Democracy

370 REPERTORIO AMERICANO material es una consecuencia. La austera y esforzada vida patriarcal de las colonias; la sólida fe moral de los fundadores, el apasionado y a la vez sereno amor a la libertad y a la justicia flores ideales de la civilización que hoy se halla en crisis de los fundadores: he ahí los fundamentos reales e históricos de la preponderancia norteamericana de hoy. Olvidar, en las horas del éxito rotundo, estos ya lejanos antecedentes seria gran pecado, desviación peligrosísima.
II Ahora que la adulación a los Estados Unidos es moda universal, se hace duro a las almas libres de América entonar el consabido cántico. los Estados Unidos de hoy no le hacen falta alabanzas; y menos, alabanzas de sinceridad dudosa; y menos, alabanzas despro vistas de autoridad moral.
Cuando miramos hacia el Norte los espíritus libres que aun alentamos en las regiones que se extienden escenario magnifico para una epopeya aun no vivida al Sur del Rio Grande vemos: a primera vista, no la patria de Franklin, Payne, Washington, Jefferson, Clay, Lincoln, Webster y Grant; no la patria de Emerson, Lowell, Thoreau, Longfellow, Irving, Poe, Whitman, James y Hubbard (hombres para cuya grandeza, de calidad distinta, todo el elogio es vano. vemos la patria de un fantasma: Monroe; vemos la patria de un cazador de pueblos: Roosevelt; vemos la patria de Balaam: Wilson; vemos la patria de Lodge, Root, Hughes, Harding y Coolidge, los corifeos de Wall Street; vemos la gran armada y el gran ejercito que, como consecuencia de la guerra contra México, anunciaba ya Sarmiento en su vida de Lincoln.
presentir, en las pobres nacionalidades del Libertad y justicia no han sido meras paSur, un porvenir pleno de dignidad y de labras en la patria de Washington.
humanas esperanzas; distinguimos a Emer En ninguna parte, como en la gran demoson el Séneca, el Marco Aurelio, el Fray cracia del Norte, los ideales liberales de Luis de León de América. Reconozcamos los filósofos del siglo xvil han alcanzado en él al hermano americauo de los Renán una realización más omnimoda y brillante.
y de los Carlyle de Europa, limpias fuentes Por eso el siglo xix ha sido el siglo de que calmaron la sed espiritual de los forja los americanos del Norte.
dores de nuestra conciencia civil y humana Hombres de acción, leyes, instituciones, de hoy. No olvidemos en estas horas de ciencias e industrias, todo lo que caractecosecha a los viejos sembradores. Al lado riza al siglo xix con sus cualidades y sus de la mies uberrima han brotado cardo y deficiencias ha llegado a los límites del cizaña. Distingamos cual es el grano que asombro en la gran nación septentrional.
aún guarda milagrosamente el perfume de Los ideales democráticos, no obstante las las puras manos del Sembrador. Lejos de graves crisis que han sufrido en el mundo Washington, ignorados de los circulos ofi entero, han producido, al amparo de las ciales, desconocidos en el mundo de la bu instituciones del Norte, opimos frutos.
rocracia, desdeñados por los políticos visi ¿Cuáles son las ocultas raíces de este bles, postergados por la «democracia, viven árbol gigantesco. Cuál es la savia fecunda de la vida de su honestidad, la vida de su que ha dado vigor y lozanía a sus ramas?
pasión por la belleza y por el bien, la vida En el principio de las naciones escribia de los altos ideales defraudados pero no Montesquieu los hombres crean las instituvencidos, los discípulos de Emerson.
ciones y posteriormente es cuando estas crean Por encima de las vacias cabezas y de a los hombres. Dónde y cómo se formaron los pobres corazones de las huestes oficia los hombres que crearon las instituciones les, vaya hacia ellos la salutación nuestra. norteamericanas? Largo. e inoportuno aquí Sea suyo el homenaje de los que en estas sería enumerar los antecedentes de este tierras custodian los sembrados de José de extraordinario florecimiento de inteligencia la Luz y de Sarmiento.
y de virtudes que vino a culminar con figuProclamemos lo ha pedido uno de ellos ras de tan singular grandeza humana como a uno de los nuestros, Waldo Frank a la de los Franklin y Washington, Lincoln y Alfonso Reyes la indisoluble unión espiri Emerson, en sucesivas generaciones de potual de Norte y Sur, de anglos y de hispa derosas mentalidades, caracteres de rectinos.
tud y energia incomparables y corazones «Tenemos el mismo enemigo dice Frank de exquisita bondad. porque tenemos el misino ideal, y la ma Entre la pléyade de grandes espíritus yor parte de este ideal es la santidad de la producidos por la democracia tani admirada variedad cultural, es el deseo de que las por Tocqueville y por Bryce, los más repreAméricas sean grandes, no con una unifor sentativos o integros, los de valor más sinmidad muerta sino en ricas expresiones de gular y sustantivo, son, tal vez, los menciofértil cultura. nados. Podemos crear hoy, en una unión inteSin ellos, aunque Franklin fuese el prelectual de americanos del Norte y del Sur, cursor, acaso no hubieran sido posibles los un prototipo de la unión espiritual en que prodigios realizados por la ciencia en Norte viviréis mañana, integra e individualmente América; pues las creaciones sociales y pofuertes, todos los pueblos americanos. líticas, la fe moral de esos hombres, abrieMás no olvidemos que, para realizar esta ron, para todas las inteligencias y todas las unión, los del Sur necesitamos que los del energias de sus compatriotas, las avenidas Norte aprendan como una vez escribía el que les han conducido a adelantos de tan norteamericano Lowell refiriéndose a los diverso sentido y tan variada naturaleza.
ingleses «to lock at us as we are, not as Bien dice, pues, quien afirma que aún los they suppose us to be. Estados Unidos de hoy con sus formidaNo olvidemos que a los Estados Unidos bles escuadras y sus enormes rascacielosde hoy, y a los de siempre, se les halaga son Washington y Franklin, Emerson y Linmejor y se les hace un servicio positivo coln.
Pasarán los años y los siglos, las humaseñalándoles sus errores y sus inconsecuennas generaciones se sucederán unas a otras cias, que ofreciéndoles un humilde y triste con sus menudas luchas y sus grandes convasallaje.
El más leal y el más sincero homenaje tiendas; se olvidarán, tal vez, muchas de que unos pueblos pueden rendir a otros es las proezas hoy más admiradas de la civila emulación. Para imitar a los Estados lización angloamericana, pero no se olvidará Unidos, siguiéndolos en la ruta de los granjamás los nombres de esos varones egre.
des destinos, tenemos que mantener ante gios, como no se olvidarán nunca los nomellos la dignidad de nuestro propio señorío.
bres de los italianos del Renacimiento.
Sigamos el consejo de Longfellow, en su En verdad, con el triunfo de la libertad bellísimo Pasalm of life: en América reflorecieron en toda su virtualidad las energias humanas. En la inicua Be not dumb driven cattle!
Europa del siglo xix hombres, como los que en América llegaron a actualizar todas sus potencias, languidecian postergados o El ideal de libertad ha sido el númen de desperdiciaban las fuerzas de su inteligenlas creaciones de América.
cia y de su espiritu en pugnas infecundas.
Si nuestra pasión de hombres que sueñan con ser libres, puede ser amordazada habitualmente, no puede callar frente a Ayacucho; no puede callar cuando los manes de Bolivar y Sucre alientan casi a nuestro lado; no puede callar cuando el gran corazón de Córdova parece. volver a palpitar dando vida eterna a su gesto y su palabra.
No es la hora de las quejas. Disonarían las palabras de las críticas en medio de las fiestas. Pero, al menos, séanos dado recordar.
Séanos dado recordar los inás puros amores de nuestra conciencia civil. Séanos dado distinguir, en segundo plano, en esa gris penumbra donde persisten en vivir inolvidados los héroes verdaderos, las pálidas siluetas de los hombres que supieron comprendernos y amarnos, únicos a quienessin servil hipocresía. nosotros podemos amar y comprender.
Distinguimos entre todos los grandes forjadores de la patria americana, a Clay, a Lincoln, a Grant, hombres de Estado que por sobre la miseria de sus dias, supieron Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica