Individualism

202 REPERTORIO AMERICANO que, la y campestre, que enseñó amar por todo el sérvase con amor lucido y con maliciosa se dice, entre lo que se resuelve y lo que Continente y modelo un tipo de almas, creo. gracia. Su petulante y risueña predilección se hace. Dos seres hay en nosotros y el una calidad de amor ya desaparecidos, a por sí misma, esconde mal, bajo su ufania, autor devana la rueca de los ensueños soestotra forma de individualismo su temor de esclava, menos fuerte que los bre la trama inflexible de nuestra interna abarca, la sobrepasa, la prolonga y la di prejuicios y virtudes de la raza que gravita fatalidad; de nuestra contextura ancestral, versifica en una trama espiritual más com en ella con su peso de siglos. Se engaña domeñadora de las veleidades intelectuales.
pleja, inextricable como la urdimbre misma para dar pábulo a su esperanza, y reivin Así María Eugenia Alonso, la rebelde, la de la vida.
dica en teoria como una liberación lo que inconforme, es la blanda y sumisa víctima La adorable María colombiana, paloma en realidad la doma, la quebranta como una de las tiranias tutelares, más fuertes en su sin hiel, breve copo de ternura y melanco. canaSe reconquista en la soledad. el sagacidad secular que las justas protestas lia, no sabia sino callar, amar, llorar. La espejo le consuela de muchas cosas, es individuales, efímeras en su aislamiento.
elegante María caraqueña, de apariencia cierto: y el coloquio con la luna del espejo puesto que las Marias de idilio amerimodernísima sobre el fondo tradicional, que es más asiduo que el coloquio romántico con cano se alejan de nosotros en el tiempo y abrevia el tiempo con la celeridad de nues Ja luna y más persuasivo.
hasta su huella leve está próxima a borrarse tra múltiple iniciación y está ya triste por Un oscilante y envolvente ritmo suyo, de la memoria de las nuevas generaciones, que ha leído todos los libros, sabe expresar que es muy suyo, que es su ritmo, da a su deslumbradas por prestigios más recientes lo recóndito, sabe protestar y decir las co prosa límpida, una música insistente, pene y más turbadores, regocijémonos de ver sas, sabe reir, reirse, libertarse. sobre trante. si la invade una urgencia lírica, cómo, en la corriente de la tumultuosa motodo sabe que sabe. aunque sabe también preludia y tarda en romper, como acordan dernidad, emerge, figura de proa, la Maria llorar y someterse, acaso no sepa tan prodo todas sus fibras, ajustando sobre el alma Eugenia de este libro tan al día y tan de fundamente como ella cree, lo que es amar. tensa y aguda, las clavijas del recuerdo, siempre. Miremos como un sol occiduo dora ¿Ama? Si: pero más al amor que al amado. templando el afán secreto que la estremece. el adiós de tanta ingenuidad abolida; y la Ama por amar, no porque ama. ha de cuando rompe a cantar en fin, la emo nostalgia de aquel encanto inerme no sin quedar siempre insatisfecha. Es el mal de ción la agranda, la transfigura. Qué sobrie. dulzura, de aquella gracia inhábil que no se las almas espoleadas por el afán insaciable dad tan pura en la abundancia misma! De aprende ni se define, se atenuará bajo la y el ilimitado ensueño. Es el mal de San su dolor más hondo, sólo un sollozo queda seducción de la adorable Enemiga nueva, Agustin; quia amabat amare, de Santa Te. temblando en el rapto lírico suspendido, todavía blanda y sumisa, pero ya advertida.
resa, que muere porque no muere, lo mismo que más patético se destaca en el silencio GONZALO ZALDUMBIDE que nuestra quemante Sor Juana lués de la súbito.
Cruz: corazones pascalianos, más grandes Vale tanto este libro por lo que expresa 10 Ave. Elisce Reclus. Paris.
que toda felicidad, más grandes que todo como por lo que subentiende. Todo él verdolor. Sólo que esos santos, y en eso muessa sobre un dualismo sutil, sobre un vaivén OPORTUNIDAD: Disponemos de algunos ejemplares de Ifigenia. Precio del tran la fibra heroica, renuncian con la ale.
invisible, entre lo que se piensa y lo que tomo (522 págs. 00.
gria del desprendimiento contemplativo, y viven de sí, aislados en la cumbre. Los que nos arrastrainos necesitados de la triste dulzura terrena, ajena y deleznable, del pobre cordial de besos, hecho de amargos jugos, no conjuramos el mal ahondándolo. y al ir buscando de criatura en criatura, vamos.
cavando sepulcros.
Escribir en ciertos periódicos de América tas cosas hay, he pensado, que son exceletes una cosa confidencial, como poner ener La intacta, la impoluta virgen del Cau a, tes en Europa y que en nuestra tierra son gias en una fosa, o redactar un diario de selirio de su valle, esperaba en silencio, mas mortiferas porque se extravasan, se fronsiones secretas.
no soñaba en quimeras; se consumía por us Por eso es admirable el REPERTORIO AMERIdosean, pierden su medida! Lo mismo que ausente, pero ausente real, no inventado CANO que, a más de reunir las más prestigio con la zarzamora nos ocurre con ciertas conforme a un ideal abstracto; se consumía sas voces del Continente, las irradia por el leyes y costumbres de Europa. Recuerdo mundo. Nunca como ahora se ha visto tan en suavidad letal, en ignorado heroismo de lo que me dijo un dia un viejo jardinero en difundido el pensamiento americano.
el barrio de Providencia. Era tuerto de sit mansedumbre. Hija de sus montanas, proNo puedo resistirme a enviar este articulo funda y quieta, no reclamó otro universo.
chileno al director cuyo talento se formó en oficio, porque habia perdido el ojo por una Mientras que Maria Eugenia diera fuego al Chile. Quien dice chileno dice americano. Hay chispa aguda que le saltara mientras cortaun deje especial en la lengua y costumbres ba árboles. Con su mirada. unilateral nos sol, alas a los vientos.
desde Veracrna hasta Punta Arenas.
decía cosas fantásticas. Una mañana, cuan¿De dónde le viene a ésta, tan turbador do le ordenamos que comenzara a destruir encanto que prefeririamos su peligro a la zarzamora, exclano: aquella paz inconsciente? Para ella el amor AY en nuestra América una tendencia a. Esta planta la vendieron los gringos es guerra. Quisiera sucumbir, pero se prediciendo que servía pa ensala y lo que queserva. la preservan fuerzas ancestrales.
del trópico, donde las frutas o las flores, que rian era echar a perder el campo chilenio Se reserva. para qué principe inverosimil?
en Europa tienen formas discretas, llegan pa que no hubiera competencia.
No se entregará del todo sino, a la tumba.
a adquirir un crecimiento monstruoso. Los En realidad, no hay tal engano, ni miedo Pozo de ternezas hondas, sólo muestra un helechos se elevan en la selva por encima a nuestra competencia. No hay más que el azul ensueño de lejanía al fondo de su de las palmeras y cuelgan de los árboles; fenómeno natural de la pérdida de eficacia transparencia.
las rosas, los geranios, las begonias son de ciertas cosas europeas al ser trasplanCanta mientras espera, para dar aire a tumefactas, hinchadas, fenomenales. En Chi tadas a nuestra tierra, así sea en los domisu fiebre. Canta mientras espera debe ser le tenemos el caso de la zarzamora, cuyo nios del arte, la ciencia, la política o la su lema. Diario de una señorita que escri crecimiento fabuloso le ha quitado toda la botánica.
bió porque se fastidiaba. es el subtitulo utilidad que se le reconoce en Europa. En Si nuestro suelo no tiene medida, nosoque pone ella, dando a la divisa que la este viejo continente la zarzamora sirve tros, consecuentes con los misterios del define, una versión irónica y prosaica, como para hacer excelentes vallados y se emplea clima, tampoco la tenemos. Ya he notado si el escribir así no fuera el mejor refugio hasta en la medicina. En Chile, es preciso muchas veces en formas simplísimas, la falcontra la vida, la mejor excusa de no vi destruirla, quemándola hasta las raíces para ta de medida de los chilenos. Por ejemplo, virla, que no devore y arrase los campos. No cuando un compatriota lee un cuento, un Escúchase a sí misma. Lenta y atenta ob es un sintoma el caso de esta planta. Cuán chascarrillo en un periódico extranjero, se La falta de medida La gravedad criolla Hayo frondoso, a lo recargado. No digamos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica