REPERTORIO AMERICANO 107 En la tierra de Renán El bretón es el idioma maternal de El País de Goëlo autor del Pescador de Islandia, con sus este país, desde hace quince siglos, el Yan, Silvestre, Gand y la abuela Moan, que los niños maman con la leche de todos tipos de este pueblo sediento de su madre, y el que hablan hasta los la Psyche eterna, enfermo de infinito, seis años, en que entran a la escuela una enfermedad, decia Renán, de la y aprenden allí el francés. En las ciucual han sabido hacer el encanto.
dades de Bretaña se habla francés y Entre el mar y la tierra se extienbretón, pero en las aldeas, y sobre den las campiñas que son las frontetodo en los campos, los rústicos sólo Al verla, siempre tan pálida, ras indecisas de los dos elementos.
hablan el idioma del país, y casi toy con su sonrisa doliente, Allí la alondra de los campos vuela dos ignoran por completo el francés.
todos la llamaban la chiquilla con la alondra de los mares, como el De suerte que cuando andando por los Lilas Blanc arado y la barca, a poca distancia, campos del País de Goëlo o Baja Breramito de lilas blanc)
surcan la tierra y las aguas. Cuentan taña, dirijo la palabra a algún aldeano los viajeros que en la isla de Ceos, que encuentro en las veredas, siempre del divino archipiélago, se ve un bajo me contestan: pas galic, que no hablan Hay que recordar que este es el país relieve antiguo que representa a las francés.
de las leyendas y de las Novelas de la Nereidas colocando festones a los pies Los campos de Bretaña! Hay que Tabla Redonda; la tierra de Merlín. el de Ceres. Ese grupo escultórico podría verlos, hay que pasear a pie por estas encantador» y de Viviana; de Lancelot ser la imagen simbólica de la Bretaña.
sendas, y en este magnífico tiempo du Lac, del Santo Graal, de Guayin, Aquí me siento vivir en pleno sueño, estival, que era el que prefería Renán, de Artus, de la Dama del Lago, y en una atmósfera mitológica. Cerca do para poder sentir su encanto. Por do también de Tristán e Isolda. De ahí Tréguier se alzaba una antigua iglequiera los prados están cubiertos de que emane de todas las cosas, y obre sita, de cuya puerta se divisaba el margaritas, pensamientos, narcisos, ja sobre las almas, un encanto inefable, mar. Un rayo la destruyó, pero quedó cintos y anémonas. En las zanjas y compuesto del pasado maravilloso, del en pie la torre con sus campanas. Es cercas de piedra de los caminos abun ambiente místico, de la ambigüedad. un lugar bellísimo. La torrecilla se dan las violetas, las fresas, las fram de una tierra que es sirena y hada a levanta en medio de la campiña, cubuesas y las moras, la vez, en la que, al ruido de las rabierta de musgo, y por una escalera. En algunas granjas (manoirs las lla mas de los árboles por las tardes, se interior de piedra pude subir hasta la man. se dan hermosísimos los mirtos mezcla el rumor lejano de un mar de cruz y divisar todo el valle de Tréy los, laureles rosas, pero lo que más esmeralda, que se ve de todas partes, gor y el mar lejano. esa torre, que se ve por todas partes son huertas de sobre el cual parecen tranquilamente existe hoy tal como la vió Renán, y peros y manzanos, con más peras y pacer innumerables rebaños de blancuyas campanas van a Roma el juemanzanas que hojas, desgajadas las ra cos corderitos. Plinio llamó la Bretaña: ves santo, lo mismo que antes, es a mas de frutas maduras. Peninsula espectadora del océano. la que él se refiere en este pasaje de Los cantos populares bretones y las Recuérdese también que es el país sus Souvenirs enfance: oraciones a sus santos los cantan y que tiene esta divisa, conservada in«. En esa iglesita pasaban cosas los rezan en bretón. El folklore de maravillosas. El jueves santo nos lleeste país es de los más ricos que pueda tener pueblo alguno, comenzando POTIUS MORI QUAM FAEDARI, vaban a los niños para ver ir a las campanas a Roma. Nos vendaban los porque sus santos no están en los calendarios cristianos. Bellísimas joyas primero la muerte que el deshonor, y ojos, y entonces era lindo ver todas de ese folklore pueden apreciarse en tan incólume que no hay aldehuela, las campanitas, por orden de tamaño, Renan en Bretagne, de Th. Jauvrais y en todo lo que he recorrido, que no de la más grande a la más pequeña, en ame Brétonne de Mr. Charles Le tenga un monumento a los muchachos vestidas con su bello traje bordado y Goffic, amigo de Renán, y no obstante, bretones, hijos de esa aldea, que mucon encajes, que les habían puesto el católico combativo que hoy actúa en rieron por la patria, en la última gran día de su bautismo, pasar por el aire, repicando alegremente, y hacerse bentodas partes al lado de Monseñor Bau. guerra. Aquí. no se registró batallón drillart, y es el mismo que en 1886 que corriera, como el marsellés al prin decir por el papa.
llevó a Barrés a Rosmapamón, pretexto cipiar la lucha, y que fué fusilado en No muy lejos de este Puerto Blanco, de su irreverente panfleto contra Re seguida, con coronel y todo, y al con donde escribo, se ven también, entre nán, con quien no habló sino diez mitrario, cuando se necesitó cerrar el peñascos escarpados y abismos espu nutos, y que le iba costando caro al paso en Verdum con un río de sangre, mantes, algunos despojos de la famosa creador del mito de Toledo, a la que se mandaron bretones!
Ker Is. La otra tarde, aprovechando (entre paréntesis) no le hallé el se No se olvide que esta es: el magnífico tiempo, fuí, primero por creto, a pesar de Barrés. La terre de granit recourert de che un camino entre rocas, y luego en un Imprevisivamente no tengo aquí el nes. donde «nada cambia, fuera de bote de pescadores de Sentil, a visitar libro de le Goffic, pero para dar una las ondas que cambian siempre. y la aldea y capilla de San Gwenolé, idea de los cantos bretones basta este donde nació aquel de quien se ha di fundador de la abadía de Landevenec que he oído cantar y me han dado cho en estos días que «Su nombre y amigo del rey Grallón, el soberano traducido al francés: amanece y se pone en la literatura de Ker 18. Guérix. la antigua Ciudad como el Sol sobre el mundo. La tie de Is, tragada por los mares. Los dos LILAS BLANC ita de los antiguos bardos, y también lobos marinos que me conducían me de Abelardo, de René y Renán, de dijeron que el ruido del viento, escuElla creció como una florecilla Lamennais, Brizeux, Corbiere, Anatole cliado en esas soledades, daba una en el fondo de un pobre boung, Le Braz, Narciso Quellien. el último sensación de lejanía extraordinaria.
y en una triste chocita creador de mitos. Aquella tarde no soplaba casi ni sin sol y casi sin luz.
La tierra también de Loti, el genial brisa, y, no obstante la imponente secólume. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica