REPERTORIO AMERICANO 55 Poemas de de amor Te amo, porque no te pareces a nadie.
Porque eres orgulloso como yo. porque antes de amarme me ofendiste.
SICER CABABA noviembre cuando te encontré.
El cielo estaba azul y los árboles muy verdes. Yo habia dormitado largamente, cansada de esperarte, creyendo que no llegarias jamás.
Decia a todos: mirad mi pecho įveis? Mi corazón está livido, muerto, rigido. hoy, digo: mirad mi pecho: mi corazón está rojo, jugoso, maravillado.
intenta él, olvido eterno, cargarse de mi constancia, y entibiarse con mi ternura?
Pero, yo le he dicho. no te basta con todo lo que arrastras, vagabundo?
Todo mi amor es poco para mí, no me quites nada.
Es media noche. Yo estoy separada de ti por la ciudad. Espesas masas negras, bloques de casas, bosque de palabras perdidas, pero aun vibrando, bloques invisibles de cuerpos microscopicos.
Pero proyecto mi alma fuera de mi y te alcanzo, te toco.
Tú estás despierto y te estremeces al oirme. cuanto está cerca de ti se estremece contigo.
ESTOY en ti.
Me llevas y me gastas.
En cuanto miras, en cuanto tocas vas de jando algo de mí.
Porque yo me siento morir como una vena que se desangra.
En la casa silenciosa, de patios calmos y frescos y largos corredores, sólo yo estoy despierta a la hora de la siesta.
Quema el sol sobre los mármoles. Vibran las alas de los insectos.
La blanca y familiar perrita apoya sus patas delanteras sobre mis rodillas y me mira de un modo extraño.
Yo le pregunto. también sabes tú que lo amo?
QUIÉN es el que amo? No lo sabréis jamás. Me miraréis a los ojos para descutbrirlo y no veréis más que el fulgor del éxtasis.
Yo lo encerraré para que nunca imaginéis quién es dentro de mi corazón, y lo mereceré alli, silenciosamente, hora a hora, día a dia, año a año.
Os daré mis cantos, pero no os daré sui nombre.
El vive en mi como un muerto en su se.
pulcro, todo mio, lejos de la curiosidad, de la indiferencia y la maldad.
TAÑIDO de campanas, grosero tañido de campanas; heris mi alma y asustáis en esta hora mis finos pensamientos de amor. Oye: yo era como un mar dormido.
Me despertaste y la tempestad ha estallado. Sacudo mis olas, hundo mis buques, subo al cielo y castigo estrellas, me avergüenzo y me escondo entre mis pliegues, enloquezco y mato mis peces.
No me mires con miedo.
Tú lo has querido.
En una columna me apoyo, y te sueño.
Mi mejilla, en contacto con el frio mármol, contagia de hielo a mi corazón.
Gruesas lágrimas caen de mis ojos.
Soy feliz; pero lloro.
ALFONSINA STORNI En este crepusculo de primavera yo volaría: sí, yo volaria.
Si no fuera que el corazón henchido, cargado, doloroso, enorme, llena mi pecho, dificulta mis movimientos, entorpece mi cuerpo, y me mantiene adherida a la tierra donde tú vives. oh, mío!
Tú, el que pasas, tú dijiste: ésa no sabe amar. Eras tú el que no sabías despertar mi amor. Amo mejor que los que mejor me (Caras y Caretas, Buenos Aires. amaron.
Esta madrugada, mientras reposaba, has pasado por mi casa. Con el paso lento y el aliento corto, para no despertarme, te des.
lizaste debajo de mi balcón.
Yo dormía, pero te vi en sueños pasar silencioso: estabas muy pálido y tus ojos me miraban tristemente, como la última vez 1 que te vi.
Cuando desperté, nubes blancas corrían detrás de ti para alcanzarte.
15 POR sobre todas las cosas amo tu alma. través del velo de tu carne, la veo brillar en la oscuridad: me envuelve, me transforma, me satura, me hechiza.
Entonces hablo, para sentir que existo, porque si no hablara, mi lengua se paralizaria, mi corazón no latiría ya, toda yo me secaría deslumbrada.
Ayer te vi pasar cerca de mi; ibas bajo los árboles con tu paso (mesurado y la ca LA COLOMBIANA beza inclinada, como pesada de pensamientos.
Pero no quise detenerte. Porque aun sueFrancisco Gómez nas conmigo, y todo sueño puede ser muerto, Se trasladó frente al Pasaje Jiménez aun por la persona amada que lo provoca.
local que ocupó «La Parra, Ofrece a sus clientes y al público SUSURRO, lento susurro de hojas de mi patio al atardecer: callad.
en general un surtido de casimires ¿Por qué me enloquecéis susurrándome su en gabardinas.
nombre?
El no vendrá hoy.
Cuenta con buenos operarios Piensa en mi, pero no vendrá hoy. para la confección de sus trajes.
PRECIOS SIN COMPETENCIA He bajado al jardín con la primera luz de la mañana.
La fina humedad del rocio refresca mis br. CONSTANTINO HERDOCIA plantas, y los párpados se distienden bajo la dulzura del aire primaveral.
De la Pacultad de Medicina de Paris Veo los rosales en flor, la enredadera de MEDICO CIRUJANO jazmín nevada, la negra raya movediza de Enfermedades de los ojos, oídos, nariz las hormigas y el limonero cargado de fruy garganta.
tos de oro.
Pero pienso: por fuera teneis oro y por Horas de oficina: dentro sois ácidos: el corazón de él no es 10 a 11. 30 a. y de a 5, asi, es dulce y bello por dentro y por fuera.
Contiguo al Teatro Variedades.
Teléfono número 1443 Te veo en cada cosa, todo me sugiere tu pensamiento.
He levantado los ojos y sobre el techo El Cantar de los Cantares, de la casa vecina he visto el tanque que guarda el agua corriente venida del rio.
en el precioso arreglo dramático de Pienso que acaso estuviste ayer a su oriJuan de Bonnefón En las ediciones del CONVIVIO.
lla y las gotas que miraste hayan subido al vecino tanque.
Precio del ejemplar: 00 Solicitenoslo ahora mismo.
Cada vez que te dejo retengo en mis ojos el resplandor de tu última mirada.
Y, entonces, corro a encerrarme, apago las luces, evito todo ruido, para que nada me robe un átomo de la sustancia etérea de tu mirada, su infinita dulzura, su límpida timidez, su fino arrobamiento.
Toda la noche, con la yema rosada de los dedos, acaricio los ojos que te miraron.
Un viento helado y agudo me ha envuelto hace un momento como para robarme algo. Sabe, acaso, que estoy saturada de amor. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica