172 REPERTORIO AMERICANÓ mientos lo traicionan a cada paso como lo traicionan En cl culto del alma y de los intereses espirituales su deseo y su instinto. Su voluntad es impotente para está el verdadero amor, porque sus bienes son los impedir que las ideas bastardas levanten la losa de su únicos durables; y también los únicos que repartidos probidad moral y envenenen su vida. Contra esta inva entre todos los hombres pueden, sin embargo, gozarse sión monstruosa no puede defender ni a su madre, a integramente. Duhamel llega a predicar un cristianismo quien mata en la intimidad de su conciencia, ni a su laico. La más suave de las voces humanas ha dicho: amada a quien traiciona con el pensamiento, ni a su Haced al Cielo ofrendas que no perezcan nunca. Peramigo a quien engaña con la deslaltad de su deseo, dón, si osamos murinurar nosotros: Haced al mundo ni siquiera a sí mismo, perseguido obstinadamente por Ofrendas que no perezcan jamás. la fatalidad del suicidio.
Dar es una forma de recibir: Sólo entregando y repartiendo nuestra riqueza interior acrecentaremos nuesIII tro tesoro. El avaro no posee: es poseido por sus propios caudales. Es un esclavo de sí mismo y de los Se encontraria natural que el autor extrajera una otros. Los bienes del espiritu pueden partirse hasta lo conclusión pesimista de esta contemplación amarga de infinito sin dividirse jamás. Seamos como los buscala vida. No es, así, sin embargo. El desgraciado especdores de oro en las arenas de los ríos. Repartamos táculo de nuestra civilización en crisis es para Duha las pepitas del precioso inetal sin el temor de que las mel el síntoma de una enfermedad moral que es posiaguas disminuyan por eso nuestra propia riqueza.
ble curar.
Mientras más demos, recibiremos más. Entremos, a En el fondo de toda investigación sobre el dolor entravés de nosotros mismos, en la vida de los otros. De cuentra Duhamel una limitación del derecho de poscer.
los amigos; pero también de los enemigos. No hay La misma vida es una posesión. Suprinid de la vida hombre que no sea interesante, como no hay agua por toda posibilidad de ejercitar este derecho y habréis trivial u oscura que sea su superficie, cuyo fondo esté suprimido la vida. La posesión es un bien y es la inhabitado y desierto. Los grandes hombres, sobre todo, fuente o raíz de todos los bienes: es la felicidad. El son un venero de riqueza. Ellos son la musica, la poedolor es la limitación o la negación de ese bien.
sía, el color, la linea, la armonía, la forma y el espíritu, Toda la actividad del hombre debe encaminarse a la serenidad y la inquietud: el arte en la gama infinita lograr el máximum de posesión, que es el mundo: la de sus irradiaciones y milagros. Descendamos al fondo conquista del mundo es la suprema felicidad.
de la naturaleza. Sumerjámonos en ella. Pero prestéPero este objeto de la posesión no pueden ser las mosle también nuestros propios sentimientos y nuestras cosas inateriales; porque las cosas materiales en rea propias emociones. Fraternicemos con ella para ser lidad no son poseíbles; ellas nos poseen. Nuestra creadores, y, en ella removamos el fondo de las creaprimera empresa, por el contrario, debe ser la de rebe ciones individuales. Hay en nosotros dos modos de ser larnos contra el dominio tiránico de los intereses mate creadores y artistas sin salir del corazón y de la vida: riales. El verdadero objeto de la posesión es el espíritu por la re creación del pasado y por la creación del y los únicos bienes poseibles son los bienes morales. porvenir. Por el recuerdo, nuestra vida adquiere los Para conquistar el mundo debemos comenzar por perfiles de la eternidad, por nuestra proyección en lo conquistarnos nosotros mismos, porque en nosotros mis futuro modelamos a nuestro albedrío la frágil arcilla mos cobra el mundo su verdadera y única realidad.
del destino.
La Possesión du Monde es en la filosofía de Duhamel La posesión del mundo conduce naturalmente a Duel manual o prontuario de la felicidad.
hamel a su ideal de la felicidad futura: el reinado del El pensamiento y la voluntad, instrumentos podero corazón. como la fe en el mejoramiento de los homsos de la naturaleza humana, permiten desarrollar dos bres conducía a Vigny al «reinado del puro espíritu. aptitudes esenciales de la vida. Bien dirigidos pueden «La Guerra ha demostrado, dice, que la civilización librarnos las llaves del mundo. El pensamiento para científica, basada en la inteligencia, ha fracasado. Su descubrir, la voluntad para conquistar. El hombre a reinado ha concluido en una inmensa quiebra. Por eso menudo no utiliza o utiliza mal. estos instrumentos por torna nuestro espíritu hacia los recursos del corazón.
ignorancia o por desidia.
La civilización cientifica debe ser hoy una sirvienta, no Al lado y aun en medio del mal que nos penetra una diosa. Reemplacémosla por la civilización moral, el y envuelve hay tesoros cuya existencia frecuentemente reinado del corazón, única capaz de salvar la raza de ni sospechamos siquiera. Es necesario comenzar por los hombres de la desesperante miseria contemporánea. descubrir para ejercitar nuestra facultad de captación.
Conocer para poseer.
iý Pero. qué es ese tesoro. Dónde está. Cómo descubrirlo? Está en nosotros mismos. Somos nosotros El conocimiento del mundo llave de la posesiónmismos. Es la riqueza de nuestra vida interior, nuestra neutraliza el dolor. Pero. qué es conocer? Llegamos vida interior; nuestra alma y el mundo que refleja. aquí al tramo más alto de la ideología de Duhamel.
Inclinados sobre el alma ni siquiera la vemos; cerca La curva que describe el pensamiento del escritor pade nosotros, a nuestro alcance, escapa a la aprehen rece terminar naturalmente en la estética, acaso porque sión de nuestras propias manos.
es la estética la que mejor y más íntimamente nos La posesión del mundo es la felicidad. Pero poseer vincula a la naturaleza y al mundo.
es conocer. conocer? El principio de todo conoci. En La connaissance poetique (Les poétes et la miento es el amor. El hombre ha dejado de poseer poésie. Duhamel distingue dos modos de conocer el desde que ha dejado de amar. Los hombres abando mundo: el conocimiento científico y el conocimiento nados encontraron su miseria en su propio egoísino. poético. El conocimiento cientific disuelv la unidad Einpezaron por ignorar a los otros y acabaron por igno natural de las cosas en un número considerable de rarse a sí mismos. La tragedia de Salavin es la de no apercepciones. Observa primero, y relieva después con poseer ni su propio pensamiento. Descubri entonces, precisión la multiplicidad de los detalles. El conociexclama en la angustia de su desolación, que era in miento poético funde las cosas en la intuición de una capaz de amass. No sólo el mundo se escurria de sus visión personal, auténtica, única. El conocimiento cienmanos: él mismo era incapaz de poseerse.
tífico es el producto de una evolución adelantada; el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica