más elocuentes habla con la majestad, con el color, con la expresión de este buen labriego de Castilla.
El carrito va caminando; se ve ya a lo lejos, al trasponer un repecho, el.
campanario del pueblo.
Dentro del carrito está sentado un senor que se dirige a ese pueblecito. este señor, cuando se levante, cuando se ponga en pie, veremos que es alto, erguido, enjuto de carnes, con los miembros ágiles y delgado. Sus ojos esto lo podemos ver desde ahora mismo destellan un poquito de cansancio y de melancolía.
Por debajo de su blando sombrero asoma una simpática melenita gris, cenicienta. Denota esta largueza del pelo, 110s parece a nosotros, independencia, independencia muy grata en un escritor, y romanticismo. Acabamos de decir que este caballero es escritor? Si; es escritor. Si está un poco triste, es porque ha trabajado mucho; todos los que con la pluma liemos trabajado niucho iy tenemos que seguir trabajando. estamos un poco tristes. El caballero del carrito que marcha hacia el pueblo es Luis Bello. Luis Bello, el misionero de la Escuela, que en sus viajes por toda la área de España va ordenado en todas sus planas, por las calles de la ciudad. siempre Luis De La Prensa. Buenos Aires Bello, en todas sus andanzas periodísticas, en su duro vivir, ha sabido conservar ia cuánta cos.
ta! un espíritu de independencia y un sentido de liberalismo reflexivo, que son los que constituyen lo atractivo, simpático, la nota romántica de su personalidad.
Desde hace más de un año Luis Bello está recorriendo toda España. Su misión es la de visitar escuelas de niños. Poco a poco se ha ido formando un ambiente nacional, cordialisimo. de entusiasmo, alrededor de esta admirable cruzada. Para el observador es precioso asistir a este ascender lento del interés del público, en pro de una campana periodistica. El móvil de la campaña es nobilisimo, altamente patriótico. Se publican los primeros artículos; los compañeros del oficio, algunos compañeros, no todos proclaman en las conversaciones privadas sus loanzas por la empresa.
No falta quien añade. Sí, si; todo eso es admirable; pero no logrará usted nada. el periodista prosigue en su labor. De provincias llegan ya algunas cartas. El círculo de los aprobadores, entre los camaradas, se ensancha; a la reserva prudenLuis Bello te, desalentadora, ha sucedido la simpatía franca.
ahora a visitar la escuela del lugar que allá Ya los maestros de varias regiones de Espaen la lejania se divisa.
na comienzan a ver lo provechoso para ellos es decir, para la patria, para EspañaHacia el pueblecito. Luis Bello es uno de la nobilísima cruzada emprendida por el de los más preclaros periodistas de España; periodista. En las reuniones se acuerda enademás de periodista hombre que tiene la viar telegramas de felicitación y de aliento intuición rápida de la actualidades emi a Madrid. El periodista, con los papelitos nente literato. Qué bonito es su libro sobre azules en la mano, se siente fortalecido, Madrid! Para enterarse de lo que es la ca alentado. No todo son egoismos bárbaros pital de España, de sus alrededores, de su en la vida. Un poco de romanticismo, de ambiente, de su historia, el libro de Bello es idealidad, no falta ni aún en los corazones insuperable. Luis Bello ha escrito en muchos niás frios. Lo que hace falta es el eslabón periódicos; ha hecho labor de colaboración, que haga, percutiendo con fuerza, saltar la puramente literaria, exquisitamente literaria chispa de los corazones. Van pasando dias; en este caso, y ha practicado la ruda y abru Luis Bello camina de pueblo en pueblo, de mnadora labor de confección en un periódico, ciudad en ciudad. El ambiente de cordialidad de ordenar, de disponer el número, en las y de entusiasmo se adensa y crece. La maaltas horas de la madrugada, para que al yoría de los periódicos de provincias publiromper el alba salga en los primeros trenes can sueltos, notas, informaciones sobre el hacia las provincias y aparezca, poco des viaje de Bello. Llegan telegramas a Mapués, limpio, claro, armónico y elegantemente (Pasa a la página 935. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica