30 REPERTORIO AMERICANO LA EDAD DE ORO Lecturas para niños. Suplemento al Repertorio Americano)
Sueño de una noche de otoño Voche ile otoño. Un escolar de Tore años trabaja con desgano en su habitación.
Toma un libro del pequeño estante de pino y caen otros al melo, que el niño no recoge; entre ellos, un cuaderno de historias infantiles que se abre y queda con luminar al nive, mostrando lux figuras de un Hada y un Héroe. Siéntase a su mesita, iluminada por una limpara a petróleo; lee um instante; bosteza. Inicia uma copia, y no tarda en arrojar el por taplumas que pueda hasta el extremo de la mesa, quedando en equilibrio. astidiado y soñoliento, mira con rencor sus libros, sus papeles. Finalmente, oculta el rostró entre los brazos y me duerme sobre su trabajo abandonado. RATÓN. Asosa por un agujero del zócalo; oliserca minuciosamente la habitación; hurmen el aire con repetidos movimientos del hociquillo agudo. Tiene los ojos brillantes como dox chispas y los bigotes tiesos y descoloridos. Da algunos pasos, rúpidos y cortos; salta solure una silla; contempla al niño y.
Murmura con coz sofocada y, sin embargo, chillona. Está dorinido. Sí, como todas las noches. Tiene la buena costumbre de dorinirse en cuanto abre sus libros. Ah, si fueran así todos. Qué vida regalada la nuestra! Pero esos pícaros seres que se llaman humanos. Porque los gatos son terribles, no puedo negarlo; pero los gatos son nuestros enemigos naturales y es más decente morir entre sus garras que en trampa vil, bajo la escoba de una vieja o envenenado con queso. quién puede ocurrirsele envenenar el queso, manjar divino, sino al Hombre. Ea. Balta sobre uno de los libros caidos. Vamos a instruirnos un poco más. Nie maliciosamente y merde una hoja. Qué cosa insípida! Cada vez ponen papel más ordinario.
LA POLILLA. Es una larca instalada en el cuaderno de historias infantiles. Ilabla con la boca llena y roz muy débil. Bien dicho!
EL RATÓx. Aterrorizado. Quién labla. Calmindose. Ah! Buenas noches, niña. Siempre, alimentanMote?
LA POLila. Se hace lo que se puede. Ya sabes que me resigno a todo: pero no, me falta paladar.
He roido en mis buenos tiempos obras inuy finas.
ricamente encuadernadas. La mala suerte me trajo aquí. Sólo hay libritos baratos.
EL RATÓx. No te lamentes, que bien gorda estás.
Tú eres de aquellos que viven para comer y consideran bueno todo lo que se come.
LA POLILLA. Hombre. digo. Ratón! tú de cuáles eres. Vaya una insolencia! Como si no supiese con quién trato.
EL RATÓx. no lo sabes. Me juzgas tu igual porque me ves ramonear estos pa peluchos. Irguiéndlose, peinuindose los bigotex. Pero no me confunda usted, señorita. Yo soy un ratón de mundo. He viajado por todas las casas de la vecindad. Tengo mi diploma de ingeniero: nadie hace túneles como yo!
Conozco excelentes cocinas, despensas bien provistas.
Cambios de fortuna que todos los grandes de la tierra sufrimos, me han obligado a pellizcar en tu compañía. Pero hay distancias, largas distancias, entre tú y yo. Mira bien: este es un libro de historia natural: casualmente, se habla del gato en esta página.
Voy a devorarla para conocer a fondo la anatomía de mi enemigo. tú ¿qué comes sin saberlo y sin que te importe. La tapa de un librito de cuentos!
Ja, ja! Con que no lo olvides: yo soy un explorador, un sabio.
Eu Polvo. Forma un granito entre las costuras de uno de los libros caidox. Quién habla de sabiduría sin nombrarme?
LA POLILLA. Con mucho respeto. Maestro!
EL RATÓN. Con azucarado afecto. Querido amigo!
EL Polvo. Malagado, pero soberbio. Os escuchaba.
Me gusta oir hablar de jerarquías, siempre que se De coloque por encima de todos.
LA POLILLA. Con humildad. De ti venimos.
EL RATÓN. Con profunda rererencia. a ti volvelemos.
EL Polvo. Sólo yo voy, vengo, torno a partir y no ceso de andar.
EL RATÓx. Cuánto habrás recorrido!
EL. Pouvo. Pssch. Ho viajado por todos los climas.
EL RATÓN. También los ratones viajan en las bodegas, de los buques.
LA Polilla. nosotras, entre suaves pieles, en el fondo de los baúles, como en camarotes de lujo.
EL Polvo. Despreciatiro. Infelices. Con elocuencia. mí me han conducido todos los vientos del planeta. He cruzado inmensos ríos sobre el ala de las golondrinas, desiertos sobre las jorobas del camello, praderas sobre el lomo de los elefantes. He vivido en la corona de los reyes y en los harapos del pordiosero. He danzado sobre las torres de la ciudad y dormido sobre las tumbas.
EL Ratóx. Qué bien se dormirá en las tumbas!
El Polvo. No lo creas. El viento barre las lápidas, y a veces, cuando menos se piensa, cae alguna lágrima itan amarga. Prefiero, para dormir, las bibliotecas públicas.
EL RATÓx. Cómo es eso?
EL Pozvo. Vostulgico. Qué paz hay en ellas. Qué agradable penumbra. Qué dulce abandono!
LA POLILLA. Soñadora. Si se me ofreciera la dirección de alguna.
EL POLro. Hace pocos neses pasé una temporada en los altos estantes de una gran biblioteca.
Nunca tocaron mis gordos libros ni me visitó el plumero. Hasta que un dia el viento abrió una claraboya y me invitó a salir. Anduve errante por la ciudad, y ayer, al sacudirse una alfombra en el balcón de enfrente, salte de ella hasta aqui. Vuelvo a los libros: pero son pocos, y esta habitación me parece demasiado limpia y ventilada para que yo pueda echar raíces.
EL RATÓx. Lisonjero. Además, para un sabio como tú. Porque estos son libritos de enseñanza elemental. cuentos, como que saborea nuestra amiga. con héroes milagrosos, hadas. nobles sentimientos, empresas maravillosas.
EL Polvo. Hay todavía quien cree en todo eso?
LA Mariposa. Con brio desafiante. Yo. Los tres ese Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica