REPERTORIO AMERICANO 137 señor Laguado Jaime, fervoroso escriHospitalidad Por JORGE MANACH Las plebes de levita que forman nuestras amorfas jerarquías aristocrá.
ticas, tan despreciables como infames, son las que han forjado a Rozas, a Porfirio Diaz, a Garcia Moreno, y son las que sostienen a Juan Vicente Gómez, a Augusto Leguía, a Vallenilla Lanz, etc. etc.
La juventud revolucionaria venezolana no solamente combate contra Juan Vicente Gómez, sino por la cristalización de la revolución social latino americana, y lucha con la cooperación de todas las juventudes avanzadas de la América Latina, con la cooperación brillante de la juventud renovadora y bravía de Cuba, a cuya vanguardia se encuentran Agustín Acosta, Mella, Martinez Villena, Mariblanca Sabas Aloma, Juan Marinelo Vidaurreta, Orosmán Viamontes, Aldereguía, Tallet, Lamar Schweyer, Jorge Manach, Fernández de Castro, Vivo, Fernández Sánchez, y otros, vivamente interesados por hacer de Venezuela el centro libertador, como ahora un siglo.
LAGUADO JAYME.
Habana, Agosto de 1926. Tomado de El Pais, Habana. escribe con esta solicitud. Déle cabida en su interesante sección de El País a la carta que le adjunto de nuestro eminente compaNero Agustín Acosta, con esa breve acota.
ción. Aunque no es ni pudiera hacerse costumbre de ningún comentarista morador el coger visitas que le llenan toda la casa, hago hoy gustosa excepción en obsequio del señor Laguado Jayme, por la triple hospitalidad a que me obligan su solicitud, su condición de escritor extranjero y el tratarse también de nuestro egregio Agustín Acosta. Siguen, pues, la carta y comentario en cuestión. Señor Laguado Jayme.
Habana.
Mi distinguido compañero y amigo: No sé qué agradecerle más, si su articulo estupendo, lleno de comprensión y de valentia, o su carta autógrafa, en la que usted afirma el supremo elogio. usted es un hombre libre. En efecto, hasta donde es posible que lo sea un hombre vinculado a la sociedad y a sus intereses creados, yo soy un hombre libre. Si no actúo en otra forma, sino en la pasiva del libro o de la prédica constante, es porque existen en el mundo seres por quienes debo velar. No porque tema quedarme solo. Solos estamos siempre los que se aprestan a romper cadenas. Martí dijo. Aquel que lleva la luz se queda solo. Siendo la luz verdad, lógico es suponer que estamos solos; porque es más sabroso besar la cadena que hincarle el diente para des.
trozarla.
Su artículo me honra de manera inusitada, aunque en honor de la verdad le confieso que su doctrina es más avanzada que la mía. Por desconocimiento o por desconfianza, yo no he llegado todavía al extremo que usted se coloca. Creo que no podríamos contar nunca con la plebe, vista ésta de blusa o levita. Porque la plebe de levita es acomodaticia y venal, y la otra es cobarde y vil. Creo que los artistas no podemos dirigir multitudes, sino prepararlas. Tenemos la jeringuilla en la mano para inyectar; pero los músculos han de responder espontáneamente, por simpatia. La critica cubana no ha querido ver ese libro desde su único punto de vista: desde el punto de vista en que usted lo ha visto.
Lo saluda cordialisimamente, su compañero y amigo, AGUSTÍN ACOSTA, Vida azul Agustín Acosta Dibujo de José MARÍA DE ACOSTA.
hermano del poeta.
Sentirse amado, amarlo todo y en rosas convertir el lodo!
Mirar la vida con serenos ojos, y no tener rencores ni buscar enojos.
Admirar el furor de las tormentas y gustar la paz, tras luchas cruentas.
Pensar que es más hondo el bien que el mal y que no existe el destino fatal.
Volar tras una bella ilusión que si se aleja, nos dará redención.
Desear con inquietud las cosas bellas aunque sean lejanas como estrellas!
Poner el pie en el lodo humano y hacia el azul, tender la mano.
De ternuras tener una ansia loca y llevar sed de besos en la boca!
Sentirse amado, amarlo todo y en rosas convertir el lodo! Catalá, en su gallarda tribuna El Figaro, del primero de este mes.
Sólo el dolor y la penuria moral en que gimen nuestros pueblos latino americanos, constituídos por el noventa por ciento de obreros y campesinos, las vilipendiadas clases proletarias, me inclinan a hacer algunas cortas acotaciones a la carta del eminente compañero Acosta, quien por su sinceridad, su mente y su valor, si él lo quiere llegará a ser el primer poeta revolucionario de la hora actual de la América, de esa vergonzante América de Juan Vicente Gómez y Emiliano Chamorro y Companía y Sucesores, ya que la América de los Camilo Torres y de los Coto Paúl, permanece en lo hondo de los corazones idealistas, como fragancia sagrada.
Es la plebe de blusa, esa digna, silenciosa, envilecida, explotada, cobarde y vil plebe de obreros y campesinos, cobarde y vil porque asi se le ha educado y se le educa, la que provocará y realizará la revolución social latinoamericana. El futuro de la América Latina depende de sus campesinos y obreros, quienes guiados por hombres conscientes y libres, por hombres buenos y dignos, la harán el refugio de la Humanidad, como lo anunciaron Bolívar y un visionario argentino.
CLARA DIANA San José, Costa Rica. No es la crapulosa vanidad la que me induce a dar a la publicidad esta carta del ilustre poeta cubano Agustin Acosta, la cual me ha enviado con motivo de un breve comentario mio sobre su revolucionario libro La Zafra, comentario publicado en la gran revista del noble e infatigable Embajador Espiritual en la Habana de los escritores y artistas latino americanos, Don Rainon Revista Jurídica y de Ciencias Sociales Organo del Centro de Estudiantes de Derecho Director: VICENTE MARQUEZ BELLO Secretario: BERNARDO SIERRA Redacción y Administración: BALCARCE 167. Avenida 5739 Buenos Aires. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica