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REPERTORIO AMERICANO. 165 Leopoldo Lugones Pero venia precedido ya de una fama in leer la mía. Los mejores alejandrinos del quietante. En Córdoba se contó invariable idioma castellano se han escrito en Buenos ¿Qué edad tiene Leopoldo Lugones?
No consultemos las pequeñas enciclopemente con su concurso para todas las pa Aires. Dicen asi: rrandas subversivas, desde la prédica antidias que vienen de Barcelona. Ellas se han clerical hasta la propaganda de las ideas Es una gran columna de silencio y de ideas en marcha. El canto grave que entonan las mareas. empeñado en anticipar el nacimiento del avanzadas, esas ideas avanzadas que suepoeta y lo refieren con sólida certidumbre, len aterrorizar con tanta vehemencia a los. De quién son estos versos? interrogó al año 1868. no es exacto, ni lo es tamque viven en el interior y se hallan todavía el profesor con acento angustiado.
poco el dato de un diccionario del mismo en el dulce periodo del azoramiento. Ha De Lugones, género y hecho con igual prolijidad, editado brán dejado de persignarse los excelentes. Vete al patio, anarquista!
en Paris, según el cual Lugones nació en contertulios de la universidad de hace En la clase siguiente, no bien se sento 1870. Leopoldo Lugones nació en la pro veinte años al leer los artículos de Lugones el profesor en la cátedra, le manifesté que vincia de Córdoba, en Río Seco, en 1874.
en las columnas inflamadas de Tribuna libre?
los maestros no tenian derecho de imponer El hombre, como se ve, no puede quejarse Alli escribía la juventud tumultosa de Córa los estudiantes sus ideas artísticas y sus de sus cuarenta y cinco años. Los ha vivido doba, el núcleo hondamente descreido que creencias literarias. Estaban obligados a bien. Basta revisar la densa lista de sus florece con violencia en los centros ortodoenseñarnos a aprender, pero no a aceptar obras publicadas para comprender que no xos. Lugones era el jefe y el maestro.
ciegamente lo que nos suministraban. No ha perdido el tiempo desde los días ya le Buenos Aires no lo diluyó en sus poderosas nos gustaba Núñez de Arce y nos parecia janos en que empezó a verse su firma en corrientes. Al contrario. El espectáculo de un pobre señor el venerable Olmedo. los periódicos locales de Córdoba. Era enla gran ciudad, en vez de desconcertarlo, con tranquilidad de homicida lei mi compotonces un recio muchacho que se anunciaba acentuó su emprendedora energia y no tardo sición sobre el alejandrino. Cuando terminé distinto de los demás por su escasa vocala lectura los alumnos aplaudieron. El proen ser una persona visible. En aquellos años ción por el doctorado, tan difundido en la funcionaba el Ateneo y en el Ateneo se lifesor no volvió más aquel año. Lugones se región y que constituye, con el pariente braba la vasta batalla entre los servidores de introdujo así en los espiritus juveniles. Nos cura, un rasgo nobiliario de las familias de dominaba su audacia, la belleza que prela tradición clásica, que gemían en vocativo, pro. Otros caminos le llamaban. Ni el docy los imprevistos defensores del nuevo mosentiamos en su poesía que aun estábamos torado ni la iglesia solicitaban sus simpavimiento artístico que tenían en Rubén Dalejos de abarcar en la amplitud total de su tías. Si aquello podia tolerarse con algún rio su expresión y su pauta. Lugones, sevalor y en la compleja diversidad de sus asombro, esto último ya daba que hablar a ñalado ya en Córdoba como revolucionario. matices. Pero advertiamos en su fondo algo los tranquilos vecinos del barrio de San en literatura y en lo que no era literatura, distinto, algo nuevo, que nos apartaba de Francisco, donde pululaban los elegantes se incorporó al. grupo rebelde, acogido in la matraca pseudo clásica, de las candidas de la localidad, prontos siempre para salir mediatamente como la más alta esperanza orgias de Flores, de la cavernosa chocolacon el cirio a la calle e infaltables tanto de la escuela renovadora. Darío le llamó teria de Mármol, la trillada y gris en la misa como en la confiteria principal «el formidable Lugones, y en las redac de los versificadores americanos que no desde cuya acera se asisté a la retreta de ciones se le citaba con admiración y con podian dar un paso sin invocar desesperala plaza. dió mucho que hablar, en efecto. inquietud. Los clasicistas sostenían que el damente a la anémica musa de ojos lánguiDecía y hacia cosas raras. En las columnas modernismo de la flamante poesía y la téc dos cuya imagen aparecía en los tomos de la prensa cordobesa comenzaron a apanica flamante de esos dectructores provenía opulentos de las antologias.
recer versos que no estaban dentro de las del falseamiento del idioma. En las discu Lugones sigue siendo el poeta de la jureglas que desde hacia lustros incontables siones familiares del Ateneo, los adeptos ventud. Lugones no ha cambiado. La leve venian enseñándose en el grave claustro del viejo rito solían exasperarse hasta perder huella del tiempo ha puesto un tono grisádel colegio. Eran los versos de Gil Paz, su la linea solemne de su postura al comparar ceo en sus sienes. Su energia es la de anseudónimo de la iniciación.
la produción de los poetas ilustres con los tes. Oigo decir, a menudo que Lugones En la rueda de amigos, Lugones exponía ejemplos de los modernistas. Lugones se cambia mucho de ideas. Esa acusación no sus ideas literarias y filosóficas que dentro dedicaba a hacer el análisis de los versos es infundada. Cuando se tiene ideas es de poco debían traducirse en el principio que recitaban sus contrincantes. Lo hacía menester irlas cambiando, porque las ideas de la obra fuerte y de la acción pública con agresivo buen humor, con prolija cruel vienen de los hechos y de las circunstancias, constante, que ha hecho de él en nuestro dad. Al principio apenas advertían al ad que son las que cambian. Es natural que el pais a un continuo removedor de pensaversario venido de tierra adentro, pronto liberalismo del escribano y el socialismo de miento, a un elemento destinado a inquietar, se vieron obligados a considerarlo; porque boticario no varíen ni en forma ni en subsel espíritu dirigiéndolo o exacerbándolo. Su ese revoltoso poseía el don de atraer con tancia porque ambos pertenecen en sus nombre, aun no había llegado al tumulto de la palabra, los encadenaba con su dialéctica convicciones a la raza de los que siguen a Buenos Aires. Sólo una vez, en la redac potente y, además sabia hasta la saciedad. los demás. Lugones es de los que crean ción de la extinguida Tribuna, Mariano de Los clásicos fueron vencidos, los clásicos las ideas y es lo lógico que interprete los Vedia lo citó en una conversación al contar se retiraban del recinto cuando este hom sucesos del mundo con la visión del futuro, sus impresiones de un viaje a Santiago del bre, de ademán vehemente y nervioso y de con el concepto transcendental del pensaEstero. Asistió alli a la inauguración de la voz resonante, iniciaba una discusión. La dor en quien la variabilidad es un signo de estatua de don Lorenzo Lugones, coronel aparición de su primer libro, Las Montañas vigor fecundo. Como artista, Lugones ha de la Independencia. Después de los ora del Oro lo sacó del comentario reducido ido simplificándose hasta llegar a su fuerza dores importantes, que habían volcado sobre del círculo, de los debates apasionados del expresiva actual. Como pensador, su obra el auditorio la elocuencia consabida de los cenáculo para entregarlo a la polémica pú revela una linea constantemente mantenida, homenajes, se irguió un joven de aspecto blica. En 1900, cuando yo frecuentaba el una línea interna que indica en la totamuy provinciano, que exalto al héroe con aula del Colegio Nacional, sus versos ya lidad de la obra realizada idéntica orienpalabra inusitada en tales actos. Era Leo se discutian en la clase de retórica. Habia tación hacia la belleza y hacia el bien.
poldo Lugones. Mariano de Vedia, sin tener dos partidos. Los abogados de la escuela En realidad, es esta su filosofia permanente aún una noción precisa de aquella mentali clásica se agrupaban en torno del profesor y es este el sentido primordial de su poesía dad qne se abria, hablaba con entusiasmo y los revolucionarios levantábamos la nueva y de su prosa. Nadie, entre nuestros escride ese discurso oído al azar en una consa bandera y escribíamos orgullosamente en el tores, se ha consagrado con más intensa gración civica de Santiago. Años después pizarrón ejemplos sacados de Prosas Pro pasión a servir al ideal argentino, en la vino Lugones a la metrópoli y cayó a Tri fanas, de Las Montañas del Oro, de Casta acepción superior del vocablo. Lugones rebuna con una carta de Carlos Romagosa. lia Bárbara. Un día nos encargaron una pite el espectáculo grandioso de Sarmiento: Así empezó su conquista de Buenos Aires. composición sobre el alejandrino. Empecé a es un trabajador de la justicia y de la li Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica