REPERTORIO AMERICANO 303 LA EDAD DE ORO Lecturas para niños (Suplemento al Repertorio Americano)
Páginas de AZORIN buen tejedor. El buen tejedores ya my. viejecito.
No quedan ya más tejedores en la ciudad. El tejedor tiene su telar en un rinconcito de su zaguán; parece una arañita curiosa. La lanzadera va de una parte a otra. Hace un ruido sonoro y rítmico el telar. La tela que va tejiendo el tejedor es roja, azul y verde. El buen tejedor envía una sonrisa bondadosa a los niños. Ahora. dice el maestro. vamos a leer el gran Libro.
Se marchan todos saltando y gritando al campo, El campo. en primavera, en otoño, está lleno de animalitos. Los niños levantan las piedras, observan los horados, ven correr sobre las aguas los inscctos con sus largas patas. El maestro les va diciendo los nombres de todas estas bestezuelas y de todas las plantas. Vuelven los niños cargados de ramas olorosas y de florecitas de la montaña. Don Juan les acompaſta algunos días. Yo quiero le dice el maestro que estos niños tengan un recuerlo grato en la vida.
Del tomo Don Jurut. Madrid El árbol viejo Aurificina El aurifice tiene su tiendecilla aurificin en una vieja casa. Todo es perfecto y armónico en esta casa: los sillares de piedra. las ventanas. el hierro forjado.
do los balcones, la talla de los aleros en el tejado, el escudo que campea sobre la puerta. La casa fué labrada con verdadero amor. Ahora vive en ella.
el aurifice. El aurifice es un viejecito con un bigote blanco y una mosca blanca. Fué teniente con los car. listas. Don Juan viene a charlar con él algunos ratos. Todo el día se lo pasa dando golpecitos con un martillo o limando con una lima. Dicen que la casa tiene un subterráneo que llega al río. Corrió por la ciudad antaño el rumor de que el aurifice había encontrado en la cueva un maravilloso tesoro. El tesoro que tiene el aurifice son unos libros y papeles que él revisa todas las noches. Posee una casa de campo, cerca del pueblo. Vive solo: no tiene a nadie. Todas las noches vienen a dormir a la tiendecilla, desde la casa. de campo, dos mozos de labranza. Todas las noches, el aurífice se cala sus antiparras, y, como si fuera a labrar.
una delicada joya, se inclina sobre sự pupitre, esendriña papeles, forma largas filas de guarismos, lee periodicos llenos de números, escribe cartas a Madrid y Paris, En la tiendecilla trabaja todo el día. todas las tardes, a la misma hora, el aurifice y don Juan ven la cara de un niño que se pega al cristal. Las mejillas y la nariz aparecen chafadas en la transparente planicie. El niño mira con avidez los movimientos del martillo y el ir y venir de la lima. Así permanece un largo rato. Un año después, el niño es ya mayor y está sentado dentro, en el taller. Diez después, el niño es casi un hombre, y da él también golpecitos con el martillo. Veinte años después, el niño es ya un hombre formado. El aurifice ha muerto. El niño de antano ha tirado la casita de piedra: ha comprado las dos de al laclo; la construído un caserón de ladrillo y ha puesto en la fachada: Gran Bazar Moderno. ເu Todas las mananas, cuando hace buen tiempo, va Don Juan a la Chopera. La Chopera es la vieja alameda que se extiende bordeando las murallas. Los árboles, frondosos, centenarios, casi forman bóveda tupida con su ramaje. Al entrar en la alameda lo primero que columbra Don Juan alla a lo lejos, es una ancha y larga barba blanca. Don Leonardo pasea también. Cuántos años tiene don Leonardo Don Leonardo tiene ocho hijos, treinta nietos, quince bizuietos; es un roble centenario, venerable, con la fronda lena de pajaritos. Es roble centenario: la más fárvorosa pasión de don Leonardo son los árboles.
Siempre que se habla de los árboles, don Leonardo sonríe como un niño. Tiene el buen anciano la risa franca y los entusiasmos súbitos de los niños: ha llegado a la suma vejez con el candor inalterable de los seis anos. Don Leonardo. le pregunta Don Juan. qué ha hecho usted hoy?
Don Leonardo lleva un libro en la mano, lo alire.
señala un pasaje y se lo da a leer a Don Juan. Mire usted dice lo que acabo de leer en este libro.
Don Juan lee. Jagadish Chandra Bose, director del Instituto que ha fundado en Calcuta para el estudio de la fisiologia vegetal, es autor de instrumentos y procedimientos ingeniosos de una gran delicateza.
especialmente, del llamado, crescografo, que facilita rer crecer las plantas. De sus trabajos se desprende quo los vejetales están dotados de mayor sensibilidad que lo que lo que se creía hasta ahora: un árbol por ejeinplo, se contrae cuando se le golpea; los tejidos de una planta tienen verdaderas pulsaciones y, al morir, experimentan una especie de espasmo. Don Leonardo es um ingeniero forestal, erudito y meticuloso. Las paredes de su despacho están llenas de cuadros con árboles ha presentado trabajos meritísimos en varios Congresos; la escritó monografias elogiadas en el extranjero. De cnaudo en cuando, a solicitud de los periódicos, escribe ligeros y graciosos artículos de vulgarización. Don Leonardo. ha escrito usted algo hoy. pregunta otro día Don Juan. Sí contesta don Leonarlo, suuriendo. he escrito um articulo titulado El vrbol rivjo.
Bajo el ramaje de los árboles centenarios. venerables, don Leonardo comienza la lectura. Es un artículo añade Don Leonardo escrito La gaya tropa infantil Subiendo por la calle de las Tenerías encontramos la plazuela de las Jerónimas. Allí tiene el maestro Reglero su escuela. En la escuela penden de las paredes cuadros con los árboles, los animales y los cielos.
Llegan los niños corriendo y riendo. El maestro dice. cantar! Los niños cantan ma canción a coro. Comienza la lección! grita después el maestro, Los niños van con el maestro a casa del herrero. Tin tan, tin tan. hacen los martillos sobre el yunque: las limas y terrajas murmuran sordainente. Los niños ran a casa del carpintero. Ras rasa, hacen los cepillos sobre las maderas. y saltan y llenan el suelo las virutas limpias y olorosas. Los niños van a casa del Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica