José Carlos MariáteguiVíctor Raúl Haya de la Torre

Tomo XII REPERTORIO AMERICANO Núm 74.
San José, Costa Rica 1926. Lunes 25 de Enero SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: Elogio de Guatemala, por Rafael Heliodoro Valle. Algo acerca del problema centroamericano, por Virgilio Rodriguez Beteta. Unas palabras sobre Guatemala, por José Vasconcelos. Fraternidad de veras, por Flavio Guillén. Cantos de fuerza, por. Andrés Avelino. La cogedora, por Carlos Luis Sáenz. La resurrección de Arévalo Martinez, por Daniel Cosío Villegas. José Ingenieros, por Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui y Max Henriquez Ureña. El trágico fin de Edwin Elmore, por José Vasconcelos. El empleo de un año, por Rafael Arévalo Martínez, Tablero.
Elogio de Guatemala Los Jueves de Excelsior, semanario reada en enjambres, ritmica en su de México que se distingue porinquietud de renacer bajo la gloria su copiosa información gráfica, en su de su cielo eléctricamente azul. Vuelvo edición del jueves 26 de noviembre a ver sus casas de la Costa Cuca; de 1925, sacó un suplemento en tres sus montañas que se cubren de ciesecciones, dedicado a la hermana repugas esperanzas y de árboles de balblica de Guatemala: Guatemala en rotosámica maravilla; su ciudad muerta grabado. En José Marti aprendimos a en que la poesía y el amor pasan.
amar, estimar y servir a Guatemala. Fiecogidos de las manos, tal dos novios, les a esta devoción, hoy recogemos algusobre tapicerías de jazmines que se nas páginas de las que Jueves de Excelcayeron para santificar la tierra con. sior dedica a Guatemala y también otras su blancura y su canción.
que nos han parecido oportunas y que Guatemala vibra en un racimo de vieron la luz en La Antorcha de nuestro ilusiones. Canta y trabaja hasta el amigo Vasconcelos.
quetzal, que parecería inútil porque no canta, pero que en su torrente de UIERO pensar a Guatemala el dia colores lava los pecados de la Raza que llegué. Por la costa avanzaque lo escucha. Canta el cafeto en ban las palmas reales, dando la bienla sinfonía del azahar, cuando acenvenida como una Jerusalén tropical.
dra su esencia de hechicería en el Luego un muelle con grúas que trafruto rojo que le sirve de heraldo bajaron toda la noche, cargando café para proclamar su vasta soberania unos barcos; y las casas de juguemundial a los cuatro vientos en que tería como diciéndome «llévame. se ha de sentir el sumo aroma. Traa poco la locomotora resbalando por baja y sueña la india en la volupunas montañas que pedían albricias tuosidad de su alegria interior y se a las nubes, unos lagost afiro le hincha el mo la fruta senmás puro que se puede ver, y unos cillamente morena en que se junta pueblos que la leyenda matiza y la el sabor de los caminos. historia viste de enredaderas.
Su historia colinda con el misterio Mi primera mañana en la capital del primer hombre de América y con fué un despertar bendito de aquellos el dios que enseñó a cortar el cacao que me regaló la infancia. Un volcán El prócer guatemalteco, Dr. MARIANO y a servirlo en la jícara cincelada, y Gálvez, cuyos restos llegaron a Guateenfrente para entretener geógrafos mala el 27 de noviembre de 1925. Véase del otro lado con la desventura de niños;. patios trascendiendo a naran el artículo alusivo en el Nº 16 del REPER doña Beatriz, la brava gobernadora jos en flor entre la niebla; paisajes TORIO AMERICANO, tomo XI.
y capitana general que habiendo que podrían servir al Diablo para quedado viuda del conquistador terricuando Dios quiera librar del terreble, blasfemó tan desgarradoramente moto. toda la leyenda echándoseme como una libélula, mientras la marim que los cielos, sabiendo su congoja, encima, desplomada en un irisamiento ba suavizaba de luna mis añoranzas. se deshicieron en lágrimas incontede joyas preciosas que se hacian un Ahora que paso las manos por el nibles para ahogar en ellas su despájaro fastuoso para meterse por el mapamundi sentimental en busca del ventura, nido circular de mi imaginación, pero lago, veo en vez del volcán nefasto Desde la primera página del códice.
sin ajarse las alas.
humear a la locomotora que trabaja habla la serpiente en palabras que Lo demás me lo dijeron aquellas y que canta, que es como se debe encantan el silencio de los días inhoras de ráfaga en una casa de cam trabajar para ser feliz.
numerables que no se preocuparon po, bailando con una niña que efun La ciudad de mi alma infantil vuel por lustrarse el corazón en las aguas día esencia de azahar y temblaba ve a levantarse de las ruinas, ata del tiempo. cuando el caballero Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica