REPERTORIO AMERICANO 251 explorador de la selva, oscura de la intuición. Le atrae la tierra con la virtud here.
ditaria de generaciones de labradores, y se entrega sin placer a la vida errabunda. pudiendo talvez haber sido el dueño de su estilo, o el administrador próspero de un bien surtido almacén de conocimientos, o el colega distinguido de cualquier gremio pro fesional; como la coqueta que gastó a la ventana los días de la esperanza juvenil, se sorprende hoy con un puñado de recortes de diario por toda fortuna en sus arcas.
ERNESTO MONTENEGRO New York 1920.
Noticia. De Ernesto Montenegro se nos ha dicho esto. Montenegro es periodista y escritor de muchos quilates; sobre todo, por su sentido crítico. Es chileno, y vive en Nueva York, como representante de El Mercurlop, También se nos ha dicho en otra parte. Envio cinco recortes varios, y un articulo de Ernesto Montenegro. Le recomiendo a este amigo, hombre muy inteligente, estudioso, de ideales y de voluntad. Su casa es en Nueva York, Broadway, 280. Es nuestro defensor en aquella tierra, en las grandes ocasiones, para lo cual le sirve su perfecto dominio del inglés. El sentido crítico, ponderado y sutil de Montenegro, ha dado a las letras chilenas, páginas muy interesantes. EI poema de las marimbas (Oyendo a los hermanos de las manos dichosas, los hermanos Alemán de Diriamba. la nobilisima Señora Dia. SARA PRIETO DE RODRÍGUEZ, aninia gentile, Que siga la marimba, que sigan los hermanos quién sabe de que bestias nocturnas copia el celo, tocando, sí, tocando. manos para tocar!
con el ri, con el rú de las ideas fijas.
Es la voz apagada del remo entre las manos, los buhos jurados enemigos del día mientras canta sus misas gregorianas, el mar.
y grillo que me aburre con su mismo compás ¡Oidos para oir! se resume la vida, y la desesperada, monótona jauria en los cuatro evangelios de la mano que toca.
de las almas en pena y el diabólico guas El ojo, de sus fiestas venecianas, se olvida y cierra su teatro de máscaras, la boca.
saben con qué guitarras sordas, com qué tambores se tocan estos ruidos de la noche madrastra. Oigamos, alma mia! que todos los doctores cuando ninguna estrella despide sus fulgores se callen, pues ahora, es el tiempo de oir.
y el tiempo es una oruga que pesado se arrastra.
El oído, de fiesta, celebra sus amores, se ha bañado con baño delicioso emir.
Cornetin embrujado, grillo de sabatinas y lunáticas noches, tus balddas oí. Asi, en las placenteras Mil Noches, perfumado través de una fuga de notículas finas, el esposo que viene saliendo del hanman: en estas milagrosas marimbas, ii Cantar de los cantares, amada y el amado solos, en sus amores, ocupados están.
Voces de la carreta. Pésimos los caminos, Las voces de la cuna: Dormite niñiito.
y este sol y este polvo sucio! co lon con trón. como en el evangelio, de las misas cantadas, No hay gobierno que valga, con pésimos caminos cumpliendo con solemne maravilloso rito, y este sol y este polvo sucio, co lon con trón.
se elevan del incienso las nubes perfumadas, Oyes, en la marimba, notas alborozadas y se encienden las luces y graves, recogidos, de pájaros cantando Kirie, Kirie eleison: de pie, por la divina voz de Nuestro Señor; vuela, sobre el armonio, con sus manos aladas, asi cuando la madre, al niño, con dormidos la Madre Micaela monja de Asunción.
cánticos mece. De babor a estribor, La voz del aserrio: ved mi polvillo de oro, en el barco de velas blancas que yo prefiero. soy madera desnuda, ra ra ra flain ſlam ſlam, iy también la marimba es eco de esta voz. con olorosos trajes nuevos, soy el tesoro Voz de Santa Teresa «muero porque no muero de los superactivos hijos del Tío Sam.
me baña alegría, con sus palabras, Dios.
El Caruso y la Melba, saben de voz humana, De profundis clamavi, la voz benedictina también estas marimbas y del dulce la li del ataúd icon algo por dentro! din doon.
de eglógica flauta, la voz de la mañana el paso de un caballo que al galope camina, oyes en la marimba. Viene como ladrón, buena como las letras de la palabra sí. Oyes, en la marimba, voces Francisjammescas, a caballo, el enjuto, celoso caballero.
La muerte y la marimba son gemelas hermanas.
parece que las diera nuestro Carlos Guerin. El ataúd se clava! remeda el carpintero silenciosas, rosadas, olorosas y frescas, clavándolo, las voces profundas y lejanas como con la garlopa, los carpinteros: vlande marimbas oídas ¡quisiera saber dónde!
chih frah chih chih frah olan. la nostalgia del piano. en aquel abismado silencio Elsenor.
con sordina, en voz baja, silenciosa, futura. Hace Hamlet preguntas y el bufón no responde, sin aquellas blasfemias del bullicio profano. perfectamente mudo, Yorick el hablador.
que forman las palabras de la literatura.
Oyes, en la marimba, son golpes a tu puerta. dijo la marimba: plenamente dichosa ¡Tal vez aquella Mano que fue crucificada soy, por la buena gracia, de quien todo lo espero.
insistia tocando, tu pobre vida, muerta La palabra de Marcos fué mi divina rosa: detrás de las tinieblas de tu puerta cerrada. Jesús a Quien llamaban Hijo del carpintero cómo habría vivido. Une pésima idea, y Carpintero El también» ya ves que la madera, los golpes a tu puerta de noche, tan taun, tuvo, entre las criaturas, la mejor bendición.
eran de aquella mano con uñas, la más fea, por eso, las voces adentro y las afuera entre todas, la mano maldita de Satán!
juegan sobre las ramas en flor, de mi canción.
Oyes, en la marimba, qué ronco violoncelo, PALLAIS, Pbro, que violin mas agudo del viento, en las rendijas, Leon de Nicaragua, 1928 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica