166 REPERTORIO AMERICANO.
bertad, y lo hace con sencillez admirable, rizado ya uno con ellos, y sobre todo por distinción de caracteres, paisajes, rimas, con la humildad alegre del buen obrero que aquello de ser menos expresivo con el amigo bien visibles en El Solteron, la obra más cumple una tarea normal.
más querido en una despedida.
perfecta de Lugones, sin que ello quiera ALBERTO GERCHUNOFF La obra de Lugones tiene tres fases, decir la más alta.
caracterizadas en Oda a la desnudez, Los Este noble titulo corresponde, según creo (Plus Ultra, Buenos Aires. 1919. doce gozos y Emoción aldeana. La primera y estu supone en arte mi completa cony sus congéneres llenan Las Montañas del vicción a Aquel dia. escrito en 1893. AnoLos Crepúsculos del Jardín Oro. Las otras dos pertenecen a los cre to la fecha para recordar lo prematuro de Yo tuve siempre la seguridad de escribir púsculos.
esa produción, con su llanto de antiguo y algo cuando aparecieran Los Crepúsculos ¡Los doce gazos! Muy curioso es la im candoroso dolor humano, sin pudor, fluído, del Jardin. Primero de todo, como manifespresión que senti al leerlos. Estaba en cama, argumentado, contado, anterior y superior tación de mi propio gozo; segundo, por la convalesciendo y con un poco de fiebre aún, a Los doce gozos, mucho más literarios, potencia de su autor; tercero, en homenaje exactamente como una joven que debe leer Tiene Aquel dia. toda la ilógica armonia a mis primeros entusiasmos. Como es común a Flores por primera vez. Hace de esto que caracteriza a aquellos.
relatar en estos casos el conocimiento percinco Mi emoción fué tanto más fuerte Los cuatro amores de Dryops, Cisnes nesonal que del autor se tuvo y esto implica cuanto que no conocia de Lugones sino el gros. New Mown Hay, La coqueta, El mal el mérito de variar lo escrito, aligerando lado violento con sus grandes ademanes de inefable, Ave mia gratia plena y Rosas, de no poco la ineludible gravedad judicial que Las Montañas. Ahora bien; lo que más me tu sendero, se inclinan a mayor sencillez de tales cosas suponen contaré a mi vez que llamó la atención fué que a pesar de la expresión de afecto sobre todo. y así noren 1896 lei la Oda a la desnudez, primera honda armonía de cada soneto todo el malmente se llega a Emoción aldeana, la obra suya que conocí. Sentíme lleno de tal solia estar dislocado, cuartetos y tercetos cosa frecuente y peculiar a todo el mundo alegria, que le llame repetidas veces hom sin conexión alguna. Casi todos ellos con dicha en claro, con ausencia de toda poesía bre de genio. Aun hoy que no siento tales cluían tan lejos de lo sugerido al principio literaria, amando el justo y no fácil lugar sobresaltos de emoción, el vocablo se me como era posible. Cada verso era a veces común, con ambiente diario, yendo toda sube a los labios, sobre todo cuando como un cuadro completo y aparte con su propia ella en una brava fluidez vagamente iróahora revivo mis impresiones. Al año sialma colorida. Sucediale otra impresión de nica.
guiente lei Las montañas del oro, y sucesiotro miraje ya. El final asimismo solía ser Todo todo, no es cosa literaria, Dios mío!
vamente algunas poesías, muy pocas. Llegué una cosa muy distinta, pero que encuadraba Era in barbero que tenía dos hijas, nada así a 1900, sin conocer de este hombre maravillosamente las diversas sugestiones. más. Lo batallante de esa sencillez desapanada, ideas, modo de ser, actuación estre ¿En qué consistía esta prodigiosa y dispa rece ante la su gran verdad. La misma pitosa; apenas un amigo que le había coratada armonía? Mucho me preocupó eso, ausencia de los adjetivos humaniza más a nocido antes, y una caricatura en Caras y siendo, como es, lo más caracteristico de la las dos muchachas esas, perfectamente inCaretas. Para mí, tan lleno de fresco entupoesía de Lugones. Poco o mucho se halla dividualizadas en su sustantivo claro, todo siasmo, la ignorancia de todo dato poeti en todas sus composiciones. Pero aquellas sustancia. Esto supone orientación al arte zaba su figura al extremo de suponerlo in doce familias en que los hermanos y her del hombre, no de la belleza, algo de la dio, muy indio, huraño, herculeo y violento. manas se parecian muy poco, dando sin severa rectitud que se tuvo antes cuando Por lo demás, inabordable, sobre todo para embargo, toda ella la armonia de la misma se escribía sin el propósito de hacer obra mí con mi ridícula espontaneidad de joven serena sangre, eran excesivamente lujosas, de arte. Junto con esa falta de toda comadorador.
un lujo flotante de riquisimo drama incon plicación académica va la muerte del estilo, Un día en compañía de un amigo en igual sistente más que todo aliento de lujo, de hijo querido de la literatura. así por huir crisis, fuimos a verle.
tan poderosa sugestión, que lo que se veia de él se llega a hacer estilos dificilisimos, Nos presentamos sin tarjeta alguna, cono era justamente lo descrito sino lo que probando dolorosamente que ni aun se puerriendo la hermosa aventura. Esperamos pudiera haber sido el éxtasis de ese pai de juzgar con estas palabras.
largo rato, pues la hora más que matinal saje. La misma clásica pareja se hallaba Las loas de nuestra servidumbre siguen.
excusaba toda demora mientras saboreába siempre en una situación insostenible, con el mismo curso de río frecuentado, bien mos a dúo la emoción de la ruda silueta una vida tan fugaz como encantadora. Si la lejano de los lejanos Tocantinos que despoética del que debía aparecer en la puerta.
frase tiene qun infuencia, se puede decir de piertan ensueños literarios. Inferiores en Fué así que en su lugar se presentó un esos personajes que eran una creación poé conjunto a Emoción aldeana o más bien hombre blanco, de expresión cualquiera, tica.
al grado intelectual que ésta supone, siendo juvenilizado por un fresco pyjama. La única Por otro lado, gocé extraordinariamente acaso el motivo que hace amarla el último conciencia de ser él quien buscábamos procon lo extraño de los consonantes. Hubo canto revive, la inquietud excesiva de ciervenia de un vago parecido con la caricatura.
sucesión de éstos los de La alcoba soli tas cosas bastante anormales, y su cuarta Pero tanto le conocía en mi mismo, que intaria, por ejemplo. que me otrecieron toda estrofa sintetiza otra característica de Luconscientemente le presenté a ini amigo, y la emoción de una carrera. Fué para mí gones: exaltación de elementos poco literaen seguida me presenté yo. Hablamos toda esta dificil virtud doble goce bella versifi rios, anchura de paisaje para situaciones la mañana, poco de letras.
cación de gran poeta. y no puedo menos diarias, y gran vuelo poético de episodios Este recuerdo será duradero. por qué que recordar aqui el distingo caprichoso creidos siempre bien vulgares.
no? Quien haya sentido una grande admiraque hace la gente sencilla entre poeta y HORACIO QUIROGA ción en mi era absoluta comprenderá el artista.
La facultad de armonía a contragolpe e (Tribuna, Buenos Aires, 1905. abrazo que nos dimos con mi compañero cuando nos hallamos de nuevo en el cainsisto porque es más notable. le diferenrruaje.
cia en un todo de todos, enormemente de No hay en las letras argentinas personaEstábamos tan contentos!
Heredia y Samain, por citar dos maestros lidad tan compleja como la de Leopoldo Después hemos sido amigos; y este condel soneto. De las obras suyas El ramillete, Lugones. Para dar una idea aproximada de tratiempo en el viejo concepto de coartar El pañuelo y la vejez de Anacreonte, son la indole de su obra, fuera menester un un libre juicio existe en realidad, restrin ya otra cosa, en su condición de impresión largo articulo. Lugones, sin perder su pergiendo la franqueza, tan grande cuando no directa. Hortus Deliciarum, El Solteron, Ro sonalidad, se transforma en cada libro. Ha hay conocimiento personal. Pero no me refiemántica, Melancolia, La Sola, tienen el mis publicado doce volúmenes, y en cada uno ro al amor que puede impedir reprobar; todo mo sello de rima dificilísima y nobleza de ha abordado un género diferente. Nadie lo contrario. Por ese mismo cariño hay cier personajes, pasan sin mancha bajo las pa ha sabido renovarse de tan completa matos impulsos de noble admiración que cues labras, tan albos que sus cualidades pare nera. Sus cinco libros de versos apenas tan decirse, por pudor, por haberse familia cen simplemente aludidas. Sobre todo la parecen obra del mismo autor. En Las mon Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica