Omar Dengo

REPERTORIO AMERICANO.
231 Crónica retrasada.
Pensé escribir y publicar esta a Por producía la impresión de un templo modo de crónica a raíz de la celebración a que se refiere, pero mi en que no se siente uno sobrecogido mala salud de entonces me quitó JUSTO FACIO por los terrores de lo ignoto. lniciose todo ánimo de trabajo; aunque tarel programa de la fiesta con la rede, publico ahora estas lineas como producción de un cuadro en que Pesun homenaje de mi sincera estimación por la Escuela Normal. a.
talozzi comparece rodeado de discipulos cuyo rostro denota la dulce atracción sobre ellos ejercida por la timo, a las ocho de la noche, se enseñanza palpitante del maestro; siefectuó en la Escuela Normal de Costa suyos. Nada excusaría, por consiguienguiéronse a ese cuadro simbólico, de Rica, en la ciudad de Heredia insta te, descuido que consistiera en peruna ideologia clásica, muy en armolada, el acto académico con el cual mitir que, dentro de sus naturales nía, sin embargo, con los propósitos el noble instituto tiene por sistema limites, los estudios normalistas fuesen de la Escuela, las ejecuciones de múclausurar sus labores anuales. Asisti incompletos o careciesen de solidez.
sica con que se comunica amenidad a fiestas de esa indole, que son tama la solemne festividad; pero afirmo Asi, con un contingente de oporbién fiestas de arte; cambiáronse paque no asisti por excepción: soy fiel tunos conocimientos, acomodados a devoto de la Escuela y acostumbro los fines puramente instructivos, forlabras de cariñosa despedida entre los alumnos graduados y los que aun asociarme, con el más vivo interés, ma la Escuela Normal en sus bancos a los actos de su liturgia docente, de al preceptor que persigue las tiniehan de permanecer en la Escuela; donde saco el espiritu reconfortado blas de la ignorancias; en frase menos el público, emocionado, se asoció con la más vibrante simpatía a la cerepor el tónico de la confianza que ins retórica, pero más accesible a la commonia en que a los alumnos graduapira el porvenir del terruño, en cuanto prensión general, que destruye el analél es la obra consciente de los edu fabetismo; pero sabe también la Esdos se les hizo entrega de sus diplomas. Pero la nota sobresaliente de cadores.
cuela Normal que eso es tan sólo tan interesante velada fué sin duda, La excelencia de la labor educa una parte mínima, un elemento pridora que la Escuela lleva a cabo pro mario, de la sagrada tarea docente y por lo elocuente, por lo elevado, por lo connotativo, el discurso pronunciaviene, en primer lugar, de que alli por eso crea en el preceptor, a la alumno es cuidadosamente preparado par, el espiritu apostólico del maestro, do a lo último por el Director de la Escuela don Omar Dengo.
para ejercer, cuando maestro, todas a quien incumbe acometer esa obra aquellas funciones cuya práctica pro de comprensiva civilización que abar El gran público ha escuchado a mueve la creación de actividades ca un conjunto de realizaciones conOmar Dengo en distintas oportunidagenerosas y útiles en el seno del ve cernientes a las legitimas necesidades des y ha sentido, por consiguiente, cindario a que sirve, y, en segundo de la materia, a los superiores recla la fascinación de su. brillante dialéclugar, de que también se forma allí mos del espíritu y a una generosa tica; dialéctica, si: esta es la palabra en la psicología del alumno una con vida de relación. Para emprender esas que en el caso presente con todo ciencia vigorosa de los deberes tras actividades reciben excelente preparigor debo emplear, porque si siemcendentales que corresponden a la ración en la Escuela Normal los jó pre tiene a mano ricos peplos en que elevada condición de maestro. esa venes que, al salir de ella, asumen envolver la figura gentil de sus conconciencia esclarecida y fuerte que con valentía el apostolado de la encepciones, también es así que en la en algunos suele despertar el fervo señanza.
oratoria del joven profesor, a la beroso proselitismo de los apóstoles. Es En silencioso apartamiento labora la lleza del estilo se aúna el ordenado lo que corrientemente llamamos espi Escuela Normal por resolver conve empuje de los razonamientos, los cua. ritu de cuerpo.
nientemente los problemas relacionales avanzan gallardamente, como eleNo señalo como sujeto de deses dos con actividades y fines inherentes gantes y bien enjaezados corceles, tima aquella obra de la educación que a su instituto; ese trabajo, obra de dispuestos en escuadrón: digo con pone al alcance del alumno los ins inteligencia, de saber y de discreción, esto que la elocuencia de Omar Dengo trumentos necesarios para realizar una está presidido alli por el concepto de es esencialmente conceptuosa.
sistemática labor de cultura en cual patria; en la Escuela Normal el conEn discursos anteriores el orador quier zona de trabajo a que lo atrai cepto de patria preside siempre desde ha empleado su palabra en dar a gan sus preferencias, sus obligaciones lo alto, como una suave luz, las la. conocer la ardua labor de la Escuela didácticas o los empeños de exten bores de alumnos y maestros: los ob durante el curso: nunca lo vimos ensión escolar en que se interese, ins servadores conscientes vemos en ese tregado a laudatorias consideraciones; pirado por una comprensión amplia noble tráfago como una ascensión de muy al contrario, fué siempre su cosde sus funciones sociales. Parece su conciencias hacia la altura en donde tumbre decir en esos momentos, soperfluo convenir en este punto con se esboza la imagen de un ideal cuya lemnes por muchos motivos, las lilas gentes poco enteradas, tal vez, posesión es incentivo de ánimos supe mitaciones y deficiencias de que, a que de toda la educación, conjunto riores.
su juicio, adolecia la labor realizada; variado y armónico, sólo aciertan a Reflejo de este fenómeno es la podia creerse con razón que ese pever la superficie en que se reflejan ceremonia a que hube de referirme simismo fuese resultado del contraste los conocimientos, en no pocas oca al principio, o sea, el acto de clausura entre el fruto cosechado por la Essiones sólo al través de una verba con que la Escuela Normal ata, como cuela y lo que su esperanza le prolización mecánica. Observemos, por con un. lazo de cinta rosa, el escriño metía o una risueña ilusión le hacia otra parte, que precisamente el sen donde queda religiosamente deposi concebir: de un modo u otro, siempre timiento de una noble causa, tal como tado el proceso de actividades per resplandecía una viril y honrada sinésta de la educación, aguijonea el an tenecientes al curso que termina. Dis ceridad en esa áspera actitud.
helo de armarse convenientemente cretamente iluminado, el sencillo y, a Muy otro fué el tema explotado para llegar a ser dignos servidores la vez, elegante salón de la Escuela en el discurso a que ahora me re Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica