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REPERTORIO AMERICANO 307 tiene todo el encendido arrebato de muchacho. Yo vivia entonces entre grandes temporales que corria sin que estaba poseído ante el doloroso gado casi con furia a lecturas des tregua aquel espiritu, que no conoció espectáculo del mundo, toda la ter ordenadas y al estudio de las Mate nunca la paz, como no fuera en la nura que se le derramaba sobre los máticas. Esto, con bastante menos muerte. bajo esta noble frente de hombres y las cosas a través de sus ardor. Meabe. acababa de desembar poeta nórtico lucian dos ojos extrapupilas azules, aquellas pupilas que car. Había navegado algún tiempo nísimos, siempre quietos en su azul pugnaban por contagiar su pureza a como piloto. Había paseado por los de piedra preciosa. Unamuno decía esta tierra en que navegamos por el mares las tremendas inquietudes de de ellos que le hacian el efecto de cielo, como decía él en una bella su espiritu naciente. Sobre el puente, que siempre estaban mirando a traimagen marinera. es que Méabe junto al sextante y la brújula, o sobre vés de un cuerpo opaco. Tal era la escribía con su propia sangre; escribía ſa cubierta del barco, mientras repo fijeza y la intensidad de su mirada.
con todo su ser, con su cabeza y con saba o mandaba la maniobra, se iba Su aire era, pues, decididamente rosus entrañas. cuando se escribe planteando a sí mismo problemas re mántico, que él. procuraba acentuar así no hay oficio que valga. Todas. ligiosos irresolubles, y, en jerarquia con varonil coquererià, usando cuellos las sabidurías y triquiñuelas del estilo espiritual mas baja, problemas politi de piqué blanco muy amplios y corcaen, como bambalinas, ante el soplo cos y sociales, que siempre los en batas grandes y dejándose crecer el vivificador de una prosa tan vigorosa, troncaba, voluntaria o involuntaria pelo en incipiente melena. No sé por tan cambiante, tan vital como la de mente, con los religiosos que le acon qué me recordaba con frecuencia al Meabe.
gojaban entonces con violencia pas gran poeta inglés Shelley. Acaso porLuis Bello ha contado a este res caliana.
que algo se parecían sus espiritus, y pecto, con su habitual maestria, en Comenzó su vida pública como acaso también sus vidas. Con tal estas mismas columnas de El Sol nacionalista vasco. Fué gran amigo figura ni que decir hay que gozo de una experiencia decisiva. Era una de Sabino Arana, el fundador del gran predicamento entre las mujeres, tarde en el estudio de Arteta. Acom bizcaitarrismo, otra alma de fuego al cual correspondia él ampliamente, pañábamos al pintor Bello, Mourlane, como la suya. El socialismo bilbaino pues fué de naturaleza muy amorosa.
Michelena y yo. Fuimos leyendo li y el nacionalismo vasco, entonces Los socialistas bilbainos han hecho bros un poco viejos de escritores nacientes, se combatian sin cuartel. muy bien en llevar cerca de si, a contemporáneos. Todos parecían se Meabe, creo que por consejo de Sa tierra vasca, los restos de este despulcros. Un cierto olorcillo de carro bino Arana, se puso a estudiar ahin venturado gran amigo. Le debian ese ña se desprendia de sus páginas. De cadamente el socialismo, con objeto, religioso homenaje. Pero Tomás Mcapronto se encendió en el estudio una sin duda, de combatirlo desde su be no fué solamente un hombre de gran hoguera lirica. Las palabras de pobre trinchera nacionalista. El resul partido con serlo inucho y llegar un libro habían soplado sobre los tado de estos leales estudios fué que casi hasta el fanatismo; no podia corazones tediosos que dejaban tras se alejó del partido nacionalista y al vivir sin religión, y al perder su fe currir la tarde. Luis bello leia una poco se le vió combatir con autén católica, la substituyó con el mismo página de Tomás Meabe.
tica furia desde la trinchera que pen acento por la fe socialista. fué adesaba escalar y acaso destruir. He más un gran escritor, y éste rebasa JOAQUIN DE ZUAZAGOITIA oído decir que Sabino Arana lloró al las lindes de todo partido, y a él (El Sol, Madrid. ver que se le iba el discípulo predi tenemos que dirigirnos los que no lecto, en quien acaso veía su suce fuimos ni somos correligionarios suyos sor y heredero espiritual y el jefe en política, pero desde primera hora futuro del partido.
sentimos la nobleza de su espiritu y Han llegado a Bilbao, su villa natal, En este momento, marino en tierra, al gran poeta que en medio de sus reclamados por los socialistas, los metido ya de lleno y sin la más leve rudos combates políticos pugnaba por restos de Tomás Meabe. Poco suena reserva de sí mismo en la lucha posalir a luz. Este Meabe es el Meabe este nombre todavía en el resto de lítica local, conocí yo a Meabe. Lo que hay que salvar. El otro, el poliEspaña. Estos días hace una nueva estoy viendo cerca de mi. Tengo la tico, de él se encargarán sus compasalida, discreta y tímida, como para seguridad que quien haya visto no neros socialistas de Bilbao, que no pedirnos un poco de atención. los más que una vez en su vida a este han perdido ni están en trance en que recordamos y conocemos la obra hombre no se le despintará de la modo alguno de perder su recuerdo.
literaria y política de Tomás Meabe memoria. Su figura era de una gran ellos se debe la publicación del no nos cabe duda de que se va acer belleza varonil. Algo más que de único libro de Tomás Meabe una cando el tiempo en que este nombre mediana estatura, ancho de espalrelación de escritos cortos pero signifique el de uno de los escritores das, pecho saliente, como de pelotari este libro prologado por Araquistain, españoles más vigorosos y ricos de iquién había de decir que aquel en el que hay páginas de un gran espíritu de lo que va de siglo. Ahora tórax poderoso encubriera pulmones valor literario y humano, se ha difunaparece su alba. Luis Araquistain, fan poco resistentes! piernas de dido poco, fuera de Bilbao y de sus Joaquín Zuazagoitia, Julián Zagaza corzo, incansables en la carrera y amigos, y, además, no es sino una goitia estos dos nombres que con en la caminata, algo arqueadas, como minima parte de los escritos publitanta frecuencia se confunden. Luis de marino, que aun en tierra consercados o inéditos. Urge, pues, una Bello y Enrique Diez Canedo han va en su marcha el ritmo del mar. publicación más completa de los es.
anunciado certeramente la gloria de Pero lo extraordinario de su persona critos que dejó Tomás Meabe.
este hombre tan hombre, nada menos fisica era la cabeza. Una cabeza bien Mientras tanto no aparezca esta que todo un hombre, y que por eso. distante del tipo español. Parecía es. obra no se le podrá juzgar como mismo fué toda una llama. Fuera de candinavo. Rubio rojizo y áspero el escritor, ni aun por aquellos que le Unamuno y de José Ortega y Gasset pelo y el bigote, caido éste en cas seguimos en vida paso a paso, y que. por lo demás tan distintos, sobre cada como el de Nietzsche. Nariz de en toda ocasión afirmamos su valor todo Ortega no recuerdo de ningún pico de ave marina, mandibula prog literario por encima de sus convicotro español que me haya causado nata y violenta, frente abombada, es ciones, pasiones y luchas politicas.
tanta impresión al acercarme. paciosa, nobilísima, tan tranquila, que Buena parte de esta obra habrá que. Conocí a Tomás Meabe siendo parecía ocultar deliberadamente los recogerla de los números de La lu. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica