302 REPERTORIO AMERICANO Nazul, si no eres cazador ni guerreEl Libro de Zacquí y del Principe Nazul ro. para que llevas tus armas. dicen que el respondió. Soy Por cazador y soy guerrero. Me armo contra mi enemigo y busco mi caza ANTONIO MEDIZ BOLIO como cualquiera. Pero yo sé quien Del tomo La Tierra del Faisun y del Venado. Prólogo de Alfonso es mi enemigo y cuál es la presa Reyes. Ornamentación de Cesáreo Diaz. Buenos Aires, 1922. Contreque busco. Vosotros no lo sabéis. Esto ras y Sanz, Editores.
es todo.
Puede señalarse esta obra como una de las joyas de la literatura hispanoamericana. Define el tono espiritual de la misma, el Prólogo de Otras veces, cuando el sol estaba Alfonso Reyes que en otra parte se verá.
muriéndose, y nacían las estrellas en el cielo, Nazul hablaba y decia: IELD EED aquí que en aquella parte de un manto blanco, un haz de flechas. Mirad bien. Cuando una luz se la tierra en donde los árboles son y un arco poderoso y salió a caminar. apaga arriba, otras muchas se enaltos y se recoge la flor que está por los montes despoblados.
cienden. No hay oscuridad más que llena de miel embriagadora, nació, Llevaba sobre la frente una pluma para aquel que vive debajo de su hace tiempo y mucho tiempo, un niño alta de faisán. Por ella y por el color cuerpo. que tenía los ojos del color del agua de sus ojos, semejante al del agua profunda cuando refleja el cielo. tranquila, le reconocían y se inclinaVió un dia una mujer que se adorEste niño era de la casta de los ban delante de él.
naba de cintas y de plumas y de grandes señores del Mayab y su Era entonces un joven hermoso, brazaletes, mirándose en el agua y nombre fué Nazul, el que es noble como no se había visto nunca entre sonriendo, y fué y le dijo. Haces por su madre.
los hijos de las mujeres del Mayab. te mira. Eres nacida para ser mirada.
bien, porque estás mejor así para quien Su madre era una mujer que vino Sus manos eran finas y suaves de lejos, en una canoa dorada, por como las de un Rey y sus brazos Todo lo que nace. nace para algo.
el mar del Oriente, que no tiene fin. bellos y fuertes como los de un gueTú, para eso. Cuando salió de su canoa y piso rrero, y sus muslos ágiles y vigoro Caminaba una tarde por una milpa la arena de las orillas, las palmeras sos como los de un cazador.
recién quemada y salió a su paso en que anida el viento se inclinaron Sus pies eran delicados y los lle una serpiente de cascabel, arrastránpara saludarla.
vaba desnudos, sin que se lastimaran dose sobre los rastrojos calientes. El Nadie supo jamás de dónde vino, con las piedras ni con los espinos. la miró y le dijo: pero algo grande era ella, porque los Su color era de cobre ardiente y Pasă tranquilo, buen animal. Si sacerdotes la recibieron en los tem claro y parecia que brillaba en el el fuego, que es espíritu de los dioplos y los Reyes Cupules, tres veces sol. sus ojos de agua resplandecian ses, no ha querido herirte. por qué de sangre real, la dieron aposento de una manera dulce, como los ojos yo voy a hacerte daño? en sus palacios.
de la paloma que ha llorado, y su Así era el Principe Nazul, nacido Era joven y tenia la frente radiante luz fascinadora llegaba al corazón. entre los mayas del Oriente.
y los ojos muy hondos y transpa Iba solo y ligero atravesando los rentes. Muchos dicen que había na bosques altos y las llanuras anchas, Fué a la tierra de los coch huahes, cido sobre el mar, en una piedra que y aparecia en los pueblos, cruzando vecina de la suya, que es lugar próera como una isla, y que esa isla las calles al anochecer.
vido, en donde el pan es ancho, seera el resto de la gran tierra que el Todo en él era misterioso y agra. gún lo dice su nombre.
agua devoró, en un tiempo de muy Allí lo recibieron con alegría y, por dable. Decía palabras llenas de beatrás, cuando todo era diferente en lleza cuando hablaba; pero hablaba gracia de su paso, interrumpieron la el mundo a como es hoy.
poco y sonreía a los hombres que le guerra. Se sentó a comer con los seDe esta mujer, de la que no se reverenciaban y a las mujeres que se ñores grandes y les enseñó muchas dice el nombre. tal vez porque no se ponían pálidas mirándole.
cosas.
sabe, tal vez porque no se puede Cuando salió de alli, los campos Iba y venía solo, sin que se sudecir. nació aquel niño llamado Nadieron una cosecha de maíz de color piera porqué. veces parecia un zul, que fué principe entre los mayas. hombre y a veces una sombra de luz de oro y se llenaron las trojes para del Oriente.
dos años. Enriqueció la tierra en donque atravesaba el viento.
Nació a la orilla del mar, cuando de sonaron En la soledad del monte, cuando sus palabras y fueron el sol subia sobre el agua, alumbranel principe Nazul se ponia a cantar, do al mundo.
se callaban los pájaros y venian a En los meses buenos en que floCuando hubo sido criado a pechos oirle.
rece el monte, fué a Chichén, la de de su madre, ella desapareció.
Unos se posaban en sus hombros los Itzaes y subió al gran templo del Unos dicen que se volvió por las aguas del gran mar, en su canoa res.
y otros en las ramas de los árboles, sol, y alli pasó siete días en meditacerca de él. Todo el monte le estaba ción y soledad.
plandeciente, cuando hubo dejado a su escuchando.
Una virgen de las que estaban conhijo entre los mayas, como debía ser.
Gustaba de cortar las flores frescas sagradas al fuego santo, le vió bajar Otros dicen que murió, acostada en el amanecer y adornaba con ellas una mañana por las altas escaleras, bajo una palmera, sobre la arena su frente. Así lo veían pasar los caalumbrado por el sol, que le resplanblanca de la orilla. que las fuerzas minantes por los caminos y, el que decia sobre la frente.
del agua se llevaron su cuerpo, que recibía su mirada se llevaba un soplo de sólo mirarle, la doncella quedó era bello y sagrado como el de una de contento en el corazón.
desvanecida sobre el suelo. Se lladiosa. Tenia un rollo de flechas a la esmaba esta virgen Itzel, que quiere palda y el arco nuevo y fuerte con decir rocío.
El Principe Nazul fué recogido en ja cuerda tensa. Pero no mataba ani Desde este dia, ella quedó como un templo y enseñado en la sabidu mal ninguno.
hechizada de tristeza y antes de que ria del Mayab.
cambiara la luna, murió como una luz Cuando ya iba a ser hombre, tomó Una vez le preguntaron. Principe que se apaga.
oidas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica