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120 REPERTORIO AMERICANO La muerte de un fundador: ERENO, tranquilo, como si fuede su ensueño y forjó en su yunque su propia vida como un trero, murió ayer Pablo Iglesias.
acero. El trabajo fué su pedes«La muerte me sorprenderá en tal. su entorno, los infinitos cualquier momento, decía hace compañeros de labor, curvados dos días, sin fuerzas ya para sobre su miseria, doblaban tamlevantar la cabeza, y luchando bién el espíritu, rudimentario y aún a fin de explicar sus decasi bestial. Pero él recibió en sazones; y la muerte, en efecto, su frente el soplo de los esco; ha llegado para este hombre gidos. Supo empuñar el fuego, ejemplar, que inició su vida en arrancado a las fuerzas adverun ambiente de dolor, consagró sas y lo agitó sobre las tinielas energías de su naturaleza blas en que pululaban sus heradmirable a la fundación del manos de trabajo. Tuvo esa Partido Socialista y, la Unión alta gloria que le imputan como General de Trabajadores, y mueun crimen los abyectos: agito re rodeado de cariño y de reslas dormidas muchedumbres, despeto.
perezó su letargo secular, inNi la hostilidad del medio fundió nueva luz en sus ojos social ni las innumerables con. enturbiados, fué el inductor de denas, persecuciones y vejaciolas visiones embriagadoras. Les nes sufridas atenuaron su sendió una conciencia. la manera timentalidad; sui amarga niñez de los creadores, sopló sobre de hospiciano, la separación de el rostro de los inconscientes, su madre a la que idolatraba. y las bestias se volvieron hompara que ella pudiera ganar la bres. Puso en sus labios la sed vida, y él, instalado en el Hosinextinguible de aguas nuevas picio, quedara al abrigo de la Pablo Iglesias y en sus manos la potencia de necesidad más perentoria, aviconstrucción de futuras ciudavaron en su temperamento la danias. Acordo con ritmo dessensibilidad para el dolor y acreconocido el latir de los cora.
centaron asimismo su hostilidad zones. Lo que antes era rebaño, hacia el actual régimen econó naban los ideales políticos en amontonamiento de reses sin micosocial. Ante el desamparo España, el Partido Socialista que Pablo Iglesias noción de fuerza colectiva, se o la injusticia, veíase a Iglesias. Iglesias fundara en Barcelona ESDE lejos, me incorporo en convirtió en asamblea potencial en la intimidad dominado por el 1888 comenzó a difundir con el cortejo fúnebre de Pablo de conciencias, iluminadas por la emoción, y sus ojos grandes pasión sus creencias; cuando se Iglesias. La vía inmensa es un el sentido de un porvenir soliy claros expresaban dulzura y deshacían los partidos por ca cauce torrencial, donde la ciu dario y aun por la naciente perpiedad; en la tribuna esos mis rencia de disciplina y austeri dad viviente fluye entre la ciu cepción de que ellas recibirían mos hechos daban lugar a que dad, el partido socialista, bajo dad pétrea. Esa multitud, cacomla noción histórica de dirigir los se revelase la otra mitad del la presión de Iglesias, se con paña al gran muerto? No, no.
destinos totales de la sociedad hombre: áspero, razonador, sar centra en sí mismo, hosco, ás Por última vez, en forma visi humana.
cástico.
pero, celoso de su pureza y te ble, el guía de pueblos avanza El vendayal del Aventino le Iglesias, el fundador de la meroso de la fuerza desmorali al frente de sus discípulos. Ese flageló el rostro como una misúnica organización obrera es zadora del medio político. hombre no marcha hacia la netica confirmación. El odio de pañola realmente europea y viLo que ha sido y es el socrópolis de olvido, sino hacia los malos convirtióse en oleo tal, llevó a los organismos que cialismo español y la Unión Gela inmortalidad. Antorcha viva, de unción sobre su frente. La él creara la austeridad y la rineral de Trabajadores no pueel soplo de la Muerte no la persecución le consagró. cuangidez de su carácter; él los ha de esclarecerse sin estudiar la apago. Su espíritu liberto aviParlado, por fin, entró en moldeado, y hasta el último mopersonalidad vigorosa de Pablo va la luz de su ejemplo. Toda mento con él entró por las puermento ha coincidido su pensar Iglesias, artifice de sí mismo y su obra queda tras el como una tas el viento salutífero de las con el de la mayoría del par de los organismos que él crea. estela flameante. En los labios ágoras redimidas. Cuando hatido. Su muerte, no obstante el ra; mas no hay tiempo para acoinnumerables, su nombre ad blaba desde su tribuna, un acenapartamiento relativo a que hameter este empeño. Es Iglesias quiere resonancias nuevas. Un to desconocido penetraba a los ce algunos años se veía forzado, una de las figuras que han de gido por la eternidad, nos parece oyentes como un dardo. Nunca no influirá por el momento; mas quedar en la historia política ahora mayor su eficacia de géolvidaré la única vez que pude no es posible pensar que la au española; era un símbolo de la nesis. en el estupor del tiempo oir su imprecación juvenalicia, sencia del fundador deje de trascredulidad en el poder del ideal amarguísimo que atravesamos, a través de la cual pasaban, cender en un mañana más o y de la fe en la eficacia de la el dolor de su muerte parece una en evocación de taumaturgo, las menos próximo; en este sentido acción cuando va henchida de confortación de esperanza, pormultitudes hostigadas por la recabe afirmar que con Pablo pureza, energia y serenidad. Con que el recuerdo su vida y el presión oficial en los campos Iglesias termina una etapa de Pablo Iglesias muere una de ímpetu de su ideal, espolean andaluces, victimas de una anla historia del socialismo espa las figuras más relevantes de nuestra languidez humillante y cestral tiranía. El viejo tribuno, nol simbolizada en su nombre la época moderna en nuestra azotan nuestra resignación de agobiado ya por la dolencia que glorioso.
siervos.
patria y la figura más preclara acaba de matarle, erguía sobre Hasta su última hora Iglesias Hijo de su esfuerzo, ese homque ha producido el proletariasu postración el alma llameante.
ha conservado la fe y el fervor bre sacudió su espiritu entu. do español.
La voz trepidaba por el esfuerproselista. Cuando se desmoromecido por ancestrales someti zo de la imprecación y el brazo FERNANDO DE LOS Rios mientos, supo infundirse la sal diseñaba el gesto de anatema vadora desazón del ideal, ciñóse de los viejos profetas. sobre El dia miércoles de diciembre de 1925. El Sol, Madrid. como una coraza la inquietud. Pasa a la página 127. ji. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica